Virtudes del acuerdo con la Unión Europea

Por Ceferino Reato / El acuerdo entre los dos bloques debe ser un sueño común para todos, más allá del resultado de las elecciones.

Redacción Fortuna

El fragor de una campaña mediocre, donde el principal argumento parece ser el miedo a una u otra opción más que las propuestas de gobierno de cada uno, está haciendo olvidar el anuncio del acuerdo entre el Mercosur y la Unión Europea.

Pero, es tan medular este acuerdo que irá reapareciendo no bien se sepa quién conducirá la próxima gestión. Al final, el pacto comercial fue impulsado por las distintas fuerzas políticas que gobernaron el país en los últimos veinte años.

El hecho de que el acuerdo fue logrado por Mauricio Macri no debería hacer olvidar que todos los últimos presidentes —incluida, claro está, Cristina Fernández de Kirchner— ubicaron el tema en las prioridades de su política exterior.

En la entrega de los Premios Fortuna 2019 a las Mejores y Mayores Empresas fue el tema principal de las conversaciones previas entre los invitados, además de la obvia coyuntura electoral.

Al hablar en nombre de los integrantes de esta revista, enfaticé que compartía el diagnóstico de tantos sobre la falta de “un sueño colectivo, un proyecto que nos guíe y nos contenga todos. Ese sueño colectivo no puede ser lograr el superávit fiscal o asegurar la mesa de los argentinos. Debe superar eso. Hay que tener superávit fiscal y en este país todos tenemos que poder comer. El sueño debe ser algo más”.

Agregué que tal vez “el acuerdo entre el Mercosur y la UE puede brindarnos ese sueño colectivo, ese proyecto de país que una nuestras energías, nuestros esfuerzos. Porque vamos a tener que hacer varias cosas importantes para ser competitivos, para poder aprovechar ese tratado. Por ejemplo, bajar la inflación y salir del estancamiento, aparte de mejorar muchos de nuestros productos. Y lo vamos a tener que hacer en un plazo que hoy parece lejano pero no lo es tanto”.

“Por lo pronto —afirmé—, creo que este acuerdo entre el Mercosur y la UE ya nos cambia la agenda de la discusión; la mejora. Ojo, no la mejora en lo inmediato, no en los próximos meses, porque, como somos, lo vamos a meter en la campaña electoral”.

“Ojalá —finalicé— que cuando las urnas se abran y gane el mejor, todos podamos comprender que el acuerdo con la Unión Europea es un poco de todos, y que puede ser una suerte de salvavidas para un país que chapotea en sus crisis, que a veces se hunde, que siempre sale a flote, pero que se merece, que nos merecemos, un presente mucho mejor”.

¿Será así?