La mejor salida de la cuarentena

Por Ceferino Reato* / Cuáles son las medidas que debería tomar el Gobierno para consolidar el escenario Bueno y evitar el Malo, que nos llevaría a un colapso económico.

Redacción Fortuna

Las urgencias económicas van nivelando la prioridad dada a la salud en el inicio de la pandemia y el gran desafío pasa ahora por proteger el aparato productivo nacional impidiendo, claro, que las medidas que se tomen echen por la borda el logro de haber aplanado las curvas de contagios y de víctimas del coronavirus.

La nota de tapa (de revista Fortuna) se refiere, precisamente, a los tres escenarios que se abren en el plano económico luego de la cuarentena. Fue escrita por el economista Gabriel Rubinstein, con una amplia trayectoria en la actividad privada y también en el ámbito público.

Rubinstein es, además, el titular de la consultora que todos los años analiza los balances públicos de las compañías para determinar los ganadores de los Premios Fortuna a las Mejores y Mayores Empresas del país en diversos sectores, que, debido a la pandemia, este año se trasladarán a fin de año.

La excelente nota de Rubinstein analiza cuáles son las medidas que debería tomar el Gobierno para consolidar el escenario Bueno y evitar el Malo, que nos llevaría a un colapso económico con dramáticas consecuencias tanto en el plano social como político.

Por ahora, estamos en el escenario Regular. La clave es preservar el aparato productivo, el entramado de empresas y empleos que tiene que salir sano de la cuarentena, idealmente sin una sola baja. Pulverizar esa curva de víctimas potenciales es fundamental.

A esa preocupación se añade la renegociación de la deuda, con un Día D bien definido, el 22 de mayo. Una cosa es la salida sin default y otra, muy distinta, con default. Tal como están las cosas, según Rubinstein, un escenario posible es que se produzca un default selectivo, semejante al del canje de 2005, cuando el ministro era Roberto Lavagna y el autor de la nota era su representante en el Banco Central.

La negociación con los bonistas regidos por la ley del estado de Nueva York es muy dura, y habrá que ver si interviene el Fondo Monetario Internacional y de qué manera. Viviremos un mayo muy intenso.

*Editor ejecutivo de revista Fortuna