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Cuáles son las tendencias logísticas para las PyMEs en 2026

Con ahorros del 30%, menos errores y más escalabilidad, las PyMEs delinean un 2026 donde la eficiencia operativa será el diferencial clave. El nuevo escenario obliga a pensar en una logística práctica y adaptable.

Logistica Foto: Cedoc

En un contexto donde cada peso y cada minuto cuentan, las PyMEs argentinas están redefiniendo sus prioridades logísticas de cara al 2026. Más allá de las tendencias globales —como drones, vehículos autónomos o inteligencia artificial avanzada— el mercado local demanda soluciones prácticas, accesibles y adaptadas a su realidad económica.

Para poder anticipar qué le espera al sector logístico en 2026, es clave mirar qué dejó 2025: el mercado local mostró que, más allá de las grandes innovaciones globales, las empresas argentinas priorizaron soluciones prácticas, control operativo y una logística capaz de acompañar su ritmo de crecimiento sin elevar la estructura de gastos.

“Aquellas compañías que mantenían su propio almacén y gestionaban internamente toda la logística, tenían costos fijos y gastos de transporte difíciles de optimizar. Al tercerizar estas operaciones, pudieron integrarse a recorridos consolidados y eliminar estructuras ociosas, logrando ahorros del 30% en costos fijos mensuales. Por otro lado, la ausencia de herramientas y personal especializado llegó a generar diferencias de stock de hasta el 15%, con el riesgo de perder ventas y dañar la imagen de la marca”, según  Tomás Palomeque, socio-fundador de 3PL.

La transformación digital en las PyMEs: de la urgencia operativa a la competitividad sostenible

Otro cuello de botella fue la falta de espacio. Las PyMEs que almacenaron en sus propios galpones tuvieron serias limitaciones para crecer o absorber picos de sobrestock. Por el contrario, las que adoptaron modelos de  almacenamiento flexible lograron  incrementar el volumen de operaciones hasta un 50%.

“Hoy, las empresas chicas y medianas buscan sobre todo eficiencia operativa, previsibilidad en los costos y reducción de tiempos, tres ejes que se volvieron determinantes para sostener la competitividad en un escenario volátil. En este contexto, creo que el principal riesgo es invertir en tecnología que no tiene retorno en el mercado local. Por ejemplo, drones, vehículos autónomos o IA avanzada requieren infraestructura y regulaciones que aún en Argentina están siendo analizadas y su implementación requiere una inversión significativa, endeudamiento innecesario, descoordinación operativa, falta de personal capacitado y hasta costos difíciles de recuperar. Creemos que lo más inteligente es invertir en tecnología aplicada al contexto argentino, con la problemática y las coyuntura de un país en desarrollo, destacó Tomás Palomeque, socio-fundador de 3PL.

Teniendo en cuenta el contexto local, las tendencias logísticas para 2026 serán:

  1. En primer lugar, la tendencia hacia la tercerización de servicios logísticos en operadores confiables para evitar costos fijos, liberar espacio y convertir gastos operativos en variables controladas.
  2. Optimización de almacenes y procesos internos mediante sistemas de gestión simples, claros y adaptados al mercado local, que permitan un control rápido y preciso del stock. Esto se traduce en una reducción significativa de los costos de almacenamiento y de las operaciones, aportando mayor eficiencia y previsibilidad a toda la cadena logística.
  3. Trazabilidad online en toda la cadena, una herramienta que permite a las empresas realizar el seguimiento de cada pedido en tiempo real, traduciéndose en un mayor nivel de eficiencia, control y calidad de servicio
  4. Estricto cumplimiento de los tiempos de la demanda: ante un escenario como el actual de mayor competencia, las empresas que se diferencian son aquellas que cumplen con tiempos de entrega acordados y previsibles con el cliente para generar engagement y fidelización.

El 2026 se proyecta sobre todo, con un mercado de mayor competencia interna con la apertura de las importaciones y nuevos competidores, lo que va a generar una mayor oferta. Por eso, el diferencial va a estar en el precio, en la calidad del producto, la atención y servicio percibido por el cliente final.

“Para 2026, estos desafíos, como costos y desaceleración de la demanda, entendemos que persistirán. Sin embargo, las empresas que adopten modelos de logística tercerizada y digitalizada tendrán mejores resultados en precisión, costos y velocidad y las empresas logísticas podemos acompañar a las PyMEs brindando soluciones accesibles, estables y profesionales adaptadas a la necesidad de los clientes”, señalaron desde 3PL.

En ese sentido, los principales retos para las empresas de logística serán: convertir costos fijos en variables, ayudando a las PyMEs a cuidar su capital; brindar estabilidad operativa, incluso en entornos de alta incertidumbre; ofrecer herramientas tecnológicas simples y efectivas que optimicen la gestión y acompañar a cada cliente en todo el proceso con un equipo que entienda la dinámica local y opere con flexibilidad.

La competitividad logística en Argentina no dependerá de tecnologías futuristas, sino de modelos pragmáticos, eficientes y adaptados a la realidad PyME. La tercerización estratégica, la digitalización simple pero efectiva, el control del stock y la capacidad de escalar sin incrementar costos fijos serán los pilares que marcarán la diferencia en un mercado más abierto, más competitivo y con consumidores que exigen precisión y buen servicio.

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