Argentina pedirá más recursos al FMI para sostener la economía y el empleo

Redacción Fortuna

La Presidenta dijo que apoyará a los EE.UU. en la aplicación de estímulos fiscales para la recuperación. Gestiones de Boudou con ministros y jefes de Estado del Club de París.

Por Carmen López Imizcoz *

Toronto, Canadá. Enviada Especial

Enfundada en un trajecito azul y de excelente humor, la presidenta Cristina Kirchner confirmó ayer que la Argentina reclamará hoy aquí, en la cumbre del Grupo de los 20, que el FMI vuelva a otorgar derechos especiales de giro (DEG) “para apuntar al crecimiento” de la economía mundial y “un mayor empleo”. El año pasado, la Argentina logró ingresos adicionales a sus cuentas por US$ 2.600 millones gracias a los DEG, con lo que maquilló el deterioro del saldo fiscal.

La jefa de Estado habló durante una improvisada conferencia de prensa en el lobby del hotel Westin Harbour, en donde se aloja para participar de la cumbre del grupo que integran las naciones industrializadas y las principales emergentes.

Respecto de la posible cancelación de la deuda de US$ 7.000 millones de la Argentina con el Club de París, la Presidenta sostuvo que “oportunamente” se analizará.

Escoltando a la Presidenta, se encontraban el canciller Héctor Timerman y los ministros de Trabajo, Carlos Tomada, y de Economía, Amado Boudou. Cristina Kirchner consideró, además, que los problemas económicos de la Eurozona “se parecen bastante” a la situación que vivió la Argentina antes de la crisis de 2001, y reiteró que rechazará ante sus pares del G20 la vía del ajuste fiscal como solución.

Precisamente, el debate entre iniciar un ajuste o mantener los estímulos fiscales es uno de los ejes de la cumbre del G20 y enfrenta a las naciones europeas, que optaron por la primera alternativa, con los EE.UU., que temen que se detenga la recuperación global.

INFORME ESPECIAL. Inici de los enfrentamientos | Fuente: FortunaWeb/Perfil.com

INCIDENTES ENTRE LA POLICÍA Y MANIFESTANTES

A pesar de la lluvia y de un gasto de US$ 1.200 millones en seguridad, manifestantes y policías se enfrentaron ayer en el microcentro de Toronto, Canadá, donde se lleva adelante la cumbre del G20.

A escasas cuadras del hotel de la delegación argentina, grupos de “demonstrators”, como llaman en Toronto a quienes protestan públicamente, se cruzaron con agentes de policía apostados en las aperturas del doble perímetro de vallas de seguridad que rodea las cuadras centrales de la mayor ciudad de Canadá.

Las consignas de los manifestantes eran sumamente heterogéneas (ecológicas, anticapitalistas, pro-inmigratorias) pero se mancumunaban bajo el grito de “peaceful protest” (protesta pacífica).

Los manifestantes incendiaron un coche de policía en el distrito financiero de Toronto y atacaron instituciones bancarias, tiendas de marcas globales como Armani y Hugo Boss, y locales de McDonald’s y Starbucks.

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Metafóricamente, la jefa de Estado atribuyó al “ADN” las posturas enfrentadas: recordó que, en la memoria alemana, está presente el surgimiento del nazismo asociado a los problemas económicos post Primera Guerra Mundial; mientras que en los EE.UU. hay temor a un alto desempleo, como ocurrió en la Gran Depresión de 1929.

“Compartimos el criterio de los EE.UU. de continuar con los estímulos y las políticas contracíclicas. El ajuste puede agravar la crisis”, aseveró la primera mandataria. Y sostuvo que, frente a sus pares del G20, expondrá “sin ánimo” de creerse dueña “de la piedra fundamental ni de haber descubierto la pólvora, sino de la experiencia” derivada de la crisis de 2001.

La Presidenta ratificó, además, que en sus intervenciones insistirá en que es “imprescindible” avanzar en la regulación de los paraísos fiscales y de las calificadoras de riesgo y también en la reformulación de organismos multilaterales porque “es ridículo que tengamos los mismos instrumentos que en el ’45”.

Estas entidades, entre las que figuran el FMI y el Banco Mundial, “necesitan un ‘aggiornamiento’ que no pase solamente por obtener más lugares en las decisiones del directorio, sino también en cambiar las políticas” que aplican, sentenció la jefa de Estado.

Respecto de aplicar un impuesto global a las transacciones bancarias, como impulsan algunos de los miembros del G20 para cubrir el bache fiscal, Cristina ratificó la negativa argentina, aunque sí pidió una regulación estricta al movimiento de capitales especulativos que cometen “maniobras de defraudación” contra las economías nacionales. Además, se opuso a que se acuerden cuestiones de política tributaria entre los miembros. “La soberanía de cada país es inviolable”, dijo.

CLUB DE PARÍS

Aunque las fuentes insistieron en que el arreglo con el Club de París que el Gobierno pretende para dejar el default no forma parte de la agenda de Amado Boudou, el ministro se cruzó con el presidente del gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero. En la charla informal hablaron de fútbol, la crisis internacional y también de un acuerdo con el Club de París. Algunos de sus colaboradores no descartan que, en el mismo tono, haya una conversación informal con la ministra de Economía de Francia, Christine Lagarde. Mientras, esta semana el Gobierno comenzará un operativo judicial internacional para lograr una convalidación del “canje exitoso”

* De la redacción de Diario Perfil.

27/6/2010

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