El Gobierno nacional pidió a sindicatos afines negociar aumentos salariales por debajo del 30%. La estrategia de la Rosada.
La Casa Rosada piensa que contener las paritarias por debajo del 30% servirá como señal fuerte de desaceleración de la inflación anual.
Al menos este fue el reclamo que hicieron los ministros de Economía, Axel Kicillof; y de Trabajo, Carlos Tomada, a la CGT oficialista, entre ellos, a su secretario general, Antonio Caló.
Sabido es el reclamo que persiguen los gremios respecto del ajuste del mínimo no imponible para salarios gravados por el Impuesto a las Ganancias.
En contrapartida, el Gobierno nacional pretende limitar esas paritarias con cambios en Ganancias.
Según anticipa el diario La Nación, ese mensaje ya lo sabe la CGT oficialista, cuyos sindicatos más importantes dieron señales de que aceptarían un trato salarial por debajo de 30%.
Así, si las paritarias oscilan entre un 25 y un 30%, el Gobierno lo consideraría un éxito, teniendo en cuenta que la media de 2014 estuvo entre 30 y 32%.
Estas cifras posibilitarían ejercer cierto control sobre la inflación, a la que el Ministerio de Economía proyecta en un 15% anual, según la ley de presupuesto.
Para lograrlo, se estaría evaluando un proyecto de ley para reformar el impuesto del que no trascendieron detalles.
Salvo la negociación de los docentes y algunas dependencias públicas, la mayoría de las paritarias que debían negociarse en el primer trimestre fueron aplazadas con pagos a cuenta. Hubo unas pocas excepciones, como la del personal no docente de universidades privadas, que cerró un alza de 38% en dos cuotas, o la Unión de Trabajadores de Entidades Deportivas y Civiles, que pactó un 30% en tres pagos.
