¿Es posible que las prepagas aumenten al mismo ritmo que sus asociados perciben su suba salarial?

Ante la baja de usuarios por los aumentos desmedidos, algunas empresas de salud estudian diversas estrategias para cuidar el bolsillos de sus afiliados.

Redacción Fortuna

El sector de la medicina prepaga registra su cuarto aumento consecutivo durante el 2024. En el mes de abril diversas empresas del sector incrementaron entre 16% y 19% la cuota correspondiente. Esta suba se agrega a la del 50% en enero, 27% en febrero y 20% en marzo, tras la desregulación de precios establecida por el Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) 70/2023 del Gobierno Nacional, impactando severamente en los bolsillos de los ciudadanos.

En este contexto, una empresa de salud busca alinear los aumentos de las cuotas con la capacidad adquisitiva de sus afiliados, mitigando así el impacto económico en los mismos y generando un equilibrio entre la sustentabilidad del sistema y el acceso a la salud.

Prepagas: cómo serán los aumentos futuros y cuánto van a devolver las empresas tras el anuncio del Gobierno

“Hemos decidido implementar una estrategia alternativa para moderar estos aumentos, considerando a nuestros más de 250 mil beneficiarios como prioridad. Hay empresas de medicina prepaga que están decididas y conscientes de perder, según lo han expresado públicamente, entre un 30% y un 40% de la cartera, con el concepto de que estaría sobredimensionado el sector. Nosotros entendemos que esa no es la mirada para las pymes de Argentina, nosotros vivimos, dependemos, funcionamos y crecemos sobre la base del mercado interno y para nosotros el mercado interno son los trabajadores registrados”, expresó Mario Koltan, presidente de Boreal Salud. 

La decisión de implementar el índice RIPTE como base para los aumentos de cuotas busca brindar estabilidad financiera a los afiliados. Al ajustarse al ritmo salarial, se promueve un equilibrio en los costos de los servicios médicos, garantizando el acceso a la atención médica de calidad sin que esto represente una carga económica insostenible para los beneficiarios. 

Sin embargo, la crisis del sistema de salud argentino no solo afecta a las prepagas, sino que también plantea preocupaciones en el ámbito público. La posible saturación del sistema de salud estatal ante una migración masiva de afiliados amenaza el derecho a la salud consagrado en la Constitución. Además, existe el riesgo de que la viabilidad de algunas empresas de medicina prepaga se vea comprometida por la disminución de afiliados capaces de pagar las cuotas, lo que podría tener un impacto negativo en la generación de empleo y afectar a diversas industrias relacionadas con el sector de la salud.

El Gobierno ordenó que las prepagas den marcha atrás con los aumentos de las cuotas

¿Qué papel juega la industria farmacéutica?

La industria farmacéutica juega un rol crucial en esta dinámica. Los costos crecientes de los medicamentos, representando actualmente cerca del 40% del gasto en salud, exacerban la presión sobre las empresas de medicina prepaga, incluso generando una discusión sobre los honorarios de los profesionales de la salud, ya que no reside en la cantidad, sino en cuánto queda disponible después de enfrentar los elevados costos farmacéuticos. 

Asimismo, de acuerdo con el informe de la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME) la caída en consumo, por volumen de los medicamentos entre diciembre y enero 2024 fue de un 45,8 %. Mientras que, en el 2023 los medicamentos aumentaron más del 300% en comparación con un 211% de inflación. “Esta situación pone de manifiesto la urgente necesidad de abordar la problemática de manera integral. Si el Estado no actúa regulando la política de precios de medicamento, estos productos se transforman en algo inalcanzable, socavando el derecho constitucional de salud y el acceso a un servicio médico de calidad. Hay una agenda de tareas que se pueden hacer que todos conocemos y el Estado debe ser parte de ese ordenamiento que hay que realizar, no cada sector por su lado”, agregó Koltan. 

Hoy, se hace esencial encontrar un equilibrio entre el acceso a medicamentos, servicios de salud de calidad y los costos asociados a estos insumos esenciales. La crisis del sistema de salud argentino pone en riesgo el derecho fundamental a la salud de la población. El acceso a una atención médica de calidad se ve limitado por la desregulación, los aumentos constantes y la falta de recursos. Es urgente repensar el sistema y buscar soluciones que garanticen la salud de todos los argentinos.

 

RM

En esta Nota