Qué puede pasar si no se cumplen las metas de inflación

Con el IPC de septiembre, de 1,9%, la inflación acumulada (17,6%) superó la meta máxima del BCRA, del 17%. ¿Cuáles podrían ser las consecuencias ante el incumplimiento de ese objetivo?

Redacción Fortuna

En Mar del Plata, los empresarios se mostraron sorprendidos por el 1,9% de inflación en septiembre. Si bien fue mayor a las expectativas que tenía el establishment y en el Gobierno, lo llamativo es que ya el IPC de la Ciudad de Buenos Aires había dado 1,6% para septiembre, o sea que la inflación del Indec fue mayor en 0,3 p.p. "A mí no me causó sorpresa --dice el economista especializado en moneda, Diego Giacomini--. A mí me había dado 1,7%. Así que no estoy nada sorprendido". Con este valor se superó la meta máxima propuesta por el Banco Central, del 17%, ya que el acumulado alcanza a 17,6%. ¿Qué consecuencias podría traer esto?

Primero, la explicación del incremento del IPC, según analiza brevemente Giacomini, es: "El Banco Central le está pifiando con la política monetaria, es así de simple. El BCRA está siendo expansivo con su política monetaria".

El tema es que con el actual índice inflacionario, el acumulado en lo que va del año da 17,6%, por encima de la meta que se había propuesto Federico Sturzenegger, presidente de BCRA, para todo el año, de entre el 12 y 17%. Giacomini analiza: "Minimizar la trascendencia del incumplimiento de la meta no es positivo. Tanto la teoría como la evidencia empírica demuestran que no es lo mismo cumplir que no cumplir la meta. La ciencia económica muestra que el incumplimiento tiene costos, es decir, no es gratis".

"El cumplimiento de la meta de inflación genera reputación y credibilidad para el BCRA --twiteó el economista--, facilitando que se sigan cumpliendo las metas y se baje más y más rápido la inflación en el futuro. La reputación se relaciona con el pasado, la credibilidad con el futuro. La reputación se genera alineando lo dicho y pre establecido con lo finalmente hecho, es decir, cumpliendo la meta.".

Por el contrario, continúa, "el incumplimiento de las metas de inflación actúa negativamente sobre la reputación y la credibilidad del BCRA, afectando tanto su capacidad de influir sobre las expectativas de inflación del público como su poder para bajar la inflación. Si el público no le cree al Banco Central y no baja sus expectativas de inflación, la inflación terminará no bajando y reduciéndose menos de lo previsto, lo que termina probablemente en un nuevo incumplimiento".