Los cuentos chinos del mp3 al mp12

Redacción Fortuna

El formato de archivo de audio más popular del mundo, el MP3, es la estrella de una gran confusión generada por los consumidores, los comerciantes de equipos tecnológicos y los fabricantes. Desarrollado por el Instituto Fraunhofer IIS (una red de institutos alemanes), la extensión de archivos .mp3 se expandió por todo el mundo a través de redes de intercambios de archivos. Con el tiempo aparecieron los famosos reproductores de CD compatibles con MP3 y los reproductores de música portátil de estado sólido (utilizando memorias). Estos últimos dispositivos se convirtieron en MP3 (a secas), confundiendo un formato de audio con un reproductor de música.

Tiempo después surgió el .mp4, un nuevo formato de archivo utilizado para almacenar videos en poco espacio del disco. Los fabricantes fueron los encargados en crear nuevos reproductores a los que denominaron MP4 (al igual que el archivo contenedor utilizado para los videos).

Los chinos incorporaron una cuota extra de confusión, cuando estos dispositivos que reproducían audio y video quedaron vetustos frente a celulares que cumplían las mismas funciones. Es por ello que incorporaron una cámara de fotos. Se los denominó MP5, una forma rápida y efectiva de diferenciar a estos equipos del resto.

En los últimos tiempos, estos inventos chinos incorporaron un celular a los MP5, convirtiéndose en MP6. El MP7 es un celular, pero con sintonizador de TV.

Resumiendo:

MP3: reproductor de música

MP4: reproductor de música y video (algunos reproducen archivos .mp4, pero la mayoría utiliza formatos obsoletos de video)

MP5: igual al MP4 pero con cámara de fotos

MP6: MP5 + celular

MP7: MP6 + sintonizador de TV

Los sucesivos modelos (en la actualidad existen clones de celulares como el Nokia N97) fueron denominados con nuevos números, llegando hasta el MP12.

Si bien estos dispositivos son baratos, su calidad es pésima y las garantías en caso de desperfectos suelen ser inexistentes. La mayoría ingresa al país por contrabando, evadiendo cualquier control aduanero.

Vale la pena estar prevenidos y evitar malgastar nuestro dinero en productos que no deberían comercializarse.

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