La mayoría silenciosa ganó en Europa

Por George Soros* / En la elección al Parlamento Europeo vencieron quienes quieren preservar los valores fundacionales.

Redacción Fortuna

La elección al Parlamento Europeo tuvo resultados mejores que los esperados, y fue por una sencilla razón: la mayoría silenciosa proeuropea habló. Su mensaje fue que quiere preservar los valores fundacionales de la Unión Europea; pero también quiere cambios radicales.

Su principal inquietud es el cambio climático. Esto favorece a los partidos proeuropeos, especialmente los Verdes.

Una de las instituciones que necesita cambios es el sistema de Spitzenkandidat, que supuestamente provee una forma de selección indirecta de la dirigencia de la UE. Pero en realidad, es peor que si no hubiera ningún proceso de selección democrática. Los estados miembros tienen partidos políticos reales, pero su combinación transnacional produce construcciones artificiales que sólo sirven para promover ambiciones personales.

Esto es evidente sobre todo en el Partido Popular Europeo (PPE), que se las arregló para capturar la presidencia de la Comisión desde 2004. El líder actual del PPE, Manfred Weber, parece dispuesto a entrar en casi cualquier acuerdo con tal de permanecer en la mayoría parlamentaria, incluso aceptar al autocrático primer ministro de Hungría, Viktor Orbán.

Orbán le generó un grave problema a Weber, al incumplir abiertamente las normas europeas y establecer el equivalente a un estado mafioso. Casi la mitad de los partidos nacionales que forman el PPE querían expulsar al partido de Orbán, Fidesz. Pero en vez de hacerles caso, Weber consiguió convencer al PPE de plantearle a Fidesz una demanda relativamente fácil: que permita a la Universidad Centroeuropea seguir funcionando libremente en Hungría, como universidad estadounidense. Fidesz no cumplió. Aun así, el PPE no lo expulsó, sino que lo suspendió para que pudiera contar como parte del PPE en la elección del presidente de la Comisión. Ahora Orbán está tratando de restablecer la participación plena de Fidesz en el PPE; hay que ver si Weber encuentra un modo de darle lugar.

Sería mucho mejor que la presidencia de la Comisión Europea surgiera directamente de una lista cuidadosamente elaborada de candidatos cualificados, pero eso obligaría a cambios en los tratados. La reforma se justifica por la cada vez mayor legitimidad democrática conferida por las elecciones para el Parlamento Europeo. La participación en la elección reciente superó el 50%, un marcado aumento desde el 42,6% de 2014. Es la primera vez que la participación aumenta desde la primera elección en 1979, cuando participó el 62% de los votantes habilitados.

Hay muchas instituciones de la UE además del sistema de Spitzenkandidat que necesitan una reforma radical. Pero eso puede esperar hasta que sepamos si la promesa de cambios que se expresó se cumple y en qué medida.

*Director de Soros Fund Management y de Open Society Foundations.

Copyright: Project Syndicate, 2019