La medida, en reclamo de aumento salarial y recorte al impuesto a las ganancias, obligó a cerrar las entidades bancarias del microcentro porteño.
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Los empleados bancarios de todo el país realizaron un paro total de actividades, con concurrencia a sus lugares de trabajo, en el marco de una jornada convocada por el gremio La Bancaria.
Los adherentes a la medida de fuerza reclamaron mejoras salariales y la supresión del impuesto a las ganancias sobre los sueldos.
Sergio Palazzo, secretario general de la Asociación Bancaria (AB), calculó que "la adhesión ha sido total en todo el país, más del 90 por ciento fue el acatamiento."
"Prácticamente, no hubo sucursal bancaria abierta, además de marchas en la mayoría de las capitales provinciales", en repudio a la falta de una propuesta de aumento salarial en paritarias por parte de las cámaras del sector, detalló el sindicalista.
Palazzo protestó, además, porque "no hubo ninguna propuesta salarial después de 132 días de vencidas las últimas paritarias" y remarcó que el sindicato reclama un "aumento salarial por encima del 30 por ciento y que los bancos se hagan cargo del Impuesto a las Ganancias" aplicado a los sueldos.
Los gremialistas realizaron manifestaciones en algunas de las esquinas más tradicionales del microcentro porteño. Las principales casas matrices de las entidades financieras estuvieron cerradas, vedando el acceso de terceros, mientras que el personal sólo podía ingresar por puertas de servicios.
El Ministerio de Trabajo declaró la conciliación obligatoria un día antes de la medida, pero los trabajadores bancarios la desconocieron por considerarla "extemporánea" y argumentar que las cámaras del sector "boicotearon" la última reunión mantenida durante esa misma jornada en la sede de la cartera laboral.
