El viento de cola del Pos-Kirchnerismo

Por Federico G. Rouco, Licenciado en Economía por la UCA.

Redacción Fortuna

El próximo gobierno se enfrentará a unas condiciones externas e internas altamente desfavorables, lo que condicionará cualquier decisión de política económica. A pesar del impacto que la situaciones internas de Brasil y Argentina tienen en la dinámica de comercio bilateral, hay variables exógenas que son influyen directamente la economía e inciden en las principales variables macroeconómicas. En países con la estructura productiva como los aquí analizados, los precios de las commodities y la tasas de interés que la Reserva Federal establece son especialmente relevantes, dada su condición de país precio-aceptante y tomador de crédito a nivel internacional.

El Índice de Viento de Cola (IVC) es un indicador cuya finalidad es mostrar las condiciones externas a las que se enfrenta la economía argentina. Para su cálculo, se toma en cuenta el índice de precios de materias primas y la tasa de interés nominal fijada por la Reserva Federal, ambos ajustados por el índice de precios al productor estadounidense y el índice de precios al consumidor, respectivamente. Los índices que se utilizan para ajustar las variables principales son estadounidenses debido a que se intenta corregir variables nominales (la tasa de interés es ajustada por el índice de precios y los precios de las materias primas se ajustan por los precios al productor).

De esta forma, se obtiene un cálculo que sirve para comparar contextos a partir de fijar un punto base, teniendo en cuenta que una mejora en los precios reales de las commodities mejora las oportunidades argentinas mientras que una suba de la tasa de interés real reduce las oportunidades y empeora el contexto por varios canales de transmisión.

Así, se puede conocer si un gobierno se enfrenta a un contexto más o menos favorable que otro y, también, es posible identificar cuánto de la performance en comercio exterior se debe a algo exógeno, que no es manejable por los hacedores de política económica. Por ejemplo, con este índice se puede demostrar que el contexto internacional que se experimentó durante el periodo 2003-2015 fue ampliamente mejor al experimentado durante la segunda mitad de 1990, a tal punto que el contexto en junio de 2015, uno de los niveles más bajos del periodo tras la fuerte baja en el precio de los commodities agropecuarios, estuvo apenas por debajo del pico de 1996.

IVC

Desde 1995 hasta 2015 hubo seis ocasiones en las cuales comenzó un mandato presidencial, más allá de que no hubiera cambio de jefe del poder ejecutivo. En diciembre de 1995, el IVC era de 67,5 puntos. Así expresado, este nivel solo refleja una caída con respecto al momento que se eligió como base 100, en enero de 1971. Sin embargo, sí es útil comparar entre distintos momentos, no tanto en magnitudes pero sí en cuanto a la brecha de IVC. Tanto en diciembre del 1999 como  a fines del 2001, el IVC había caído a 46 puntos, un 32% por debajo del nivel con el que comenzó el segundo mandato de Carlos Menem. Para mayo del 2003, momento en el que asume Nestor Kirchner, el IVC se había recuperado levemente hasta los 55 puntos.

Vale aclarar que este aumento es independiente de la devaluación que tuvo lugar en enero del 2001, debido a que solo considera condiciones externas, eliminando toda variable interna. Luego, el IVC tuvo su mejor época, creciendo hasta 103 puntos para cuando asumió Cristina Fernandez de Kirchner. Al comienzo del segundo mandato, en diciembre del 2011, el IVC estaba por debajo del valor de 2007, aunque duplicaba los niveles de 1999-2001, ubicándose en 90 puntos. Al momento de escribir este informe, el IVC se ubica alrededor de los 70 puntos, lo que se debe a una caída en el índice de precios de las materias primas. Sin embargo, a futuro, la expectativa de suba en la tasa de interés estadounidense y su consiguiente impacto en los precios de las commodities (principal exportación local) generará una mayor caída en el indicador, que se proyecta cercana a los 15 puntos en los próximos tres años. De esta forma, las condiciones externas para nuestro país durante el mandato del próximo presidente serían similares a las que experimentó Nestor Kirchner en la segunda mitad de su mandato, aunque el rasgo característico es que, mientras Kirchner veía una mejora en las mismas, el próximo presidente verá una caída.

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Federico G. Rouco es Licenciado en Economía por la UCA y la University of Leeds y está cursando el Posgrado en Economía Social de la UCA. Además es Analista Económico de la Fundación Libertad y Progreso.

Twitter: @fgrouco

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