CEO de Telecom: "Argentina tiene que ser competitiva”

Por Claudio Celano Gómez /Carlos Moltini, CEO de las fusionadas Telecom y Cablevisión, afirma que la devaluación cambió sus planes de inversión.

Redacción Fortuna

El país necesita racionalidad. Necesitamos abandonar la excepcionalidad de las cosas. El mundo funciona sobre lo racional y hacía eso tenemos que ir”. Lejos de ser la frase de un mentor o un gurú espiritual, la definición de lo que espera para el futuro la da nada menos que Carlos Moltini, CEO de Telecom Argentina, la nueva compañía que se creó a partir de la fusión de Telecom y Cablevisión.

Luego de casi un año de idas y vueltas, de un profundo análisis de Defensa de la Competencia y del Ente Nacional de Comunicaciones (ENACOM), la fusión entre ambas compañías fue aprobada y Moltini asumió el desafío de ser el capitán de este nuevo gigante en el negocio de las telecomunicaciones. A más de un año desde que la nueva empresa está en funcionamiento, y con la convergencia y la búsqueda del liderazgo en el cuádruple play como objetivo principal, el CEO recibe a Fortuna en sus oficinas y habla de todo: cómo fue planificar la compañía con un dólar a $ 20 que luego superó los $ 40, las inversiones que llevaron a cabo y las que debieron aplazar, el impacto de las elecciones en el corto y mediano plazo, las reformas que debe encarar el nuevo Gobierno y su plan estratégico para consolidarse como la empresa líder del sector y superar los $ 168 mil millones facturados en 2018.

Fortuna: ¿Cuál es el balance que hace del primer año de Telecom-Cablevisión como empresa unificada, porque el país cambió en medio de esta fusión?

Moltini: Arrancamos esta nueva compañía el primero de enero de 2018. Nos llevó casi tres meses armar un plan para entender bien cuál era nuestro norte y qué queríamos hacer. Así fue como definimos tres pilares fundamentales: uno de infraestructura, uno de IT y otro de transformación cultural. Todo bajo un objetivo muy claro, que es el de ser la compañía líder de telecomunicaciones en el país. Esto significa ser líderes en ventas, en market share y en el indicador que nos permite medir la aceptabilidad que tiene los productos frente a los consumidores. Estos tres pilares están enmarcados en una inversión de u$s 5.000 millones que íbamos a llevar adelante entre 2018 y 2020. Empezamos con toda la energía. Pero el país cambió. Hay una vida con el dólar a $ 20 y otra a $ 40. No modificamos el plan original, pero en vez de ejecutarlo en tres años lo vamos a tener que hacer en un plazo más largo.

Fortuna: Al salto en 2018 de más del 100% en el tipo de cambio ahora se le suma la incertidumbre política por las elecciones. ¿Cómo les afecta este panorama?

Moltini: Nosotros no tenemos un plan en función de uno u otro candidato. Tenemos un norte de ejecución hacia adelante. Obviamente que lo que quisiéramos es que la opción de gobierno hacia adelante sea racional. Estamos expectantes para ver qué sucede con las elecciones. No tengo duda de que no nos da lo mismo una cosa que la otra. Creemos que hoy hay muchas chances de que lo racional se imponga sobre lo irracional. La alternativa que le permita al país operar bajo las mismas normas que operan los países de alrededor. El país necesita racionalidad. Necesitamos abandonar la excepcionalidad de las cosas. El mundo funciona sobre lo racional y hacía eso tenemos que ir.

Fortuna: ¿A qué define como racional? Porque también podría haber subjetividad en lo que eso significa.

Moltini: La racionalidad está en tener cuatro o cinco preceptos económicos centrales. Una tasa de cambio lógica y predecible, una inflación controlada, un Banco Central eficiente y superávit fiscal y comercial. Sin estos fundamentals, y con un país que gasta más de lo que tiene, en definitiva tendremos distorsiones. Y es precisamente ahí donde entramos nuevamente en el camino de la irracionalidad. Argentina necesita racionalidad y esperamos que la propuesta que gane tenga que ver con esto. Apostamos por esta situación y por eso invertimos más de u$s 1.300 millones el año pasado y este año será otra gran cantidad en infraestructura. Creemos que la alternativa racional es la que va a imponerse a la hora del resultado electoral. La gran mayoría en la Argentina creo que no quiere ir a una opción irracional donde la cuestión caótica sea la que se imponga.

Fortuna: Usted dice que las elecciones no cambian el norte que tomó la empresa, pero debieron aplazar inversiones por la política y también por la economía. ¿De los u$s 5.000 millones que invertirían en tres años, en qué etapa están y en cuántos años completarían estas inversiones?

Moltini: A los u$s 1.300 millones que invertimos en 2018, este año le sumaremos entre u$s 800 millones y u$s 900 millones. El monto final tendrá que ver con el tipo de cambio porque las inversiones son en dólares. La compañía lo que hace es invertir los pesos que genera, los transforma en dólares y estos se invierten en infraestructura.

Fortuna: ¿Y el resto de los casi u$s 3.000 millones, cuándo creen que finalmente se invertirán? Porque ahí es donde la racionalidad del país de la que usted habla entra en juego.

Moltini: Hace un tiempo pensaba que iban a invertirse en algo menos de cuatro años, pero pensaba que el tipo de cambio estaría más cerca de los treinta y pico que de los cuarenta y pico. Todo estará supeditado a dos variables. Por un lado, al tipo de cambio, pero por otro a la posibilidad de que los bolsillos de la Argentina permitan hacer un pass throught de dólares a las tarifas para poder resolver la ecuación. Hoy la Argentina tiene tarifas, de los servicios que nosotros ofrecemos, muy por debajo de los estándares internacionales y de la región. En EE.UU., una tarifa de triple play se paga aproximadamente u$s 150 en su plan más básico. En la región el valor ronda los u$s 100. En nuestro país es mucho menos, y está por debajo de los $ 2.500, es decir cerca de u$s 55. Las compañías necesitamos tener tarifas más acompasadas a las necesidades de inversión que requiere esta industria. Técnicamente es la misma discusión que existe en las tarifas públicas. Tener tarifas atrasadas significa infraestructura atrasada y esto lleva a clientes descontentos y a no tener la posibilidad de desarrollar hacia adelante. Sin infraestructura que esté acorde a la demanda y a la necesidad de la gente se atrasa la sociedad. Y la única manera de resolver esto es invirtiendo con infraestructura disponible y esto tiene que salir de la tarifa que se paga por el servicio.

Fortuna: Con estos vaivenes, ¿cuál es el balance que hace del primer año de Telecom-Cablevisión?

Moltini: Nuestro balance es muy positivo porque avanzamos mucho y creemos que las pruebas se ven en la calle. Sin los sistemas unificados ya tenemos una propuesta convergente para nuestros clientes. A pesar de este proceso de fusión, la empresa nunca estuvo ni paralizada ni al borde de no ser operada. Cada empresa y marca siguió funcionando y avanzamos en los tres pilares que habíamos definido. En Infraestructura trabajamos en tres ejes centrales: apuntar a tener la mejor red fija y móvil con la mayor cantidad de cobertura y capacidad, por lo que pasamos de 400 a 900 nuevos sitios por año. El segundo eje es la de ampliar la red fija, con nuevas zonas. Y, el tercero tiene que ver con la unificación de lo que son las redes core, porque Cablevisión tenía la suya, Telecom la suya; entonces estamos trabajando en unificarlas bajo una plataforma única. El segundo pilar, el de IT, estamos con dos proyectos muy grandes. Uno tiene que ver con el relacionamiento con los clientes, para que la compañía pueda tener una única forma de operar y una mirada con centro en el cliente hacia la convergencia y otro con los procesos internos, es decir tener una única administración, con procesos únicos que brinden mayor eficiencia. El tercer eje, el de transformación cultural, apunta a tener una organización que ponga al cliente en el centro de todas las decisiones que toma y tener una única cultura. Estamos bien encaminados.

Fortuna: En todo proceso de fusión suele haber solapamiento de puestos y empleados. ¿Cómo manejaron este tema y cuál fue la relación con los sindicatos de las empresas?

Moltini: Fue y es un desafío muy grande. Ahora hay diferentes convenios laborales. La compañía tiene múltiples sindicatos. Entre seis o siete contando a los telefónicos de AMBA y a los del Interior, el Sindicato Argentino de Televisión que venían del Cable, el de Comercio que afecta a los call centers, la Uocra con nuestros contratistas y algunos sindicatos particulares como el de supervisores. En definitiva, a lo que estamos apuntando es a una dinámica de negociación en la búsqueda de un nuevo convenio convergente que permita operar una compañía de una manera diferente de lo que se venía operando para pasar a ser una compañía que hoy es cuádruple play, pero mañana seguiremos hasta ser N play.

Fortuna: Hace un tiempo, hablando del mercado laboral, usted dijo estar de acuerdo con Marcos Galperin, de Mercado Libre, de que hay una legislación no acorde a las necesidades del país. ¿Usted se imagina un nuevo convenio de trabajo para este contexto de convergencia? ¿Cree que el nuevo gobierno debe encarar una reforma laboral?

Moltini: Él lo habla desde el sentido común y yo concuerdo con él. Cerca del 35% de las exportaciones industriales argentinas son a Brasil. Argentina les vende porque son productos de buena calidad y más baratos que hacerlos en Brasil. Si no, ellos lo harían allá. Es simple. Entonces, si Brasil encara una reforma laboral, una reforma previsional, tiene una inflación controlada y un tipo de cambio que gestionan, debemos pensar seriamente cómo vamos a hacer productos buenos y baratos. Tenemos que ser mejores. Acá no podemos seguir pensando en que somos un país aislado y que vivimos con lo nuestro. Argentina necesita además de racionalidad, ser competitivo y para serlo no solo se hace poniendo más máquinas en el proceso industrial o capacitando a la gente para que sea más eficiente y productiva, que estamos de acuerdo que hay que hacerlo. También hay que tener un marco de juego y un marco regulatorio que te permita ser competitivo. Y a esto le sumo el tema impositivo. Lo laboral es un punto, y lo impositivo también. Entonces, me imagino para Marcos Galperin, que tiene una empresa más regional, cuando tiene que tomar una decisión respecto de dónde pone su infraestructura, la competitividad es un tema que debe mirar muy de cerca.

Fortuna: Además de en Argentina, la compañía opera en Paraguay. ¿Cómo es la productividad allí?

Moltini: Nosotros operamos acá, en Paraguay y Uruguay. En Paraguay tenemos más productividad que en Argentina. Y esto no se da porque la gente en Paraguay sea diferente, sino que se debe al marco con el que se trabaja. La Argentina debe repensar esto y es parte de las cuestiones que va a haber que trabajar a partir del 11 de diciembre. Hoy, hablar de estas reformas que necesita el país es un poco difícil, pero a partir del 11 de diciembre tienen que formar parte de la agenda.

Fortuna: ¿Cómo sienten ustedes la caída general del consumo?

Moltini: Nosotros no registramos caídas en los padrones de abonados. Creo que esto tiene que ver con que nuestros servicios tienen una usabilidad particular, porque se han transformado en un servicio importante dentro de la economía personal de la gente. Lo que si notamos es alguna cuestión en términos de la cobrabilidad y que la gente llama para consultar sobre alternativas de valores. Desde la empresa tratamos de acompañarlos con promociones. Estamos pudiendo atravesar la crisis bastante bien. Creo que el cliente valora el servicio que damos y esto hace que tal vez, en su ajuste personal, las decisiones de recorte pasen por otro lado.

Fortuna: ¿Cómo ve la competencia en el mercado de las telecomunicaciones, que en 2018 fue un negocio convergente de más de $ 344 mil millones (casi u$s 8.000 millones) con empresas como Telefónica y Claro?

Moltini: Cada empresa define su propio rol y cada uno decidirá hasta dónde quiere llegar con sus precios y sus promociones, según los costos y resultados que cada uno quiera. Lo mismo lo que cada firma quiera invertir. Cuanto menos inteligente sea la competencia mayor destrucción de valor habrá en la industria. No creo que ninguno de los jugadores lo haga, porque son todos importantes en el país y en el mundo. Hoy la competencia está en el cuádruple play, y las otras compañías también lo ofrecen. Quizá no tengan la capilaridad que tenemos nosotros y esto tiene que ver con la fusión y los orígenes. Telecom tiene una llegada importante porque en los últimos 10 años invirtió más de u$s 1.500 millones en infraestructura mientras que las otras compañías no lo hicieron, no porque estaba prohibido sino porque tomaron otras decisiones. Con la fusión, todos estamos en una nueva línea de largada.

Fortuna: Por último, ¿dónde tienen más posibilidad de crecer en el corto plazo?

Moltini: Tenemos posibilidad de crecer en los cuatro servicios. En móvil tenemos una gran posibilidad porque Personal no tenía ni la red ni la cobertura ni la capacidad que necesitaba para tener el nivel de servicio de los consumidores. Hicimos el catch up con el desarrollo de más de 900 torres por año y lo que seguimos haciendo. Esto nos permite hablar de la red de mayor capacidad y mejor calidad. El de banda ancha es un negocio que no está creciendo a las tasas del pasado pero sigue creciendo porque va penetrando segmentos socioeconómicos más bajos y nosotros estamos ampliando nuestra red de cobertura. Llegamos con mejores servicios de la mano de Fibertel. En el servicio de video, con Flow como marca, tenemos un recorrido de crecimiento enorme a partir de la transformación de Flow hacia un supermercado del entretenimiento. Creo que hay mucho para hacer. Estamos desafiando los market share actuales y nuestros competidores también se están moviendo.