Las catas virtuales y las apps se instalan en el mercado del vino

Por Josefina Hagelstrom | Durante la última edición de la Semana del Vino se pudo seguir en vivo vía Twitter las degustaciones de las 54 vinotecas mientras que los asistentes pudieron rankearlas desde sus celulares.

Redacción Fortuna

Las catas virtuales y las aplicaciones para vinos fueron las novedades que tuvo la última edición de la Semana del Vino. Así, vía Twitter, las personas pudieron seguir en vivo las degustaciones de las 54 vinotecas que participaron de las catas presenciales; mientras que los asistentes pudieron rankearlas desde sus celulares.

A cargo de la cata virtual estuvo Mariano Braga, sommelier que además dicta cursos mensuales de catas virtuales para argentinos en el exterior o extranjeros interesados en los secretos del vino.

“Empezamos el año pasado y la recepción fue buenísima. Tenemos alumnos de Dubai, México, hasta de China”, cuenta. Para las clases utiliza una cámara en vivo con un chat para que quienes participan puedan compartir ideas o preguntas. Y cada semana hay módulos y apuntes teóricos para bajarse y complementar lo que se aprende en cada clase virtual. “Hay un ida y vuelta. Yo propongo un tema y con las 10 o 15 personas que participan repasamos la técnica de cata, junto con las dudas que vayan surgiendo”, explica.

Entre sus clientes hay azafatas, dueños de vinotecas, restaurantes o servicios de catering. “Suele ser gente relacionada con la gastronomía o los servicios que no tiene mucho tiempo, y si bien perdés la sutileza de estar en contacto, la tecnología te permite romper barreras”, concluye Braga.

Otro de los nichos son las aplicaciones móviles. En la semana del vino se utilizó WinLike, con la que los interesados puntuaron los vinos que iban probando y armaron un ranking propio. Así, los asistentes pudieron visitar en tiempo real a las bodegas más votadas.

En Argentina, el periodista Joaquín Hidalgo y el sommelier Alejandro Iglesias desarrollaron Vinomanos, que ya cuenta con más de veinte mil descargas y mil vinos cargados. “Nos propusimos hablarle al que no sabe de vinos, para que pueda elegirlos según la comida o la situación de consumo; si le vas a regalar una botella a tus suegros, o si vas a comer un asado”, cuenta Hidalgo. En el mundo, un caso de éxito es Vivino (Dinamarca), que tiene cinco millones de descargas y permiten probar un vino y comparar lo que dijo el resto del mundo sobre ese vino, y acceder a información relevante, como precio y opiniones, sacándole una foto a la etiqueta.

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