“Ganábamos más plata con el kirchnerismo”

Por Sergio Potenza / El director de Negocios de Banghó tuvo que reconvertir su estrategia con el cambio de política económica. Cómo es su apuesta actual.

Redacción Fortuna

“El Gobierno anterior fomentaba el empleo y la fabricación local. Eso nos llevó a encontrarnos, a fines de 2015, con una estructura muy grande de empleados (casi 1.000) y una importante participación de mercado. Éramos la tercera marca de consumo en cadenas de retail. Cuando cambió el Gobierno, también se modificó la filosofía económica y tuvimos que adaptarnos a eso. Reconvertimos la empresa”. Así define Pablo Suaya el impacto que tuvo la victoria de Mauricio Macri y la nueva política económica llevada adelante por la administración de Cambiemos.

El cambio de Banghó fue completo. Pasó de un negocio basado en la fabricación local de notebooks, tabletas y computadoras de escritorio -para lo que en 2011 había abierto una planta en Vicente López e inaugurado una fábrica dentro del Distrito Tecnológico de Parque Patricio- a importar. “Nos tuvimos que adaptar a las nuevas reglas de juego. Pasamos de un modelo de negocio de fabricación a uno de desarrollo de productos. En Argentina hacemos la ingeniería y el desarrollo de los productos que queremos, pero ya no más la producción ni la manufactura. Ganábamos más plata con el anterior Gobierno, porque el mercado estaba más repartido entre las productoras nacionales y había escasez de producto, por la dificultad de importar. Hoy, en cambio, hay sobrante de productos y esto hace que los márgenes sean más ajustados. En 2014 y 2015 ganábamos más plata que ahora”, asegura Suaya.

Durante muchos meses, luego de la victoria de Cambiemos, en el mundo de los negocios la pregunta flotaba en el aire: “¿Qué pasa con Banghó? ¿Desapareció?”. Poco se sabía de una de las compañías que mayor presencia tenía en el retail. De hecho, tuvo que hacer una reestructuración de personal muy grande. Mientras que en agosto de 2015 eran cerca de 1.000 empleados, pasaron a tener 700 en diciembre de 2016 hasta llegar a las 380 personas actuales. “La compañía apuesta a seguir dándole fuerza a la marca con este nuevo modelo de negocios. El 80% de lo que vendemos se importa, con excepción de las computadoras de escritorio que es lo más sencillo de fabricar”, explica Suaya.

Lo que llevó a cambiar el esquema de negocios de Banghó fue la quita del arancel a las notebooks y tablets que venían del exterior. Se pasó del 35% al 0% de un día para el otro. “La primera medida –recuerda Suaya- fue la quita de las licencias no automáticas. Esto llevó a que en 2016 no hubiese escasez de producto. Además, las multinacionales empezaron a tener mayor oferta, porque podían importar. Sin embargo, la ecuación de fabricación local todavía cerraba y servía. Pero la medida que más afectó fue la que empezó a regir el primero de abril de este año, que fue la quita de aranceles para los productos de informática. Pasamos al 0% y fuimos la única industria que lo sufrió. Es muy difícil mantener una industria local con estos aranceles. Nos tuvimos que adaptar y repensar el escenario. En ese momento no nos gustó, por la forma rápida que el Gobierno quiso implementar la medida. Fue abrupto”.

Fortunaweb: ¿A pesar de sacar el arancel, las computadoras no bajaron un 35%?

Suaya: La reducción del costos real para la gente fue de un 22% más o menos. No de un 35%. Es cierto que desde diciembre de 2016 los precios bajaron. El Gobierno habló de hasta un 50% menos, pero eso no pasó. Hoy valen entre un 20% y un 25% menos. Ojo, es cierto que si uno compara el salario versus el valor de una notebook, ahí sí llegás al 50% que quería el Gobierno.

Con la ingeniería y el desarrollo desde la Argentina, y la fabricación en el exterior, Banghó está de a poco empezando a competir nuevamente en el mercado local de notebooks y computadoras. Su foco está puesto en lo que definen como “nichos” y “segmentos más competitivos”. En este camino, están orientando sus ventas a productos cloud –con conexión directamente a la nube de Microsoft gracias al acuerdo que tienen en conjunto- y a computadoras para gamers. También renovaron toda su línea de notebooks, que ahora vienen con la séptima generación de procesadores Intel.

“Vamos a competir fuerte en esos segmentos. El Gobierno dijo que quiere productos que sean más baratos, y que en informática y celulares querían reconvertir el negocio. Lo hicieron en informática, pero no en celulares. Esto tiene que ver con los jugadores que están en un mercado y en el otro. En el ecosistema de informática cada uno fabricaba su producto y las marcas extranjeras estaban fuera del mercado. Entre todas no llegaban al 30% del mercado. En cambio, en celulares, era diferente, porque las compañías multinacionales sí estaban por medio de fabricantes argentinos”, finaliza Suaya.