El valor de la política

Una entrevista a Batistuta pone de relieve uno de los grandes problemas del país.

Redacción Fortuna

Ceferino ReatoOpinión. Por Ceferino Reato *

Hace unos años, en 1994, cuando comenzaba el Mundial de Fútbol en Estados Unidos y la selección argentina era gran favorita, desde una radio y en medio de un clima festivo que pronto se volvería trágico por el doping de Diego Maradona, entrevistaron al padre del goleador Gabriel Batistuta y le preguntaron por qué no había viajado a alentar a su hijo. Apelo a la memoria y la respuesta puede no ser exacta, pero el concepto de la respuesta de don Batistuta fue éste: “No podemos dejar el campo, los animales”. Esas palabras pintan de cuerpo entero a los Batistuta: es gente de trabajo, que, gracias a la persistencia del padre y al extraordinario talento futbolístico del hijo, están salvados desde hace muchos años, ellos, sus hijos y sus nietos, pero que siguen invirtiendo y trabajando en la zona de Reconquista, en el norte de la provincia de Santa Fe.

“Batigol” ya dejó el fútbol y ahora vive en Reconquista, donde invirtió los millones que ganó con el fútbol. Es la nota de tapa de este número de FORTUNA porque creemos que es interesante conocer de primera mano cómo le va a alguien famoso que apuesta todos los días por la Argentina.

Sus palabras confirman una impresión bastante generalizada: el Estado y los políticos no colaboran; faltan instituciones, es decir reglas consensuadas, claras y previsibles, de aplicación pareja, universal.

La entrevista pone de relieve uno de los grandes problemas del país: la falta de un clima favorable a las inversiones genuinas para dar un salto al desarrollo, en momentos en que todos, desde la oposición y desde el oficialismo, coinciden en que estamos agotando la capacidad instalada. El tema todavía no aparece en la campaña electoral, tal vez porque el foco está demasiado concentrado en las elecciones para jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires. Pero el simple hecho de que tanto Cristina Kirchner como Ricardo Alfonsín, dos de los principales candidatos, han elegido como número dos a sendos economistas, Amado Boudou y Javier González Fraga, permite abrigar la esperanza de que pronto se convierta en uno de los ejes del debate público.

En el plano internacional, la agenda sigue dominada por la crisis griega, que ya ha derivado en una larga agonía, en parte porque, como explica The Economist, los políticos, en su mayoría corruptos y clientelistas, no se atreven a realizar las reformas que ese país necesita. Siempre es la política la que marca el rumbo en las sociedades modernas, para bien o para mal.

* Editor Ejecutivo de Revista Fortuna

15/7/2011

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