Por Roberto Agustín Maidana* / Hoy, al final de la cumbre, el Presidente se mostró más confiado tras el apoyo de los líderes mundiales. ¿Un reflejo de lo que viene a nivel local?
Para el presidente argentino, la Cumbre del G20 fue un éxito. Tanto desde la organización como por el documento que lograron por consenso. Sin olvidar que la marcha anticumbre del sábado, transcurrió sin incidentes ni trascendencia alguna.
Tras la emoción en la gala del Colón anoche, se pasó a un Mauricio Macri más que satisfecho y seguro durante la conferencia de prensa final. Quizá ahora se avecine un traslado de este estilo diplomático que tanto le rindió en el G20 a una política doméstica que parece más dura que las simpatías globales.
En primer lugar, el Presidente destacó la confianza de los líderes mundiales en la transformación iniciada hace tres años. A pesar de las dificultades, " es el camino correcto, el único posible", declaró.
En los encuentros bilaterales, desde Donald Trump hasta Theresa May; o de Erdogan a Bin Salman, quedó reflejado el apoyo y la decisión de incrementar las relaciones y las inversiones de los países en la Argentina.
Lo mismo sucedió en el plenario de la cumbre. El documento final es una prueba de ello. Alumbraron un escrito que pone los acuerdos y coincidencias por encima de las diferencias, incluso con un párrafo para que Donald Trump sea de la partida de firmantes. Los desafíos comunes como norte hacia el gran objetivo de alcanzar una transformación sustentable de progreso y desarrollo social y económico para 2030.
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Un dato más como ejemplo de la seguridad que exhibió Macri. Angela Merkel, la canciller alemana que tuvo un desperfecto en su avión al partir hacia Buenos Aires, prefirió viajar de todas formas, aun llegando a tiempo para la gala del Colón, antes que ser la única ausente en Buenos Aires. Una prueba más de mayor respaldo en el exterior que en su propio país.
“El G-20 se creó en un momento de crisis mundial para buscar salidas y soluciones", dijo Macri, y pese a todos los contratiempos, el colectivo de países que tienen enormes asimetrías sigue apostando al diálogo y al acuerdo. Por eso, en la Argentina se logró un documento consensuado mejor que los anteriores. "Diecisiete reuniones bilaterales en tres días" son una muestra cabal del apoyo internacional para nuestro país, sentenció.
"Todos tienen mucha expectativa por una reunión que habrá en unas horas" dijo Macri sobre el encuentro Trump-Xi Jinping, pero eso no impide que la Argentina tenga excelentes relaciones con todo el mundo. Estados unidos es el principal país inversor en la Argentina y lo mismo ocurre con China. La visita de Estado del líder asiático, que comienza tras el fin de la cumbre, abre una oportunidad "de desarrollo y no una amenaza".
Como antes lo hiciera el canciller Faurie, Macri ratificó que en el encuentro con "mi amigo Trump, no se habló de China como una depredadora para el comercio regional e internacional".
El presidente se mostró convencido del apoyo de los países para la transformación argentina, su consolidación pese a las dificultades. "Hemos avanzado muchísimo a la luz de su visión sobre nuestro país", remarcó Macri.
Finalmente, espera paciente pero seguro el ingreso de nuestro país en la OCDE, especialmente por la transparencia en los procesos económicos, alejados de la corrupción. Macri se sinceró: sus lágrimas en el Teatro Colón surgieron por "el orgullo de la tarea realizada para transformar a la Argentina".
Lo que desde el lunes recomienza es ver si la confianza de los líderes se traslada a los ciudadanos más comunes de la Argentina, que son en definitiva quienes van a tener la última palabra en si siguen de acuerdo con este camino hacia la transformación que eligió Macri.
*Desde la cumbre del G20
