Por mes cierran 12 estaciones de servicios. Crecen las demoras y la preocupación en el sector.
En los últimos 15 años la cantidad de surtidores en el ámbito porteño y el conurbano se redujo un 33%.
De acuedo a datos de la Confederación de Entidades del Comercio de Hidrocarburos (CECHA) publicados por Clarín, a principios de siglo Argentina contaba con 6.628 expendedores de nafta. En 2005, tras la crisis, quedaron 5.528.
No obstante, y a partir de ese período, los cierres se hacen cada vez más evidentes al punto de generar largas colas de vehículos.
Por ejemplo, en abril pasado se registraron sólo 4.434 locales, de los cuales el 40% está en Capital y Provincia.
Esto equivale al cierre anual de 146 estaciones, 12 por mes o 3 por semana durante 15 años. De esas bajas, 121 ocurrieron en los últimos tres años. Y donde antes funcionaban los surtidores hoy se ven edificios, supermercados o baldíos.
En simultáneo, se sumaron al tránsito más de tres millones de vehículos. Si antes había un punto de carga cada 1.531 autos, hoy cada una debe atender más de 3.000.
En el sector atribuyen los cierres a que el negocio es cada vez menos rentable. Prueba de ello es el constante cierre de estaciones más chicas o las llamadas estaciones "blancas", que no tienen la bandera de ninguna petrolera.
