Por Fernando A. Roig *
Las nuevas tecnologías modificaron la relación velocidad-espacio-tiempo.
Este salto cualitativo se ve reflejado en los medios, que integran la informática y la digitalización: en nuestro caso, lentamente dejamos atrás la habitual publicidad intrusiva, avasallante y mediatizada.
Las nuevas tecnologías permiten conformar una publicidad en extremo segmentada e interactiva, más amigable. La consumirá solo la persona que esté interesada por afinidad en su contenido y en su propuesta.
El auge de las redes sociales rescata lo que se viene expresando. Una red está conformada por un grupo de personas que comparten problemáticas, intereses comunes y a veces un relato compartido de la realidad. Oficia de elemento aglutinador entre ellas. Ahí es donde la publicidad se debe adaptar a este fenómeno social.
En el nuevo contexto los planners, deberán pensar nuevas estrategias para sus marcas, arrimándose a la propia experiencia del sujeto. Nos aguarda una publicidad que, de a poco, deberá ir pidiendo permiso para aparecer en una pantalla multiuso instalada en el hogar o la oficina.
Será un buen estratega aquel que tenga la capacidad de comprender el terreno y dar respuesta inmediata a la fugacidad de los cambios, modificando su estrategia, sin alterar los objetivos.
En tal sentido debemos aceptar una cosa: el análisis sobre la velocidad y su vínculo con la cantidad y la calidad de información que fluye por la red, y que intercambian millones de usuarios, será el centro del debate del cual la publicidad no estará ajena.
* Director de la Licenciatura en Publicidad, UCES.
2-4-2012