Lucha en Buenos Aires: Uber vs Taxistas

CEO de Carta Financiera LLC y profesor de Behavioral Finance de la Maestría en Finanzas de la Universidad de San Andrés.

Redacción Fortuna

¿Quién gana y quien pierde con la entrada de Uber a la Argentina? ¿Qué ha pasado en otros países?  ¿Cuáles son los costos y los beneficios sociales? ¿Se puede frenar el avance de tecnologías nuevas como esta? ¿Qué hay acerca de su seguridad?

Mucho se ha leído y escuchado estos días acerca de Uber. Pero antes que nada, ¿quién es Uber? ¿Qué ofrece? ¿Cuánto vale como compañía? ¿Tiene competencia?

Uber es una compañía estadounidense basada en San Francisco que provee una red online para transporte de pasajeros. Se puede acceder a esta red que conecta pasajeros con choferes a través de una aplicación móvil instalada en smartphones. El servicio está disponible en 400 ciudades de 45 países del mundo y su ritmo de crecimiento es vertiginoso.

Quien pretende viajar, se pone en contacto con un chofer de la empresa que le ofrecerá un precio por el recorrido al destino deseado. Pero no es sólo esto: en algunas ciudades ya está activo el servicio de pool, por medio del cual uno puede compartir un determinado viaje con terceros, lo que abarata los costos aún más.

Según el último aporte de capital de octubre de 2015, la compañía tiene una valuación de 51 mil millones de dólares. Naturalmente, con un atractivo así, no es la única en su tipo. Tiene diferentes competidores según el país:

Competidores_Uber

Cabe destacar que EasyTaxi fue inhabilitado para operar en Argentina en enero de este año. El secretario de Transporte de la Ciudad de Buenos Aires, Juan José Méndez, aclaró hoy que “no hubo una prohibición” de la aplicación EasyTaxi"sino un fallo judicial que confirma que la empresa se debe adecuar a la ley vigente". (Acá hubo un claro lobby de las empresas de Radio Taxi por evitar el ingreso de la competencia).

¿Quién gana y quien pierde con la entrada de Uber a la Argentina?

Los perdedores:

Los taxistas de la Ciudad de Buenos Aires y otras del interior están en pie de guerra porque no quieren que Uber se instale en el país. Después de todo, ¿a quién le gusta tener que competir? A nadie. Sin lugar a dudas, los taxistas serían los principales perjudicados porque tendrían nueva competencia.

Pero hay un punto que ellos marcan que es totalmente válido y tiene gran razonabilidad económica: ellos han tenido que pagar el costo de licencias y diferentes regulaciones para poder funcionar como taxistas.

¿Quién patrocina las regulaciones y cobra justamente por las licencias? El Gobierno de la Ciudad. Con lo cual, es el propio gobierno el que parece pararse más cerca de los taxistas que de Uber y las consumidores. En caso de entrar Uber, ¿a quién le vendería el gobierno las licencias nuevas?

En caso de que el Gobierno de la Ciudad no tuviera intenciones de vender más licencias, queda claro que si ingresa Uber o similar al país, el valor de las licencias caerá dramáticamente. En la ciudad de Nueva York, el valor de las licencias de taxi cayó un 40% con la aparición de Uber.

Los ganadores:

Principalmente los consumidores, que pueden tener acceso a más autos para transportarse a un costo menor.

Además de esto, permite acceso a gente que puede estar desempleada y puede trabajar como taxista de Uber.

Por último, la posibilidad de compartir viajes, posibilitaría la reducción de tráfico, con la obvia mejora para el medio ambiente.

¿Se puede frenar el avance de tecnologías nuevas como esta?

Uber y sus competidores responden a uno de tantos problemas de búsqueda que típicamente encuentra solución con Internet.  A través de Internet podemos encontrar una pareja (Match, Tinder, Hppn, etc.), podemos encontrar a alguien que vende algún producto usado o nuevo (MercadoLibre, eBay, Amazon) o podemos encontrar un cuarto en el cual quedarnos en una ciudad (Airbnb). Pero en términos generales, podemos encontrar a alguien que ofrece justamente lo que nosotros buscamos.

Uber ofrece la posibilidad de encontrar un auto que nos quiera llevar a un determinado lugar. El servicio UberPool de Uber y la compañía Lyft, nos ofrecen la posibilidad de encontrar otros usuarios que necesiten realizar el mismo viaje que nosotros y compartir los costos. Esto tiene un enorme beneficio social que se hace posible hoy por la combinación de geolocalizadores (GPS) en los SmartPhones e Internet.

Pero podemos ir más allá: con la incipiente aparición de los vehículos autónomos, el conductor de taxi dejará de existir. Se proyecta que para las olimpíadas de Japón, todos los taxis serán autónomos. Queda claro que no se puede detener el avance de la tecnología y sólo resta adaptarse.

¿Qué podemos decir de la seguridad?

Cada vez que un pasajero desciende de un Uber, la aplicación móvil permite poner una calificación al conductor: si el auto estaba en malas condiciones o si el pasajero se sintió acosado, eso se reporta automáticamente. Algo similar defiende a los conductores: pueden calificar a los usuarios y si los han tratado mal o han tenido un mal comportamiento, probablemente nunca puedan volver a acceder a la red.

 Esto hace que la red se controle a sí misma. Diferentes mujeres han reportado sentirse más seguras en servicios como Uber o similar, donde prácticamente no han tenido acoso, a diferencia de los taxis tradicionales. No se tiene prácticamente registro de incidentes en una red con más de 150 mil autos.

Conclusión:

Es entendible que los taxistas pretendan enfrentar a Uber, ya que representan una competencia que hará que el costo de los viajes caiga. Esto también genera disrupción para el Gobierno de la Ciudad, ya que la existencia de Uber debería propiciar la baja del costo de la licencia.

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