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5 tips que recomienda un empresario para desarrollar tu negocio de importación

Joaquín “Woker” Méndez, fundador de Estilo Bunker y Achievers Academy, comparte sus claves para iniciarse en la importación desde China y evitar errores comunes que pueden frenar un negocio.

Joaquín “Woker” Méndez, fundador de Estilo Bunker y Achievers Academy. Foto: Achievers Academy

Joaquín “Woker” Méndez, empresario uruguayo y fundador de Estilo Bunker y Achievers Academy comparte cinco recomendaciones esenciales para quienes quieren dar sus primeros pasos en el negocio de traer productos desde China.

Méndez comenzó en 2017 vendiendo productos desde la casa de su abuela y hoy ya lidera dos compañías en el rubro. El emprendedor destaca que importar ya no es un terreno exclusivo de grandes empresas. 

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Tips para desarrollar un negocio de importación

1. Conocer los requisitos legales antes de comprar

El primer paso para importar no tiene que ver con el precio del producto, sino con su viabilidad legal en el país de destino. “El error más frecuente es pensar que con solo comprar barato en China alcanza. Si no entendés los requisitos de ingreso, tu mercadería puede quedar frenada en la aduana y convertirse en una pérdida total”, advierte Woker.

Cada categoría de producto puede exigir permisos especiales, certificados de seguridad o autorizaciones sanitarias. Según Méndez, la investigación previa es ineludible: “Antes de transferir un dólar, hay que confirmar si el producto necesita permisos. Y si no estás seguro, asesorate con un especialista en comercio exterior. Ese paso puede ahorrarte decenas de miles de dólares”.

2. Elegir proveedores confiables

La selección del proveedor es otro punto crítico. Las plataformas grandes como Alibaba ofrecen cierta protección frente a estafas, pero no eliminan todos los riesgos. “Cuando comprás fuera de plataformas, tenés que redoblar los cuidados: investigar hace cuánto existe la empresa, pedir referencias y, lo más recomendable, contratar una inspección en fábrica a través de una agencia independiente”, sostiene Méndez.

Ese tipo de auditoría no solo certifica la existencia real del proveedor, sino que también revisa la calidad del producto y las condiciones de producción. “Puede parecer un gasto extra, pero en la práctica es una póliza de seguro. Te evita comprar un contenedor lleno de mercadería que después no cumple con lo prometido”, enfatiza.

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3. Calcular bien los costos logísticos

El transporte internacional es un componente que puede definir la rentabilidad. En condiciones normales los precios se mantienen estables, pero factores externos como guerras, pandemias o subas del petróleo pueden disparar los costos. “He visto negocios que eran rentables en enero y que en marzo ya no podían competir solo porque el flete se duplicó”, relata Woker.

Por eso, recomienda siempre trabajar con un margen de seguridad y contemplar distintos escenarios: “No se trata de asustarse, sino de planificar. Si tu ganancia depende de un costo de transporte que está al límite, tu negocio es demasiado frágil. En importación hay que calcular el peor escenario posible y aun así estar dentro de competencia”.

4. Aprovechar la digitalización

La transformación digital cambió el perfil del importador. Antes solo los grandes jugadores podían viajar, negociar y comprar volúmenes altos. Hoy, cualquier emprendedor con acceso a internet puede contactar fábricas y gestionar operaciones. “Esto democratizó el negocio. Hoy podés empezar con USD 1.500 y probar con un lote pequeño, algo que hace diez años era impensado”, explica Méndez.

La digitalización también trajo mayor transparencia y velocidad en la comunicación. “Tenés reuniones por Zoom con el proveedor, seguís el embarque online y resolvés trámites a distancia. Todo eso redujo los tiempos y los costos de entrada. Lo que antes era un proceso reservado para unos pocos, hoy está abierto a miles de personas que quieran animarse”.

5. Reinvertir las primeras ganancias

La ansiedad por ver resultados rápidos puede jugar en contra. Para Woker, el primer año debe estar dedicado a consolidar el negocio más que a extraer beneficios. “En la primera venta ya hay margen, pero el gran secreto está en reinvertir todo lo que ganás durante los primeros meses. Eso acelera el crecimiento y te permite escalar mucho más rápido”.

La lógica es clara: mientras más capital disponible tenga la empresa para reabastecerse, más rápido crece el volumen de ventas. “Si ganaste y lo usás para otra cosa, tu negocio se estanca. Pero si lo reinvertís, en un año podés multiplicar por diez tu capacidad de importación. Esa disciplina es lo que diferencia a los que sobreviven de los que abandonan en el camino”, subraya Méndez.