Sucederá en el encuentro de líderes de las mayores economías industrializadas y emergentes que representan 80% del PIB global. Priorizarán el crecimiento y la creación de empleos.
Tras el alivio por la estrecha victoria electoral en Grecia de los partidos a favor de un rescate, los líderes que asistirán a la cumbre del G20 presionarán para que se trace una estrategia duradera que salve al euro y ponga fin a la crisis financiera.
El presidente del Banco Mundial, Robert Zoellick fue contundente al asegurar que es "un momento absolutamente crítico" y advirtiendo a Europa que no desperdicie esta oportunidad para una acción decisiva.
En concreto, los países del G20 quieren saber si Europa se encamina a adoptar un plan concreto para lograr una unión financiera, fiscal y política que fortalezca la resistencia del bloque, un camino que los líderes de la Unión Europea aún no han comenzado a transitar con miras a su cumbre a fines de junio. "Vamos a seguir planteando el caso", dijo David Plouffe, un importante consejero de Obama, durante una entrevista de televisión. "Habrá avances en los próximos dos días, pero nadie debería esperar una resolución firme", agregó.
Mientras tanto, el presidente chino, Hu Jintao, dijo en entrevista a un periódico el fin de semana que los miembros del G20 deberían abordar la crisis de deuda en "un modo constructivo y de cooperación, alentar y apoyar los esfuerzos de Europa para resolverla y enviar una señal de confianza al mercado".
La crisis de deuda de Europa también dejó a la luz la necesidad de que el Fondo Monetario Internacional (FMI) tenga más recursos para enfrentarla.
Se espera que los dirigentes del G20 diseñen un plan con el compromiso de promover el crecimiento económico y la creación de trabajos, de invertir en infraestructura e impulsar el comercio, pero apegándose a sus promesas de reducir los déficit presupuestarios.
Con Agencias
18-6-2012
