Una alquimista en el corazón de Buenos Aires

Liliana Pagnotta supo desde pequeña que tenía un don innato con los aromas y hoy los diseña en forma personalizada en su mágico atellier.

Redacción Fortuna

Por María José Bonacifa (*)

¿Cómo comenzaste y cuál es tu backround?

La primera que resaltó mi facilidad para utilizar el olfato, fue mi abuela materna, cuando me alentaba a jugar entre su camino de matas de lavanda. Fue ella también que me “empujó” a Europa a realizar los primeros estudios formales de lo que todos (yo incluida) pensamos que sería mi pasatiempo…

He estudiado en Italia, Inglaterra y por supuesto Francia; a mi regreso de Europa, colaboré con empresas del medio nacional, y desde 1985 trabajé en forma profesional independiente, casi exclusivamente con aromas para decoraciones, nicho de la perfumería que aprendí en Italia, transitando y valorando ya por aquel entonces el casi desconocido concepto de Identidad Aromática. En el año 1988 me incorporé a la empresa de origen italiano, en la que hice mi especialización en Materias Primas, en donde permanecí durante casi 11 años, combinando mi trabajo entre Argentina y aquel país, y visitando innumerables regiones productoras del mundo.

Consideré que ya había viajado lo suficiente, y decidí radicarme definitivamente en Buenos Aires, y comencé a proyectar un atelier de diseño, como tantos que había visto y estudiado en el mundo: máxima calidad de producto, máxima satisfacción al cliente, máxima creatividad. Así nació Arkadia, en el año 2000.

-¿Cómo definís a tus clientes?

Siempre trabajé para un target AB / ABC1, en cuanto al nivel socio económico, pero en realidad la mayoría son personalidades con “vuelo” por llamarlo de alguna manera, que utilizan mis productos para incentivar sus marcas y como complemento de sus iso logotipos o simplemente para embellecer sus moradas , jerarquizando el olfato en la vida cotidiana. Tengamos en cuenta que el sentido del olfato es el menos

utilizado a diario, por lo tanto quienes lo valoran y destacan son en general seres que combinan un espíritu comercial de avanzada con una sensibilidad fuera de lo común.

-¿Cómo son los argentinos respecto de los aromas? ¿Te manejás con gente de afuera también?

El argentino tiene un historial interesante de aromas, de hecho hay testimonios de la época Colonial, donde ya se traían perfumes y afeites varios, hasta una experiencia de principios de siglo XX, de una marca 100% argentina que incursionó en el mercado con las bondades de un producto francés.

Salvo en el caso de algunas cadenas que requieren nuestro servicio en el exterior, por un tema de situación geográfica, nuestro público es en un 80 % residentes en el país, ya sea nativos o extranjeros, o es muy común que turistas que vienen de otras partes del mundo, conociendo lo que es un atelier ó perfumista boutique y que de alguna forma han conocido nuestros productos planeen con anticipación una reunión de cata en el Atelier de la calle Solís.

-La idea generalizada es que todo lo personalizado es muy caro, ¿cómo es en Arkadia?

No podemos decir que nuestro producto es económico pues no diseño copias de ningún aroma. Hacemos creaciones exclusivas de productos amigables con el ambiente y con los animales, y con altos porcentajes de elementos

naturales. No tenemos una producción industrializada por el contrario es tan

personalizada que muchas veces de algunas fórmulas solo preparamos algún pequeño frasco de 100 ml. Sin embargo tampoco nos manejamos con valores inaccesibles.

(*) Editora de Perfil.com

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