El real cae a su nivel mínimo en casi 10 años

La moneda brasileña cayó un 1,8% el jueves, su quinta baja seguida al cotizar a 2,56 unidades por dólar. El anuncio de Dilma Roussef sobre su lucha contra la inflación.

Redacción Fortuna

El real brasileño se depreció por quinta sesión consecutiva y tocó ayer su menor valor en más de nueve años. En efecto, cayó un 1,8% frente al dólar estadounidense, moneda que finalizó la sesión en 2,560 reales para la venta.

Se trata del mayor valor desde el 20 de abril de 2005, según los datos del Banco Central de ese país.

La noticia no solamente generó preocupación en el Gobierno de Dilma Roussef; también entre economistas que alertaron efectos.

El mercado brasileño también está a la espera de que la presidenta brasileña, recientemente reelecta, anuncie el nombre de su futuro ministro de Hacienda en la segunda quincena de noviembre.

En el marco de esos acontecimientos. Roussef anunció que intensificará su lucha contra la inflación y fortalecerá las cuentas públicas con recortes de presupuesto. En una entrevista con los cuatro principales periódicos del país, Rousseff aseguró que el Gobierno tendrá que "hacer los deberes" buscando recortar gastos y no depender de las tasas de interés para frenar la inflación.

"Necesitamos endurecer los controles para la inflación", señaló Rousseff según citó el diario Folha de Sao Paulo. "Tenemos un problema interno con la inflación", agregó la mandataria.

La líder está bajo una creciente presión para limitar el gasto público, reducir los aumentos de precios, y revitalizar la economía para ganarse nuevamente la confianza y el favor de los inversores, preocupados por su tendencia hacia una política económica dirigista y estricta.

Rousseff dijo que los gastos del Gobierno serán revisados "a través de una lupa" y sugirió que los cambios se implementarían gradualmente, según el sitio web del periódico O Globo. No especificó qué recortes se aplicarían al presupuesto, pero agregó que "varias partidas pueden ser reducidas".

La depreciación del real es preocupante para la región y, en especial, para la Argentina que se suma al contexto local de caída de exportaciones y ventas a Brasil.