Argentina, en los últimos lugares por crecimiento industrial

La producción industrial per cápita cayó 6,9% entre 2011 y 2014. El desempeño está -apenas- por encima de Italia y Australia.

Redacción Fortuna

El crecimiento industrial de la Argentina cae en picada. En los últimos años la producción industrial per cápita cayó 6,9% entre 2011 y 2014, lo que llevó a Argentina a registrar uno de los peores desempeños a nivel mundial en el período, apenas por encima de Italia y Australia.

Los datos se desprenden del reciente libro “Industria Argentina Recuperación, freno y desafíos para el desarrollo en el Siglo XXI” escrito por el economista en jefe de la UIA Diego Coatz, el ex director de la Cepal Bernardo Kosacoff y Fernando Grasso de Adimra.

En el escrito se describen las variaciones de la producción industrial per cápita entre 2005 y 2014 en 26 países seleccionados que representan más del 90% de la producción industrial global.

"Más allá de la relevancia del crecimiento de China, que prácticamente duplica su producción industrial, entre 2005 y 2011 Argentina se encontraba sexto en este ranking, con un crecimiento acumulado de 30%, mientras países como Estados Unidos o el Reino Unido mostraban caídas influenciadas en gran medida por la crisis generada en 2008 en el sector financiero con la caída de Lehman Brothers", remarcan los economistas.

La escasez de divisas es la principal causa de la caída en la Argentina.

"Sin embargo, entre 2011 y 2014 se observa que Argentina cae al puesto 25, mientras que países como Estados Unidos o incluso otros sudamericanos como Bolivia o Ecuador crecieron e incluso otros que presentaron una leve retracción, como Chile, se encontraban en el puesto 17 del ranking", advierten según una nota publicada por El Cronista.

Así los economistas remarcan que tanto la economía en su conjunto como el producto industrial se retrajeron en algo más de 1% entre 2011 y 2014, se estancó la creación neta de empresas y puestos de trabajo y el salario real industrial tuvo una leve caída, en tanto los diversos indicadores de distribución del ingreso tampoco evolucionaron favorablemente.

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