Rio+20 y un borrador de acuerdo con 851 corchetes

Por Juan Manuel Velasco *

Redacción Fortuna

El tiempo de las negociaciones se va agotando y los resultados de la Conferencia hoy resultan inciertos.

Los países desarrollados insisten con la necesidad de llegar a un acuerdo cuyo borrador tiene 81 páginas sobre las cuales se dibujaron 851 corchetes (símbolo que la diplomacia utiliza para señalar los puntos en los cuales no hay acuerdo) que se resisten a desaparecer.

Los países pobres, reunidos en el grupo denominado “los 77 + China” entre los cuales se encuentra la Argentina, rechazan el modelo de “economía verde” propuesto por el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) y reclaman la aprobación de un Fondo de 3 billones de dólares aportados por los países desarrollados para financiar el desarrollo sostenible en sus países.

Una gran incertidumbre se cierne sobre la conferencia oficial a pesar de la masiva concurrencia de Jefes de Estado (se espera que concurran más de 110) que arribarán a Río hacia fines de la próxima semana.

En paralelo, hoy dio inicio la Cumbre de los Pueblos, actividad organizada por organizaciones de la sociedad civil, comunidades y colectivos de los más variados que sesionará en forma paralela con el objetivo de promover estrategias y acciones para fortalecer la justicia ambiental y social en todo el mundo.

¿Qué dejará para la humanidad y el futuro del Planeta esta importantísima reunión? Muchas son las especulaciones que se tejen por estas horas en los cientos de foros, paneles y actividades que rodean a la Conferencia de los gobiernos. La palabra más temida es el fracaso. Pero, ¿qué puede considerarse un fracaso y un éxito para Río + 20?

La idea de la transformación de la economía actual en una economía verde despierta polémicas y fuertes discusiones.

Hay quienes la defienden fervientemente porque entienden que es el camino que debe seguir la humanidad para articular el crecimiento económico con la erradicación de la pobreza y el respeto por el ambiente; hay quienes la denostan porque ven en esa propuesta una estrategia de “greenwashing” impulsada por los paises más poderosos y los sectores más concentrados de las economías mundial y locales para mantener su posición de privilegio y seguir concentrando riquezas; y hay quienes la toleran porque no ven otra alternativa para avanzar hacia el desarrollo sostenible.

Todavía quedan unos días para arribar, aunque sea, a una solución de compromiso; sin embargo, las discusiones y los debates presentan una riqueza infinita que no puede ni debe ser desestimada.

Río + 20. ¿Éxito o fracaso? En algunos días lo sabremos.

* Presidente de la Fundación Ecologista Verde y fundador del Partido Iniciativa Verde, desde Río de Janeiro, Brasil

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