Prevención

4 tendencias clave para proteger a las organizaciones de ciberataques

La Inteligencia Artificial, Zero Trust, la automatización de respuestas y la ciberresiliencia permiten a las empresas ser más ágiles, seguras y resilientes en un entorno cada vez más dinámico y desafiante.

Ciberseguridad. Foto: TIVIT

Solo en los primeros seis meses de 2025, Argentina fue víctima de 1.600 millones de intentos de ciberataques. Frente a este panorama, es importante destacar la aparición de ciertas herramientas que le permiten a las empresas lidiar con las amenazas digitales. En el Mes de la Ciberseguridad, la Inteligencia Artificial, Zero Trust, la automatización de respuestas y la ciberresiliencia  marcan la agenda defensiva de este año.

La Inteligencia Artificial emerge como protagonista dual del escenario: mientras los atacantes la utilizan para construir campañas de phishing más personalizadas, malware avanzado y ataques mediante deepfakes, las organizaciones la incorporan para detectar anomalías, correlacionar eventos y anticipar movimientos maliciosos. Pero no todo es magia tecnológica: el reto mayor recae en la confianza, la auditabilidad y la gobernanza del uso de IA.

“La IA está redefiniendo el modo en que enfrentamos los ciberataques: nos da velocidad y más precisión, pero requiere siempre supervisión humana y reglas claras para evitar nuevos riesgos”, Pablo García, BDM Cybersecurity LATAM de TIVIT.

Según el informe Cost of a Data Breach 2025 de IBM, el costo promedio global de un incidente de seguridad se sitúa en US$ 4,44 millones, lo que representa una reducción del 9% respecto al año anterior. Esta baja se atribuye principalmente a la adopción de soluciones basadas en inteligencia artificial y automatización, que permiten detectar y contener filtraciones de información con mayor rapidez, reduciendo así su impacto económico. 

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El paradigma Zero Trust cobra relevancia frente a un ecosistema tecnológico fragmentado —trabajo remoto, múltiples nubes, dispositivos diversos— y propicio para confiar menos en perímetros fijos y más en verificaciones permanentes. Su adopción no solo exige tecnologías nuevas, sino un cambio organizacional profundo: gestión avanzada de identidades, segmentación interna, políticas dinámicas y visibilidad continua.

“Zero Trust no es solo una estrategia tecnológica, es un cambio cultural: implica verificar permanentemente la identidad y el acceso de cada usuario, aplicación o dispositivo. Requiere liderazgo, capacitación y compromiso organizacional para funcionar de manera efectiva”, subrayó García.

La automatización de respuestas es otro diferenciador estratégico. Las plataformas SOAR (Security Orchestration, Automation and Response) permiten ejecutar acciones automáticas frente a incidentes repetitivos —aislar equipos comprometidos, bloquear IPs maliciosas o generar alertas inmediatas—, integrando distintas herramientas de seguridad en un solo sistema y agilizando la gestión de incidentes. De esta manera, liberan a los equipos de ciberseguridad para concentrarse en amenazas complejas. Sin embargo, este enfoque debe ir acompañado de reglas claras, monitoreo constante y la posibilidad de revertir acciones en caso de errores o falsas alarmas, para evitar daños colaterales.

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La ciberresiliencia se convierte en la piedra angular del enfoque moderno de seguridad: ya no basta con prevenir todos los ataques (algo prácticamente imposible), sino diseñar infraestructuras que puedan resistir, recuperarse y continuar operando incluso bajo ataque. Planes de contingencia, respaldos segmentados, ejercicios de simulación y estrategias de continuidad del negocio son piezas esenciales.

En 2025 vemos que la Inteligencia Artificial, Zero Trust, la automatización de respuestas y la ciberresiliencia ya no son conceptos de futuro, sino realidades que las organizaciones deben adoptar hoy. Estas tendencias están redefiniendo la forma en que enfrentamos los ciberataques y permiten a las empresas ser más ágiles, seguras y resilientes en un entorno cada vez más dinámico y desafiante”, destacó Pablo García, BDM Cybersecurity LATAM de TVIT.

La convergencia de estos pilares redefine el ecosistema de la seguridad digital. Las organizaciones argentinas que aspiren a liderar deben integrar IA con supervisión humana, adoptar Zero Trust de manera progresiva, automatizar respuestas con control y monitoreo, e institucionalizar la resiliencia como parte integral del diseño estratégico. Con datos locales y globales recientes que evidencian la magnitud del desafío, queda claro que en 2025 la adopción de estas tendencias no es opcional, sino esencial para que las organizaciones puedan enfrentar el futuro con solidez, anticipación y confianza.

RM