Directorios y riesgo empresario

Redacción Fortuna

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Por Sergio Verde Fassa (*)

¿Por qué el Directorio –cuyo máximo objetivo garantizar la sustentabilidad de la empresa en el largo plazo- se ve involucrado en cada crisis que atraviesa la empresa, lo que supone generalmente el más cortísimo plazo que una organización pudiera enfrentar? Porque es precisamente el Directorio quien debe velar por una adecuada anticipación y prevención de los posibles riesgos que la empresa pudiera afrontar, utilizando herramientas y recursos avanzados de mapeo y administración de riesgos, generando comités de prevención de crisis, manteniendo una actitud proactiva y sostenida de planificación de escenarios que actúen como disparadores de probables situaciones de crisis antes de que ocurran y nos sorprendan en el mundo real.

Identificación de Criterios de Riesgo. Hay dos criterios clave para evaluar una crisis: el riesgo implícito, considerando su probabilidad de ocurrencia y el daño potencial, con el consecuente impacto económico que pueda acarrear.

Aquellos riesgos a los que un directorio experimentado debe prestarle mayor dedicación son, en primer lugar, de tipo estratégico vinculados a desastres accidentales o naturales, de impacto ambiental, social, legal o reputacional, o bien oportunidades y líneas de negocios en vías de extinción, productos o servicios que se vuelven una repentina amenaza social o sorpresivas pérdidas que puedan afectar la línea de sucesión de la empresa, incluyendo conflictos de intereses entre accionistas, un aspecto aún mas sensible desde el arribo de directores del Estado a muchas sociedades argentinas.

En segundo término, se perfilan aquellos riesgos de tipo operativo en donde esté en juego la continuidad operacional o comercial, o bien vinculados a recursos humanos, riesgo informático y otros aspectos propios que puedan interrumpir procesos, flujos o servicios clave.

En tercer lugar, aparecen aquellos riesgos a los que usualmente se les otorga el principal protagonismo desde una visión generalizada de corto plazo: los riesgos financieros, vinculados a cuestiones crediticias, fluctuaciones de la tasa de interés, el precio, el tipo de cambio, la liquidez, entre otros aspectos.

¿Cómo anticiparse entonces a todos estos riesgos emergentes? Es vital que el Directorio esté caracterizado por la experiencia y la idoneidad profesional de sus miembros ya que un excelente desempeño técnico en un área específica de la gestión no garantiza una performance a la altura de las exigencias de un directorio profesional. Es recomendable, además, preferenciar la conformación de un grupo interdisciplinario que pueda aportar diferentes miradas a los problemas y nuevas situaciones y contar con un número óptimo de directores independientes –de los accionistas como de la gestión- que impulsen una visión estratégica objetiva de largo plazo.

(*) Relaciones Institucionales. Programa DEC – Director de Empresas Certificado

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