Villanueva, representante de Allflex en el país, tiene todo listo para abastecer el mercado de caravanas electrónicas

La firma cordobesa asegura estar preparada para abastecer el mercado cuando arranque el caravaneo obligatorio con dispositivos electrónicos el 1 de enero de 2026. Alfonso Cebral, Gerente de la Unidad Ganadera del Grupo, hizo una semblanza del trabajo que desarrollan y proyectó un buen cierre de 2025, pese a ser un año desafiante.

Redacción Fortuna

El Grupo Villanueva, con más de seis décadas de historia, atraviesa un proceso de expansión empujado por la buena coyuntura que vive el negocio agroganadero en la Argentina. Si bien el grupo nació como una empresa familiar, hoy se afianza como un holding diversificado que combina negocios tradicionales con apuestas tecnológicas de vanguardia, desde la provisión de insumos para la eficiencia ganadera como las caravanas electrónicas hasta el desarrollo de soluciones con drones de gran porte en agricultura.

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En 2025 el core del negocio sigue siendo la unidad ganadera, área en la cual la compañía es referente en distribución de productos para el sector que articula con más de dos mil veterinarias de todo el país. A partir de esa base, el conglomerado ha ido ampliando sus unidades: Villanueva Tech, orientada al tambo y la innovación tecnológica; Villanueva Agro, líder en silobolsas; Punto Agro, con presencia regional en insumos agrícolas; y una reciente unidad de drones que abre la puerta a nuevas aplicaciones en el agro.

Alfonso Cebral, Gerente General de la Unidad Ganadera de Grupo Villanueva

La coyuntura actual encuentra al sector atravesado por la inminente obligatoriedad de la identificación electrónica bovina (Resolución 530/2025 de SENASA), que entrará en vigencia el 1 de enero de 2026. En ese escenario, Villanueva se apalanca como representante de Allflex, marca con el 50% de participación de mercado de caravanas, para capitalizar un negocio en crecimiento y, sobre todo, pensando en "ofrecer al productor herramientas que aumenten la eficiencia y la trazabilidad, aspectos cada vez más valorados por los mercados internacionales de carne bovina".

En paralelo, el grupo busca sostener su expansión en un contexto macroeconómico desafiante, donde el acceso al crédito es una variable crítica para el productor agropecuario. Desde la conducción de la unidad ganadera, Alfonso Cebral enfatiza que la clave está en profesionalizar la gestión, sumar valor a través de la tecnología y mantener un vínculo cercano con los productores, lo que avanzan a través de charlas y capacitaciones para ganaderos de todo el país, mientras buscan acercarles el detalle técnico de lo que será el nuevo caravaneo obligatorio desde el 1 de enero del año entrante. 

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En medio de la Semana Angus de Primavera que se desarrolló en Cañuelas, dialogamos con Alfonso Cebral, Gerente General de la Unidad Ganadera de Grupo Villanueva.

–¿Cómo está compuesto el Grupo Villanueva y cuántas unidades de negocio tiene?
–Grupo Villanueva surge de lo que hoy es la unidad ganadera, la madre de todas, con la que empezó la familia Destefanis hace sesenta años, enfocada en la distribución de productos de calidad e innovación para el sector ganadero. Con el tiempo, Argentina cambió mucho, la ganadería cambió mucho, al igual que la agricultura, y eso nos llevó a abrir nuevas alternativas. Así nacieron unidades específicas como Villanueva Tech, orientada al tambo y a la tecnología; Villanueva Agro, donde somos líderes en silobolsas; y Punto Agro, con sucursales en un radio de 200 a 300 km de Villa María para vender insumos agrícolas. Más recientemente lanzamos la unidad de drones, siempre con el impulso de la familia hacia la innovación. también, existe un negocio de motos, que es la única actividad fuera del agro, pero el core del negocio sigue siendo la ganadería.

–¿Cuál es la forma de distribución? ¿Llegan directo al productor o a través de intermediarios?
–La unidad ganadera es un negocio B2B. Trabajamos con más de 2.000 veterinarias y algunas distribuidoras. Claro que hoy, con la comunicación directa, el productor también tiene acceso a hablar con nosotros, por eso, complementamos con soporte técnico especializado. La idea es llegar al productor con la mejor tecnología a través de aliados estratégicos. Y remarco esto: el producto es un medio, no un fin. La caravana electrónica, por ejemplo, permite entrar en un universo de gestión.

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–Uno de los grandes desafíos es la adopción tecnológica en la ganadería ¿Cómo lo abordan?
–Exacto, el problema no es sólo comprar la herramienta, sino saber para qué sirve y cómo sacarle provecho. Por eso organizamos una campaña intensiva de charlas a cargo de nuestro líder de desarrollo de negocios, Juan Manuel Ortiz. Allí no sólo aclaramos dudas sobre la obligatoriedad de la identificación electrónica, sino que mostramos los beneficios concretos de la gestión digital. El productor empieza a ver que esto es una inversión, no un gasto.

–La obligatoriedad de las caravanas electrónicas a partir de enero de 2026, ¿qué impacto puede tener en el negocio?
–Va a ser muy importante, porque cualquier productor que quiera mover un ternero necesitará ese conjunto electrónico oficial. Nosotros tenemos tranquilidad porque hace años comercializamos un producto de calidad, con pruebas de que no se cae, que sigue funcionando en vacas de ocho años, por ejemplo. La obligatoriedad abre el mercado, pero el productor valorará la durabilidad y la utilidad real. Nuestra responsabilidad es comunicar el “para qué” y acompañar con tecnología y soporte.

Stand Grupo Villanueva Semana Angus de Primavera
Alfonso Cebral con una parte del equipo del Area Ganadera de Villanueva

–¿Tienen mediciones del alcance de estas capacitaciones que están haciendo con productores?
–Sí. Nuestro plan es realizar dos o tres charlas por semana, con entre 80 y 100 productores por encuentro. La receptividad es muy alta. El productor está ávido de escuchar, sobre todo desde que la licitación del verano pasado cayó y el tema ganó centralidad. Eso abrió la conversación. Y además, el productor ya viene incorporando tecnología: la genética mejoró mucho la eficiencia, con destetes 20 o 30% superiores a los de hace unos años.

–El productor argentino suele ser reacio a adoptar innovaciones si no ve resultados rápidos ¿Cómo enfrentan esa barrera?
–Es cierto, la adopción suele ser gradual. Pero nuestro enfoque es demostrar con hechos que la tecnología rinde. Cuando un productor ve que con un buen manejo y una caravana electrónica puede registrar datos y mejorar la eficiencia de conversión, cambia la percepción. Por eso insistimos tanto en el acompañamiento técnico y en mostrar resultados de campo.

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–En este contexto, ¿qué pasa con el acceso al financiamiento?
–Es una de las mayores dificultades. Las tasas no acompañan la inflación, lo cual complica el acceso a crédito. Dentro de lo que podemos, damos las mejores condiciones posibles porque sabemos que el financiamiento es clave para cualquier economía. Pero también depende de la cintura de la empresa y del contexto macroeconómico.

–¿Cómo viene la facturación este año en comparación con el anterior?
–El año empezó difícil, pero estamos mejor. Profesionalizamos mucho la gestión interna y eso nos da mejores resultados. Obviamente, los precios actuales del mercado ayudan, aunque muchos productores vienen de años golpeados. Diría que hoy estamos mejor que hace seis o doce meses.

–¿Cómo proyectan el negocio en los próximos años?
–Tenemos un plan ambicioso a 20 años: queremos ser líderes en todo el país, más allá de la coyuntura. La clave está en planificar y sostener la visión de largo plazo. Apostamos a estar siempre cerca del productor y a incorporar las mejores tecnologías disponibles.

–¿Qué peso tiene el capital humano en esa estrategia?
–Muchísimo. Somos 180 personas en el grupo y el mayor desafío es sostener un equipo alineado. Hoy la realidad laboral es distinta: hay talentos que no necesariamente están en Villa María. Tenemos gente en Tigre, Río Cuarto, San Antonio de Areco. Lo importante es el valor que aportan y la sintonía con los objetivos generales.

Stand Grupo Villanueva en la Semana Angus de Primavera
Villanueva en la semana Angus de Primavera en Canuelas.

–¿Qué es lo más difícil de tu rol como gerente general en este contexto argentino?
Lo más complejo es mantener estructuras y proyecciones ambiciosas en medio de la volatilidad. Pero creemos en dos pilares: la gestión de la información, porque lo que no se mide no se puede mejorar, y el equipo humano. Adaptarse es clave, y para eso se necesita un equipo alineado y en sintonía con los objetivos generales.

–El agro argentino siempre se presenta como motor de la economía ¿Qué papel creen que juega Villanueva en esa dinámica?
Nuestro aporte es acercar tecnología y soluciones que mejoren la eficiencia del productor. En un país donde la tasa de extracción es de apenas 65%, hay margen enorme para crecer. Si con innovación logramos que el productor aumente su producción un 20 o 30%, estamos generando un impacto económico directo, tanto para él como para la cadena y el país.

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