La Presidenta habló dos veces con Moreno sobre dólar y precios

Fuertes críticas a Capitanich y Kicillof. "¿Por qué no le dan un cargo a Alfredo Coto?"

Redacción Fortuna

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Guillermo Moreno habló con la presidenta Cristina Kirchner dos veces tras su salida de la Secretaría de Comercio para asesorarla. La última vez fue para alertarla de que el plan del jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, y del ministro de Economía, Axel Kicillof, de importar tomates era una medida “incorrecta”, confirmaron fuentes oficiales.

La primera fue una semana antes del “tomatazo”. Entonces le explicó a la Presidenta que la devaluación oficial acelerada no cerraría la brecha con el blue. Moreno quiere más cepo.

En ambas comunicaciones hubo críticas a los estilos de conducción de Capitanich y Kicillof.

Moreno recuerda que Juan Perón definía a la política como el arte más alto. Desde esa mirada si el político se concentra en el tomate, no puede liderar la macro. En términos de internas, Moreno es más concreto: ¿cómo puede ser que un tipo con experiencia política como Capitanich le haya hecho caso a Alfredo Coto? El jefe de Gabinete admitió que la decisión de importar tomates surgió luego de una reunión con el líder supermercadista. ¿Por qué no le dan un cargo a Coto? se preguntaba Moreno.

Con Kicillof tiene otra deuda pendiente. Llegó a un acuerdo para que el ministro de Economía no despida a su personal de confianza en Comercio, el Indec y el Mercado Central. Kicillof frenó el nombramiento de 234 empleados en el Instituto de Estadística y Censos que Moreno había acordado con el ex ministro Hernán Lorenzino. Sólo se fueron una decena de funcionarios de Moreno, entre ellos, María “Pimpi” Colombo, subsecretaria de Defensa del Consumidor.

Acaso por ello Moreno se siente vengado cada vez que Augusto Costa, que ahora ocupa su silla, y mitad derecha del cerebro de Kicillof, tiene que pedirle a los empresarios los mismos datos sobre cómo se estructuran los costos en las cadenas de valor que Moreno había reunido con disciplina durante su gestión. Ninguno de los nuevos funcionarios de Comercio encontraron las planillas y cuadernos que constituyen la base de datos más valiosa del país.

Sonríe porque sabe que Costa no lo puede llamar. No sólo porque desconfiaría de los datos de Moreno, también porque Kicillof se lo prohíbe por la misma desconfianza.

Al fin y al cabo, recuerda Moreno, “Alec”, como nombraba al ex viceministro de Economía, se hizo fuerte auditando la pelea que tenía con el ministro de Planificación, Julio De Vido. Cuando se reunían con la Presidenta, en 2011, De Vido decía que habría que importar uno o dos barcos de gas licuado. Moreno exageraba y decía que era el triple. Kicillof dictaminó que ambos estaban errados.

Publicado en la edición impresa de Diario PERFIL del domingo 19 de enero de 2014