Las generaciones de hombres jóvenes practicamente no conocen la experiencia de ir al sastre, algo que hace décadas formaba parte de una rutina. De hecho era tomada como una actividad en sí misma con un tinte social.
Ahora se compran los trajes en el shopping, un ruedo y a otra cosa. Pero todavía existen alternativas de calidad para los que quieren lucir impecables.
Ya hablamos en esta sección de la sastrería Cammarano, una dinastía de artesanos. En ese caso los géneros juegan un rol clave. Tal es también la fortaleza de Spencer, la casa inglesa que hace 50 años que está en el país.
Ellos cuentan que sus clientes son, ante todo, exigentes. Y esa exigencia se enfoca en la practicidad afrontar la vida profesional y personal.
Sobre el cambio a través de los años, sus ejecutivos dicen "Con el transcurso de los años las exigencias se han modificado. El hombre en los años 80 buscaba una prenda holgada, suelta y con movimiento".
Dicen que "en los 90 se fue ajustando un poco más al cuerpo, con pantalones más angostos, pasando de la moda del cruzado al furor del recto de cuatro botones. Ya casi culminando con esa década se fue imponiendo el ambo de tres botones y ya comenzando el 2000 se instaló en el mercado con mucho éxito: el ambo de dos botones. Hoy en día el elegido del hombre que busca conjugar moda y sobriedad seria un ambo pegado al cuerpo , entallado, con mangas y solapas mas finas , botamangas más angostas y sin pinzas."
Lo que viene
Para el verano sostienen que "la tendencia marcada en el mundo y de a poco instalándose en Sudamérica es el regreso del traje, es decir, saco, pantalón y chaleco. También existe la posibilidad de combinar el traje con un chaleco de otro color lo cual le da un toque más moderno. Siempre sin descuidar que se encuentren bien al cuerpo, respetando el estilo y tradición de una confección a medida. La tendencia para el verano será una línea clásica en tonos grises medios y claros, linos en tonos pasteles y azul medio".
Redacción FortunaWeb
27/7/2011
