Integrar sustentabilidad a los propósitos y valores de la empresa ya no es opcional. Un análisis sector por sector de las marcas que lideran el movimiento e imponen la tendencia.
Cada vez son más las Empresas B en Argentina. Esta inclinación de los mercados ya es eje de transformación en múltiples y diversas industrias. No solo responde a una demanda creciente por parte de consumidores más conscientes, sino también a una redefinición del éxito empresarial que incorpora variables sociales y ambientales como parte del resultado.
¿Qué son las empresas Tipo B?
Se trata de firmas que se proponen generar un triple impacto positivo (económico, social y ambiental) pero además formalizarlo y certificar mediante Lab B. Su auge es impulsado por consumidores, pero sobre todo por los responsables corporativos con la certeza de que el éxito económico del empresario debe ser redefinido: éste debe incorporar variables tanto sociales como ambientales como parte del resultado.
Por ello, estas firmas son parte de un movimiento global que ha tomado la decisión de no buscar la rentabilidad a cualquier precio, sin importar el cómo ni medir el costo. Por el contrario: aprovechan las fuerzas del mercado para contribuir al bienestar de las personas y el planeta.
Asumen un compromiso legal y explícito para generar valor más allá de los accionistas, incorporando a trabajadores, sus familias, clientes, comunidades y al entorno ambiental como partes fundamentales del negocio. En el ecosistema argentino, las Empresas B ganan terreno en más de 30 industrias, con marcas que se consolidan como referentes del nuevo paradigma empresarial orientado al impacto. Estas son algunas:
Empresas argentinas: hacia un presente sostenible
Campo y tecnología
En el sector agropecuario, Agro Sustentable se posiciona como un actor clave en la transición hacia una producción más inteligente y responsable. Esta firma argentina creada por Joaquín Basanta y el ingeniero agrónomo Matías Imperiale fue certificada como Empresa B desde 2022. Agro Sustentable desarrolla bioinsumos de origen vegetal, animal y microbiano, además de ofrecer soluciones tecnológicas de alto nivel para el campo que combinan innovación y sostenibilidad en un mismo modelo de negocio.
Según la empresa, el productor agrícola puede trabajar con insumos más seguros, que son inocuos para el consumidor final y potencian los rendimientos agronómicos. Como caso concreto, se destaca el logro obtenido en 2024 en Mendoza. Allí Agro Sustentable pudo comprobar un incremento superior al 20% en el rendimiento de cultivos de ajo gracias al BIOFERT GTG X, el fertilizante foliar orgánico certificado de la compañía.
Recientemente, la compañía fue reconocida como caso de éxito en un encuentro internacional celebrado en Ginebra, Suiza, donde fue elegida para integrar una iniciativa ambiental impulsada por la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual (OMPI), en el marco de un programa de Naciones Unidas. La distinción confirma su proyección global y consolida su perfil innovador en sostenibilidad.
Cultivos de vid
En la misma línea del sector agronómico, Vivero San Nicolás se suma al movimiento con su certificación B obtenida en 2021. Especializada en la producción de plantines hortícolas de múltiples especies y variedades, la empresa ofrece asesoramiento técnico a productores, integrando conocimiento, sostenibilidad y eficiencia en cada etapa del cultivo.
Destacan por su producción de plantas de vid y por obtener su fruto, la uva, como primer eslabón en la cadena de valor de los vinos mendocinos. La empresa tiene base en Junín, Mendoza, y alcanzó una puntuación de 94 en la Evaluación de Impacto B, una marca que supera largamente los 80 puntos requeridos para acceder a la certificación.
Pinturas
La fábrica cordobesa de pinturas Paclín obtuvo la certificación como Empresa B en 2022, con el propósito de impulsar un modelo de negocio con impacto positivo en lo económico, social y ambiental. Fundada en 1985 por Roberto Haefeli, la compañía hoy continúa su legado bajo la conducción de sus hijos.
Paclín se convirtió en la decimonovena empresa cordobesa en sumarse a la comunidad de B Lab. Para alcanzar la certificación, llevó adelante una reconversión integral de su proceso productivo, con foco en la reducción de desechos, el reciclado de agua y residuos, y la mejora de los elementos de protección para la manipulación de insumos. Además, adoptó un código de ética, incorporó personas con discapacidad a su equipo y asumió nuevos estándares de transparencia en su gestión interna.
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Supermercados
La Anónima, la cadena de supermercados más grande del interior del país, cuenta desde el año 2024 con 8 Góndolas B en sus sucursales de Junín, Santa Rosa, Neuquén, Bariloche, Trelew, Río Gallegos, Tierra del Fuego y Rafaela.
Allí, los consumidores acceden a productos de 15 marcas argentinas con certificación B, reunidas bajo una misma propuesta de valor consciente. Incluso la góndola que exhibe los artículos fue diseñada y producida por firmas especializadas en retail marketing sustentable, reforzando la coherencia del concepto. Más que un punto de venta, el espacio busca consolidar una red de colaboración entre empresas alineadas en propósito e impacto.
E-Commerce
En plena transformación de los mercados, con toda la fuerza y frescura del entorno digital, el caso del comercio virtual de Mercado Libre es ineludible. El portal brinda un servicio de empresas B a través de una góndola online de productos sustentables disponibles durante todo el año.
En esta vidriera digital, los usuarios pueden encontrar productos con impacto positivo de diferentes marcas. Entre los más demandados se encuentran botellas reutilizables, purificadores de agua, vinagres orgánicos y yerbas orgánicas.
¿Qué son las Empresas B, la tendencia mundial que crece en Argentina?
¿Cuáles son sus requisitos de ingreso?
Actualmente ya hay 600 firmas nacionales más que ya comenzaron a medir su impacto económico, social y ambiental. Para validarse como tales con este prestigioso sello, deben cumplir con una serie de requisitos que la organización establece. Entre los principales son:
- Cumplir con la legislación del país donde se encuentra incorporada.
- Tener más de 12 meses de operaciones.
- Operar en un mercado competitivo.
- Tener un equipo ejecutivo independiente.
- Tener control sobre la compra de productos.
La certificación de Empresa B es una herramienta gratuita y confidencial. A nivel global, es un sendero elegido por unas 9 mil compañías que apelan a estos instrumentos de gestión. Para lograr la cualificación, se deben alcanzar 80 puntos en la evaluación que mide cinco áreas de impacto: gobernanza, trabajadores, clientes, comunidad y medio ambiente.
En la Argentina, además, deberán modificar su estructura de gobierno corporativo para poder rendir cuentas a todos los grupos de interés y no solo a sus accionistas. Dar todos estos pasos es subirse a una nueva manera de hacer y pensar los negocios, con propósito y valor más amplios, sólidos y duraderos.