
«El consumo aparente de calzados en el primer semestre de 2017 mostró una suba del 6,3%, al alcanzar los 71 millones de pares frente a los 67 millones de igual período de 2016. Ello no necesariamente implica un mayor consumo, sino que podría estar explicado por una generación de stocks de productos importados y estar en la actualidad en los inventarios de las empresas», sintetiza un informe de IES consultores.
En el primer semestre de 2017, las importaciones alcanzaron los u$s 314,9 millones, un 16,5% por encima de los u$s 270,4 millones del mismo lapso de 2016. «Con respecto a las cantidades, en el acumulado a junio de 2017 alcanzaron los 15,2 millones de pares, un 27,5% superior a los 11,9 millones de igual período de 2016», agrega el trabajo.
Medidas en volúmenes, las ventas externas se incrementaron en un 12,7% al alcanzar los 258 mil pares, frente a los 229 mil pares de igual período de 2016. «En valores, presentaron un comportamiento expansivo en todos sus componentes, con un incremento del 22,5% al alcanzar a los u$s 5,7 millones frente a los u$s 4,6 millones de igual período de 2016», agrega.
El destino de las exportaciones en el acumulado a junio de 2017 continuó marcando una fuerte concentración en el mercado regional. En el primer lugar se ubicó Uruguay, con el 36,2%; seguido por Chile, con el 28,9%; Paraguay, con el 9,4% y los Estados Unidos, con el 9,1%. El aspecto más importante fue la caída de las ventas a Brasil, que se había caracterizado como principal destino en años anteriores.
El origen de las importaciones de calzado en el primer semestre de 2017 mostró a Brasil como el principal proveedor externo, con una participación del 36,3% de los valores de importación. China fue el país que lo siguió con el 25%. En tercera posición se ubicó Vietnam, con el 23,8% de las importaciones (con un importante crecimiento respecto de los últimos dos años). En cuarta posición se ubicó Indonesia, con el 11,1%. .
Para Alejandro Ovando, director de IES Consultores “el sector de calzados tiene como perspectiva un proceso de reducción de la oferta local y de mayor variedad importada por las nuevas políticas económica”.
Hasta las empresas de «industria local» cierran cadenas de producción e importan Kits prearmados que ensamblan con mínima mano de obra.
Y esto es por ahora algo coyuntural, ya saben que en breve o son importadoras y bajan persianas o desaparecen.
Una economía cada vez más primarizada con enormes sectores de población condenados a subsistir como cuentapropistas y changas y los que quedan con perspectivas de salarios chinos.
Allí está el problema : No poder competir con los jornales de arroz que pagan en China ,Vietnam
u otro fabricante del los tigres asiáticos ,si hacemos eso se cae toda la estantería. El salario en nuestra ARGENTINA tiene mínimo un 60% de impuestos que tienen que pagar todos los fabricantes no clandestinos .