Empresarios le reclaman al Gobierno que acompañe la devaluación de Brasil

Por Patricia Valli | Automotrices, metalúrgicos y un sector de la indumentaria aseguran que el salto del dólar en el país vecino ahoga la producción local. Advierten por los riesgos del tipo de cambio.

Redacción Fortuna

Gobierno y empresarios están parados en veredas opuestas a la hora de analizar el tipo de cambio. La Casa Rosada insiste en que no hay atraso cambiario mientras que los industriales apuntan a la apreciación del peso como uno de los puntos que explican la menor actividad, ahora agravado para varios sectores de la mano de la devaluación del real, que en el último mes avanzó 10% y en el año acumula una pérdida de valor del 50% frente al dólar. Por eso, han empezado a pedir que desde Buenos Aires se acompañe la devaluación carioca.

“No podemos buscar la solución sólo en el tipo de cambio para tener más competitividad”, se ataja primero José Urutubey, vicepresidente de la Unión Industrial Argentina. Pero en las bases el concepto es más directo. “Córdoba tiene un nivel de dependencia de Brasil mayor al del resto del país, fundamentalmente por las exportaciones y el sector automotor. Si Brasil devalúa y nosotros seguimos con un tipo de cambio atrasado, afecta tanto al sector automotor, autopartista y al resto de los que exportan a Brasil. Habría que equiparar la devaluación de Brasil”, señaló el vocal de la Unión Industrial Argentina y ex titular de la Cámara de Exportadores de Córdoba, Ercole Felippa.

También el titular de Fiat, Cristiano Rattazzi, consideró: “Hay una crisis de competitividad” en la relación con Brasil que para su automotriz es crucial porque el 80% de lo que exporta se destina al país vecino. “Hace un año el real estaba en dos y hoy está casi en 3,50”, recordó.

Horacio Moschetto, secretario de la Cámara del Calzado, asegura: “Miramos con cuidado la devaluación del real. Todavía no impactó, si bien en lo que va del año hay una suba de las importaciones de Brasil del 20% que es estacional”. “Tanto la devaluación del euro como la del real son puntos que comprometen las exportaciones. Lo estamos mirando con preocupación”, se sumó José Luis Ammaturo, presidente de Camima, que nuclea a los metalúrgicos. Con cuidado, ponen el tema sobre la mesa: “Muchos socios están tratando de no perder mercados”, añade.

Riesgos. Para el economista Bernardo Kosacoff, la caída de la demanda de Brasil es un problema extra, aunque consideró que “las políticas que estuvo llevando hasta ahora Brasil agudizaron el estancamiento”. Para el ex Cepal, “la solución no pasa sólo por una devaluación” para la Argentina. Y en el caso de Brasil, como no tiene un problema de divisas, la devaluación tampoco le garantiza un mayor crecimiento, explicó Kosacoff, en un contexto de suba de tasas por parte del gobierno de Dilma Rousseff para frenar la inflación, una medida que fue criticada por los industriales brasileños que consideraron que resentirá aún más la actividad.

Según el ex secretario de Industria Dante Sica, la devaluación “aumenta la brecha competitiva entre los productos argentinos y los brasileños. Eso podría afectar al entramado local”, bajo el riesgo de que se agudice el déficit de dólares bilateral. En lo que va del año, el déficit bilateral acumulado es de US$ 923 millones, cifra que representa un crecimiento fuerte si se lo compara con los US$ 383 millones del primer semestre del año anterior.

El año pasado, en enero, el peso argentino se devaluó en enero de 2014 el 21%, lo que disparó la inflación en los primeros meses y la llevó, según los índices alternativos, en torno al 30% el año pasado. Hoy, con la suba de precios en desaceleración hasta el 25% según estimaciones privadas –y al 15% según el Gobierno–, el goteo del dólar –del 12% en doce meses– sigue por debajo de la inflación, mientras que la devaluación anual de Brasil, del 50%, supera el crecimiento de los precios.

En ese contexto, la empresaria autopartista María del Carmen Capdevilla consideró que la pérdida de valor del real profundiza la crisis de los proveedores de las automotrices, aunque aclaró que en las pymes se busca evitar los despidos. “Veníamos mal y con esta devaluación estamos peor” Gerardo Seidel, titular de la UIC, concluye: “Hay una gran pérdida de competitividad. Hoy el peso argentino es la moneda más apreciada de la región”. Cada uno a su modo, pide seguir a Brasil.

Nota publicada en la edición impresa del Diario PERFIL.