Dificultades para conseguir apoyo antibuitre del G20

Ante una consulta de la prensa, Kicillof reconoció que ningún otro país presentó el tema de las reestructuraciones de deudas en las reuniones.

Redacción Fortuna

Por Aurelio Tomas

La delegación argentina que participa de la cumbre del G20 en Brisbane, Australia, buscó por ahora sin éxito apoyos para incluir un respaldo a la reestructuración de deudas, que sirva como límite a los ataques de los fondos buitre, en la declaración final que se conocerá en la madrugada del  domingo.

Por fuera de los debates centrales que atraparon al G20, las señales de la delegación encabezada por Kicillof parecieron más bien dirigidas al consumo interno, como los dedos en “V” levantados por el ministro en la foto de familia de los líderes mundiales.

Con el problema de la deuda como único argumento, la comitiva argentina no ofreció precisiones en declaraciones públicas sobre los temas que ocuparon la mayor atención de los medios internacionales, como el cambio climático, la transparencia que demandó el foro de la sociedad civil, el combate contra el Ebola o el conflicto en Ucrania.

Numerosas fuentes diplomáticas habían advertido a PERFIL antes de la reunión que el intercambio entre los líderes mundiales fuera de las deliberaciones formales constituye el espacio diplomático más importante durante las cumbres del grupo.

Durante la primera jornada, Kicillof no había mostrado ninguna instantánea con los jefes de Estado y gobierno que representan a sus países en el encuentro. El Gobierno se encargó ayer de distribuir una fotografía del ministro con el presidente Barack Obama, pese a la fuerte tensión que hay en la relación desde que la Presidenta, Cristina Kirchner, comenzó a responsabilizar al Ejecutivo norteamericano por los padecimientos de Argentina en las cortes de Nueva York.

Más allá de la foto de alto impacto, no se manifestaron aún avances en el objetivo de sumar las reestructuraciones de deuda a la declaración final. Ante una consulta directa de una reportera extranjera, Kicillof no pudo precisar si existió al menos una delegación que se pronunciara sobre el tema y eligió responder con evasivas. Todos los países coinciden en remarcar como un problema el accionar de los fondos buitre, pero las principales potencias financieras prefieren relegar el tema al FMI.

En particular, Kicillof fue consultado sobre el caso de Brasil y Francia, que en anteriores oportunidades habían impulsado, junto a otros países, la inclusión de definiciones “antibuitres” en las reuniones preparatorias para la cumbre de líderes. Según pudo saber PERFIL, algunos de los aliados en la iniciativa sobre la deuda habían destacado que el éxito quedaría en manos de los representantes argentinos en esta oportunidad, porque habían mostrado un magro desempeño en los encuentros preparatorios.

Más allá del resultado, Kicillof pudo mostrar su particular estilo. Posó haciendo la “V” con sus dedos en la foto de familia y, junto con el príncipe Salman bin Abdulaziz, de Arabia Saudita, vestido con ropas árabes tradicionales, fue el único que no usó corbata. Las imágenes de medios extranjeros ofrecieron algunas instantáneas elocuentes. Antes de la foto grupal, Kicillof intentó estrechar la mano del presidente francés, François Hollande, quien respondió con una palmadita. El canciller Héctor Timerman mantuvo el viernes una reunión con su par de Turquía, que será el próximo país anfitrión, y con la ministra de Exteriores de Indonesia. La preparación de los textos de la cumbre quedó a cargo de la embajadora en Estados Unidos Cecilia Nahon, que suena como una posible sucesora de Timerman.

Publicado en la edición impresa del Diario PERFIL.