Recién se volvería a crecer en 2017 a fuerza de inversión y deuda externa

No habrá viento de cola por la crisis de Brasil y el ajuste chino. Devaluación y subas de tarifas limitarán el consumo. Blanqueo y crédito internacional, el plan de Scioli y Macri. Galería de fotosGalería de fotos

Redacción Fortuna

Cuando el ministro de Economía, Axel Kicillof, presentó las cifras del Presupuesto 2016 esta semana, pintó un panorama lúgubre en el frente internacional, con la caída de la demanda externa y el impacto de la recesión en Brasil para la economía argentina. Y muchos se preguntaron cómo hará el país para crecer el 3% el año próximo, según establece la “ley de leyes”.

Lejos de lo que los economistas consideran “el terreno de la ficción” presupuestaria, el consenso es que, pese a que los indicadores puedan mostrar una leve inflexión al crecimiento en los últimos meses, en 2016 se mantendrá el estancamiento. Y el crecimiento podría llegar recién en 2017.

“El segundo semestre del año que viene puede ser un poco mejor que el primero, pero conceptualmente el crecimiento será cero”, indicó el economista Fausto Spotorno, que estimó que 2016 será terreno para “sembrar, arar en tierra dura y regar, para ver si algo crece un año después”, en una analogía con el campo.

Para el economista Eduardo Levy Yeyati, con una soja en nivel de US$ 300 la tonelada en 2016, la crisis en Brasil y las expectativas de devaluación de la Argentina, además del frente externo de revaluación del dólar, que afecta además a China, “es difícil precisar dónde termina” el estancamiento.

Brasil puede ser nuestro futuro si no le encontramos la vuelta al desarrollo”, estimó sobre el cuadro actual del vecino, que enfrenta un ajuste con recesión y salida de capitales. “No estamos como en el fin de la convertibilidad pero hemos perdido casi todo lo ganado después del uno a uno”, señaló sobre el tipo de cambio, por lo que consideró que en el “post-cepo” habrá que pasar de una economía de consumo a la inversión.

La visión oficial de “sustitución de exportaciones” (como dijo CFK) vuelve a poner las esperanzas sobre un modelo de consumo que se enfrenta, sin embargo, a posibles planes de ajuste por parte de los dos candidatos con más chances: Mauricio Macri y Daniel Scioli, donde el debate es con qué intensidad llegarán las medidas. Si bien el consumo permitió sostener la actividad, a nivel masivo también está estancado, según CCR.

Motor verde. Las posibilidades de ingreso de divisas para dar aire a la economía –importaciones para la producción–, la llegada de inversiones, un eventual blanqueo para captar los dólares del colchón y el endeudamiento externo figuran en la agenda de los dos presidenciables. “Aunque lluevan dólares, la Argentina necesita garantizar pagos entre US$ 15 mil y US$ 20 mil millones durante 2016”, estimó el economista Miguel Angel Broda en el marco del Día de la Exportación, el miércoles. Allí, el presidente de la Cámara de Exportadores, Enrique Mantilla, estimó que sólo entrarán US$ 1.000 millones este año por el saldo comercial.

Según Jorge Todesca, director de Finsoport, el próximo gobierno recibirá una economía estancada, con un ínfimo superávit comercial, sin perspectivas de mejoras sustanciales en tanto no se modifique el escenario internacional, y con un stock de capital que no está en condiciones de garantizar altas tasas de crecimiento. En sus estimaciones, la inversión caerá el 10% interanual en 2015, y el PBI cerrará en 1,5% negativo, mientras los cálculos de Spotorno arrojan alrededor de 0,5% para este año.

Frente externo. “Olvidémonos de la ayuda de Brasil por dos años”, sentenció Broda, para quien el país vecino caerá 2,8% y 1% en 2016. China, el segundo mercado en importancia para el país, puede desacelerar su crecimiento al 5% en los próximos años, según arriesgó. La suba de tasa de la Reserva Federal de Estados Unidos quedó para más adelante pero la revaluación del dólar y la perspectiva de suba siguen afectando a China, que seguirá demandando. El impacto se medirá en los precios de la soja, de acuerdo con el director de Abeceb, Dante Sica.

Indec: el Estado sostuvo la demanda

El PBI creció 2,3% en el segundo trimestre del año según las estimaciones preliminares del Indec, mientras que según los privados, el mismo período se mantuvo estancado. El consumo público permitió sostener la demanda, según reconoció el organismo que depende del Ministerio de Economía.

En la medición sin estacionalidad del organismo oficial de estadísticas, la variación fue de 0,5%.

Para explicar el crecimiento, el Indec detalló que la oferta creció 2,4% en el segundo semestre, por el crecimiento del producto y de las importaciones de bienes y servicios reales 2,8%. La demanda estuvo impulsada por el consumo público, que creció 10,3%, en tanto que el consumo privado creció sólo 0,7%. A esto se sumó una variación negativa del 0,2% en las exportaciones de bienes y servicios reales y un crecimiento de 4,6% en la formación bruta de capital (inversión).

El resultado en este último componente se debe al 10,7% de crecimiento en Construcción y del 0,8% de Investigación y Desarrollo que compensan las caídas de 5,2% en los Recursos Biológicos Cultivados y de 1,7% en Equipo Durable de Producción.

Por Patricia Valli | Esta nota fue publicada en la Edición Impresa del Diario Perfil

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