De CFK a Macri, no hay fin de ciclo para Eurnekian

“Es razonable” llevarse bien con la Presidenta y estar cerca de otros candidatos, dice el rey de los aeropuertos. Explica por qué compró activos Petrobras en el Sur y advierte sobre los riesgos de no negociar bien con China.

Redacción Fortuna

Mientras el leitmotiv de los empresarios es esperar el recambio político para definir inversiones, minimizando cualquier roce con la actual administración, Eduardo Eurnekian, uno de los hombres de negocios más poderosos del país, se da otros lujos. Con una fortuna de US$ 1.900 millones según Forbes, controla 53 aeropuertos en América Latina y Europa. Además, se expande en energía, ganadería, construcción y tecnología. Hace tres meses ganó, junto con otras firmas, la licitación para la construcción de la represa Chihuido I en Chubut, por US$ 1.500 millones. Y hace una semana cerró la compra de activos de Petrobras en Santa Cruz por US$ 101 millones. Todo sin esquivar demostraciones políticas cuando se le presenta la oportunidad. Por un lado suele compartir el estrado con la presidenta Cristina Kirchner para inaugurar obras, y de hecho es posible que la acompañe en una próxima gira oficial a Moscú, donde se podrían rubricar acuerdos con Inter Rao, la empresa rusa que financiará la obra energética chubutense. Al mismo tiempo, no oculta que compró a través de su holding Corporación América una mesa de $ 500 mil en la cena para recaudar fondos para la campaña presidencial de Mauricio Macri.

—Muchos colegas suyos esquivan dar demostraciones políticas. Usted no. ¿Por qué?

—¿Vos querés un país democrático, no?  Yo también. ¿Qué tiene de malo ir con un candidato o estar con la Presidenta? Es razonable.Hay cosas del Gobierno que no me gustan, pero de ahí a que estemos temerosos por posibles represalias...

—El recambio político congela decisiones de negocios, pero usted avanzó con la compra de Petrobras, y viene de ganar Chihuido I. ¿Es porque tiene “espalda” para afrontar esos riesgos?

—Son varias cosas. El negocio del combustible y el petróleo es estratégico. Uno no empieza a trabajar en el tema sólo por estar ahí, como un observador. Es tomar la decisión e ir profundizando la presencia en el sector. Así que empezamos con esa línea de inversión convencidos de ello, en un sector que es una nueva oportunidad desde la nacionalización de YPF. Como todo el mundo sabe, además, la Argentina es atractiva para la inversión internacional. Eso, más un plus: es el momento oportuno para invertir.

—¿El “ruido político” no le genera dudas como aducen otros empresarios?

—Nadie tiene la bola de cristal. Es cuestión de arriesgarse y tomar la decisión. Salvando las distancias, es como cuando uno forma un matrimonio.

—El Gobierno ha decidido aliarse con países como China o Rusia. ¿Qué opina?

—No comparto la palabra “aliarse”, porque alianzas hay que hacer con todos en el mundo. Otra cosa es hablar de “asociaciones estratégicas”. En la medida de que tengamos la capacidad de negociar cada contrato de obras sin que se afecten los productos de origen nacional, es positivo, siempre que no derive en la importación masificada de bienes cuya producción tenemos que sostener mientras están en proceso de internacionalización.

De Manes a la ‘masa crítica’ en Brasil

Una vez por año, Eduardo Eurnekian se controla la memoria con el neurocientífico de moda Facundo Manes. Según el médico, está óptimo.

Desde esa lucidez, Eurnekian, de 82 años, piensa en la expansión de sus negocios con Brasil como punto de inflexión. Y no sólo se percibe eso por su avance sobre Petrobras, que incluso podría tener otro capítulo con compras de estaciones de servicio.

También se explica por la integración de su fábrica de semiconductores Unitec Blue, de Chascomús, con lo que era Six, una empresa de Eike Batista, que pasó a controlar el año pasado tras inyectarle casi US$ 20 millones. Así, suele explicar Eurnekian, busca hacer “masa crítica” en los distintos rubros donde crece, para poder competir en “las grandes ligas”. Brasil y la Argentina juntos pueden mover unos US$ 8 mil millones en esta tecnología que se usa en autos, celulares y remedios.

Por Jairo Straccia. | Esta nota fue publicada en la Edición Impresa del Diario Perfil.

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