Por la inflación y el cepo, todo se paga con la tarjeta

En 2012, la financiación en pesos se disparó 40% y siguen fuertes las compras en dólares. El 75% de la gente tiene más de una.

Redacción Fortuna

Por Paola Quain

“Comprar, y si es con tarjeta mucho mejor”, podría ser el lema de la mayoría de los consumidores argentinos que, para ganarle a la inflación o escaparle al cepo cambiario, están haciendo del uso del plástico todo un boom: en diciembre de 2012 los montos operados por ese medio crecieron 40% en comparación con el mismo mes de 2011, según datos del Banco Central.

Ese salto es el resultado de una serie de factores que fueron uniendo a los clientes con las tarjetas de crédito. Antes de alcanzar los $ 59.995 millones negociados por día a fin de año dentro del país (contra los $ 39.942 millones de diciembre de 2011), mucha agua cruzó bajo el puente: crecimiento de la economía, inflación, cepo cambiario, recargos en el exterior y la falta de opciones de inversión impulsaron su utilización.

Tras la crisis financiera de 2001, la recuperación de la economía y la recomposición salarial estimularon un repunte paulatino de las compras financiadas en cuotas hasta 2007.

A partir de entonces, el despegue de la inflación llevó al público a plastificar cada vez más su consumo, de modo de extender el pago de bienes durables con cuotas que se van licuando con el paso del tiempo. Así proliferaron los planes de hasta 50 cuotas en electrodomésticos o televisores, cuyas ventas se dispararon en ocasión del Mundial de Sudáfrica 2010.

“El crecimiento del número de operaciones como también del volumen operado en los últimos años es notable. En eso ayudó principalmente la guerra entre los bancos y también medidas tendientes a la formalización de la economía y la devolución de parte del IVA”, explicó Federico Gulland, vicepresidente de Desarrollo de Negocios de MasterCard, quien agregó que entre los rubros más demandados se encuentran supermercado, tecnología, indumentaria y combustibles.

“Es muy común ver que nuestros familiares y amigos cargan combustible los días que tienen descuento con sus respectivos bancos. También es frecuente que para comprar un regalo entre varias personas, una se ofrezca a usar su tarjeta un día específico de la semana en la que tiene promoción”, agregó Gulland.

Las promociones están instaladas. “Es una estrategia que representa una carga importante para el sector pero que no tenemos previsto cambiar. Se convirtió en la principal herramienta de marketing y en una buena forma de fidelizar a nuestros clientes”, advirtió el responsable de producto de un banco con respecto al repunte de los montos operados.

Plastificación. En el último año –con una inflación en 2012 de 25,6% según firmas privadas–, a la carrera contra la suba de precios se le añadió la búsqueda de alternativas para escapar a los controles cambiarios. Así, en vez de pesificarse, la economía se plastifificó. Según los datos de la autoridad monetaria, la cantidad de plásticos emitidos tan sólo en los primeros nueve meses de 2012 creció 12% (hasta los 26.787.553). Dicho crecimiento es superior al total registrado en el año previo (11%). En el mercado estiman que el 75% de los titulares de los plásticos tienen dos o más tarjetas. “En julio y agosto pasado vimos cómo la compra de paquetes turísticos se disparó por la posibilidad de pagarlos al tipo de cambio oficial y en moneda local porque el cepo cambiario ya tenía plena vigencia. La gente planificó sus vacaciones con mucha anticipación”, explicaron en un banco de capitales nacionales.

En paralelo, siguieron en alza las compras con tarjetas en dólares en el exterior, que venían aumentando por las ventajas del tipo de cambio en Miami. Las cifras del Banco Central lo confirman: hasta el 31 de diciembre se operaron en promedio por día US$ 237 millones con tarjeta, un movimiento que no sintió el impacto ni del anuncio en septiembre del recargo de 15% para las compras en el exterior. Los primeros números de enero muestran una tendencia similar, con compras afuera en promedio de US$ 267 millones, 17% más que en el promedio de todo enero de 2012.

En los bancos señalaron que las compras fuera del país se mantendrán en alza. Con un tipo de cambio oficial de $ 4,97, el dólar tarjeta llega a $ 5,72, cifra que está muy por debajo del blue, que está en $ 7,62.

Este artículo fue publicado en la edición impresa del diario PERFIL.

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