Cómo impacta el proyecto de CFK en el próximo Gobierno

Por Paula Quain | El conflicto con los bonistas reduce las chances de tomar deuda, tal como pretendían algunos aspirantes a suceder a Cristina Kirchner. Galería de fotosGalería de fotos

Redacción Fortuna

Unos catorce meses antes de la llegada del próximo gobierno, especialistas advierten que la aprobación del anteproyecto de ley que prevé el pago en la Argentina a bonistas que impulsa el oficialismo complicará seriamente los planes de colocación de deuda en el exterior de la siguiente gestión, debido a fallas legales y operativas en la norma que no sólo hacen impracticable su aplicación, sino que dejan por sentada la voluntad de evadir la legislación en la que se realizaron emisiones anteriores.

En este sentido, economistas y especialistas en reestructuración de deuda coinciden en que, sin importar qué fuerza política logre imponerse en las urnas, la herencia en el frente externo será pesada porque, a la creciente necesidad de financiamiento que se observa, octubre de 2015 les ofrecerá un escenario con dificultades para buscar fondos fuera del país.

Guillermo Nielsen, ex secretario de Finanzas, fue contundente: “Este texto complica muchísimo la posibilidad de que un nuevo gobierno logre reinsertarse en los mercados de deuda internacional y, si bien hoy tenemos firme sólo uno de los más de 200 juicios que están en manos del sistema jurídico norteamericano, no sorprendería que el próximo gobernante se encontrara con más sentencias en octubre de 2015 y una deuda ya acelerada”.

Para Luis Palma Cané, director de Fimades, “el anteproyecto tiene severas fallas legales y operativas, por lo que, en caso de aprobarse, complicará al próximo gobierno que antes de salir a colocar deuda deberá dejar sin efecto la ley”.

La primera deficiencia legal es que es una norma violatoria de la sentencia del juez Thomas Griesa, por lo que el próximo gobierno debería trabajar para dejarla sin efecto antes de buscar colocar deuda en el exterior. “El candidato que gane el próximo año no sólo recibirá un país en default sino también uno que está fuera del orden internacional, por lo que revertir el proceso y lograr que los inversores recobren la confianza demandará más tiempo”, apuntó Palma Cané, quien agregó que esto significará que tampoco se podrá acceder a créditos blandos para importadores, entre otras complicaciones.

“El default, con el envío de esta ley al Congreso, tendrá efectos más amplios y duraderos de lo que se cree. ¿Por qué si un país aprueba una ley para esquivar a la Justicia estadounidense no la aprobaría sobre otra jurisdicción?”, se preguntó el economista Luis Secco, en diálogo con PERFIL antes de disertar en una reunión de la firma First, y agregó que “construir reputación post 2015 con la aprobación de esta ley así será aún más difícil. Esto les puede cerrar el grifo de dólares a los presidenciables y obligará al próximo gobierno a una política menos gradual y más de shock”.

Además de observar inconsistencias en el texto del anteproyecto de ley, Daniel Marx, director de Quantum y ex secretario de Finanzas, puso énfasis en el estado de litigiosidad con los holdouts y lo que vaya sucediendo en esta materia. “Si este escenario se complicara, la herencia de gobierno sería un posible deterioro económico y un ambiente de conflictos que resultará complejo y costoso de resolver”.

Con referencia al proyecto, Marx subrayó que “hace referencia a los canjes de 2005 y 2010 casi indistintamente, cuando en realidad hay una diferencia de valuación entre uno y otro de aproximadamente 20%”. Para Marcelo Blanco, especialista en reestructuración de deuda, existe una vía de solución al problema. Un esquema posible sería que los principales candidatos, en común acuerdo con el apoyo del Congreso, firmaran un documento de tratamiento de deuda externa y crearan un equipo para “negociar” con Griesa y los buitres.

“Los buitres percibirían así la voluntad de solucionar el tema después de enero de 2016 y a cambio ofrecerían un pedido de stay a Griesa hasta diciembre de 2015”, dijo. Y consideró que, a su vez, “el Gobierno podría depositar el valor equivalente al reclamo de los buitres como si hubiesen entrado al canje de 2010. De esa forma, para Blanco, la oposición sumaría liderazgo y el Gobierno su lugar.

Publicado en la edición 916 del Diario PERFIL

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