Argentina, entre los países que "reprimen" su economía

Se ubica en el puesto 169 (de 186) de un ranking de libertad económica. Destacan la corrupción, la manipulación de las estadísticas, la falta de independencia y la caída del crecimiento económico.

Redacción Fortuna

La Argentina se ubica en el puesto 169 del ranking de libertad económica integrado por 186 países, en un nivel similar al del Congo e Irán, informó ayer la Heritage Foundation, en una presentación en la que condenó el "clima de represión económica" y una "corrupción" que "afecta a toda la sociedad".

El informe le adjudica a la Argentina un puntaje de 44,1 sobre un máximo de 100, "el nivel más bajo de puntaje de libertad que haya registrado" el país desde que se realizan las mediciones.

El ranking es encabezado por Hong Kong (si bien no es formalmente un país, se lo considera como tal en esta clasificación) y la Argentina esta vigésimo séptima entre 29 países del hemisferio Sur, América Central y el Caribe.

Hong Kong, Singapur, Nueva Zelandia, Australia y Suiza son los cinco países considerados "libres" en la medición, seguidos por un grupo de treinta países "mayormente libres", entre los que figuran Chile en el séptimo puesto y Colombia en la vigésimo octava posición.

Luego se ubica un lote de 55 países "moderadamente libres", con la participación de Uruguay (43), Perú (47), México (59) y Paraguay (83).

Le siguen 62 países con "poca libertad", de los que tres son latinoamericanos: Nicaragua (108), Honduras (116) y Brasil (118).

Las posiciones la cierran 26 países de economía "reprimida", destacándose Bolivia (163), Argentina (169), Venezuela (176) y Cuba (177). "La Argentina continúa sumida en un clima de represión económica. Gravemente obstaculizada por la interferencia del Estado, la economía formal está cada vez más estancada, mientras la actividad económica informal se expande", indicó al respecto.

Asimismo, señaló que "la estabilidad monetaria es particularmente débil y hay controles de precios en casi todos los bienes y servicios", en tanto "la interferencia del gobierno en el sector financiero distorsiona los niveles de precios".

"El perfil de inversión de la Argentina ha sido gravemente dañado por la mala gestión monetaria y fiscal, el aumento del proteccionismo y las expropiaciones", continuó el informe, que señaló al respecto los inconvenientes derivados del "impago de la deuda de 2001" y del "nuevo default en 2014".

También indicó que "el crecimiento económico se ha desplomado y la tasa de pobreza ha aumentado, los controles de capital han agravado la fuga de capitales y la economía ha caído de ser la tercera a la cuarta más grande de América Latina". "La corrupción afecta a la sociedad argentina y los escándalos son comunes. En junio de 2014, el vicepresidente Amado Boudou fue acusado de soborno y conducta incompatible con la función pública", advirtió, además de referirse a jueces "incompetentes y corruptos".

Al respecto, Heritage sostuvo que "los tribunales inferiores están muy politizados y la Corte Suprema, relativamente independiente, ha recibido mayor presión por parte del gobierno".

En otro orden, la fundación aseguró que "el gasto público asciende a más del 40 por ciento del PBI y la deuda pública es aproximadamente la mitad del tamaño de la economía doméstica".

"La regulación gubernamental ha aumentado, lo que socava la eficiencia y la productividad de crecimiento. El establecimiento de un nuevo negocio es engorroso, y la obtención de los permisos necesarios es costosa", denunció.

Por último, Heritage Foundation precisó que "el gobierno subvalúa las estadísticas oficiales de inflación, regula los precios de la electricidad, el agua, la gasolina y cientos de otros productos" y "presiona a las empresas para fijar precios y salarios".

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