Por Ceferino Reato* / Las estimaciones de crecimiento del país vecino se reducen al 2,23% por su estrecha relación comercial con China.
Los brasileños están muy atentos al Coronavirus y los medios de comunicación llevan estadísticas muy actualizadas sobre los casos en China y el resto del mundo; también sobre los casos sospechosos en Brasil, que, por suerte, se han ido reduciendo. No lo hacen solo porque la principal red de televisión, Globo, tiene corresponsales en varios lugares del mundo, así como los grandes diarios de San Pablo y Río de Janeiro, sino porque todo lo que ocurre en China influye mucho en la principal economía de la región.
Es que en los últimos años se han ido consolidando las ventas de productos primarios a China, que hoy responden por el 28% de todas las exportaciones brasileñas (sumaron, en total, u$s 177 mil millones en 2019).
De todas esas ventas al exterior, el 78% se concentra en solo tres productos: porotos de soja, mineral de hierro y petróleo, cuyos precios vienen cayendo hasta un 15% desde la segunda quincena del mes pasado, cuando el brote de Coronavirus comenzó a tener efecto en los mercados globales.
Por ese motivo, y por el retraso en la reforma del gasto público prometida por el gobierno del presidente Jair Bolsonaro, ahora el habitual sondeo entre los analistaa que realiza el Banco Central estima que sería una buena noticia si Brasil crece este año el 2,23%, que hasta hace apenas un mes era apenas el piso previsto para 2020.
Esta previsión a la baja es también un problema para la Argentina, así como nuestra crisis económica impacta decididamente en la actividad económica de los vecinos, en especial en la compra de productos manufacturados.
Volviendo a Brasil, el
problema es que tampoco acá se sabe bien cuál es la dimensión real del
Coronavirus en China debido a que las autoridades de ese país no se han
mostrado precisamente confiables desde el inicio del brote, que fue negado por
las autoridades.
Ya con los números oficiales es un gran problema: el 64% de todo el mineral de hierro producido en Brasil es vendido a China, así como casi el 54% de Petrobras.
*Editor ejecutivo de
Fortuna, desde San Pablo.