Con la mira en 2015, los empresarios celebran más a Macri y Sanz que a Scioli

Por Jairo Straccia (*) | PERFIL reveló los amores y odios de los directivos de las principales empresas en el Consejo de las Américas. Galería de fotosGalería de fotos

Redacción Fortuna

A quince meses del cambio de Gobierno, los hombres de negocios son renuentes a blanquear cuáles son sus nombres favoritos para el poskirchnerismo. Pero en los aplausos durante los encuentros empresarios son más sinceros. En la última edición del Consejo de las Américas, el jueves en el hotel Alvear, dejaron en claro que aprueban más la crítica del radical Ernesto Sanz y del jefe de Gobierno, Mauricio Macri, que la “continuidad con cambio” que propone el gobernador Daniel Scioli. Así lo demostró la evaluación de los aplausos de cierre de discurso que realizó para PERFIL la Asociación Civil Oír Mejor, que midió un “empate técnico” en el nivel sonoro que cosechó ¿la eventual alianza de UNEN con PRO? por sobre el postulante kirchnerista mejor posicionado.

En la audiencia estaban desde el hombre más rico de la Argentina, Alejandro Bulgheroni, de Bridas, hasta José Luis Manzano, de Andes Energía, sponsor del meeting. En primera fila, acompañaban Eduardo Eurnekian, vicepresidente de la Cámara Argentina de Comercio que coorganiza la reunión, Cristiano Rattazzi, de Fiat, Gabriel Martino, del HSBC, José Urtubey, de Celulosa Argentina, Federico Braun, del supermercado La Anónima y Facundo Gómez Minujín, titular del JP Morgan en el país, entre otros. Ellos, junto a cerca de 500 ejecutivos de primera línea le ofrendaron a Macri la ovación más larga de la mañana. Lo aplaudieron durante 28 segundos con un nivel de exposición acústica de 105 decibeles. “Similar a lo que se siente en una discoteca”, grafica Alejandro Badanian, arquitecto especialista en acústica que certificó la medición. “Falta echarle la culpa a los fondos buitre de lo mal que juega Boca”, chicaneó Macri durante su alocución al jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, que cuando habló apenas escuchó 8 segundos de palmas. Macri viene acercándose en las encuestas a Scioli y al tigrense Sergio Massa.

El diputado del Frente Renovador no figuró entre los disertantes porque pidió –y no le dieron– un lugar destacado en el programa. Dos días después informó que fue invitado a disertar en Nueva York. “Hubiera sido bueno escucharlo”, se lamentó un ejecutivo que aplaudió con ganas, en cambio, al candidato radical. Sanz recibió un aplauso de 17 segundos, con una exposición acústica de 105,1 decibeles, prácticamente igual que Macri. El hombre que tiene el respaldo casi explícito del grupo Techint se ganó la ovación: “Hay que defender a las pequeñas empresas, pero no sólo a las pequeñas, y lo digo, también a las grandes”, aseguró en un tramo de un discurso en el que llamó a construir “liderazgos disruptivos”. En ese contexto, Scioli tuvo menos eco. “Estuvimos bien, fue corto y contundente”, se iba comentando su ministra de Economía, Silvina Batakis.

Registró sólo 11 segundos de aplausos, con una exposición acústica de 100,6 decibeles, sólo por encima de Susan Segal, la anfitriona (94,7) y del propio Capitanich (97,5).

“Es un animal”. Los políticos no tienen claro qué es el streaming, la transmisión de video por internet en tiempo real. La web del Consejo de las Américas reveló diálogos imperdibles de los protagónistas cuando pensaban que nadie los oía. “Vos sola podés lograr esto en la Argentina un día como hoy”, le reconoció Daniel Scioli a la anfitriona Susan Segal, por la concurrida asistencia. Ella le contó que Macri había bromeado con que el paro le había venido bien a la gente para dejar todo e ir al hotel Alvear. “¿No, en serio dijo eso? Es un animal...”, soltó. También la ministra de Industria, Débora Giorgi, fue presa del descuido. “Estoy tratando de convencer a Cristina, si me podés ayudar, de hacer una mesa con empresarios cuando esté en Nueva York”, le pide Segal. Giorgi se compromete, pero aclara que está partiendo a Bolivia, a vender 700 ambulancias. “El Evo está en campaña”, se sinceró la funcionaria.

(*) Publicado en la edición 918 del Diario PERFIL

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