Por qué es más probable que el Gobierno profundice la intervención en el comercio exterior y vaya por más renta fácil. La alternativa del acuerdo y la vuelta a los mercados, más lejos.
Por Jairo Straccia *
Una fuente habituada a sondear el ánimo tanto de empresarios como de funcionarios, lo resume así: “Hay un síndrome del ¿y vos sabés algo?”. Tras la contundente victoria de Cristina Fernández de Kirchner, los actores políticos y económicos preguntan todo el tiempo por la gestión que viene.
Quieren dilucidar cómo se resolverá la encrucijada de la Presidenta frente a los desafíos que presentará la economía en tiempos de crisis internacional y cuando algunas variables que motorizaron la expansión de los últimos años empiezan a deteriorarse. Quieren saber, en definitiva, qué les deparará la macroeconomía que surge del 54%.
Es difícil encontrar respuestas claras, aunque no así indicios. Cuando 3 días después de las elecciones, petroleros y mineros leyeron en el boletín oficial que deberán liquidar sus exportaciones en el país, como lo hacen los cerealeros, algo quedó en claro.
Lo más probable es que en la macro de esta etapa sigan primando, ante cada nuevo problema, las soluciones a la Kirchner: si flaquea el superávit, hay más retenciones, estatización de fondos de pensiones, o uso de reservas para pagar deuda; ante la fuga de divisas, se traban importaciones, se clausuran casas de cambio, o se cambia la legislación en minería.
HOMBRES. Es lo que organizaciones como La Gran Makro, cercana a la agrupación juvenil La Cámpora, o la Asociación de Economía para el Desarrollo Argentino (AEDA), think tank oficialista, promueven en documentos que circulan en el Gobierno.
Llevan la firma de jóvenes como Iván Heyn, director estatal en Aluar, o Roberto Feletti, actual viceministro de Economía y futuro diputado, el hombre que habló de “radicalizar el populismo”.
Son decenas de profesionales, una especie de economilitantes, que hoy pululan en segundas líneas del Palacio de Hacienda y aspiran a ocupar cargos durante los próximos cuatro años con un objetivo que llaman “profundizar el modelo”.
* Subeditor de Economía de la revista Fortuna
28-10-2011
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