Por Patricia Valli | En el primer semestre sólo subieron las ventas externas del campo. El tipo de cambio real está apenas un 10% por encima del nivel de octubre pasado.
Las exportaciones, pese a la devaluación del 48% del peso frente a diciembre, se mantuvieron sin cambios en la primera parte del año. Si bien crecieron para productos primarios y alimentos procesados, cayeron para la industria manufacturera, que hoy acusa una fuerte preocupación porque el tipo de cambio perdió el aire que había ganado con la salida del cepo. Un gráfico de la evolución deja una “campana” que refleja la caída.
Tanto exportadores como industriales marcan que la suba de los costos internos –del 25% en lo que va del año– hacen que el tipo de cambio real esté sólo 10% por arriba de lo que estaba en octubre de 2015, según una estimación de la Fundación Mediterránea. “No se hizo mucho por las exportaciones”, aseguró el presidente de la Cámara de Comercio Exterior de Santa Fe, Daniel Oblan. “La Agencia de Promoción está concentrada en la inversión”, explicó sobre el organismo que nuclea a la Fundación Exportar y que depende de Cancillería y Producción, a cargo de Juan Procaccini.
El Gobierno busca una mayor integración de la economía argentina “a las cadenas de valor globales”, como no se cansan de repetir los funcionarios del área. Para esto, además, analizan el acercamiento a Estados Unidos, Japón y la Unión Europa como mercados, a la vez de sostener, en segundo plano, el mercado latinoamericano –que hoy sufre por la caída de Brasil–.
Si bien los productos primarios se beneficiaron con la eliminación o rebaja de retenciones a las exportaciones, en las economías regionales la recuperación no es tan clara y puede convertirse en un factor de peso en las próximas elecciones legislativas, tal como se vio en el primer test electoral, la intendencia de Río Cuarto, Córdoba, donde Cambiemos perdió frente al peronismo el fin de semana pasado. La actividad metalmecánica sufrió por el alza de las tarifas, dijo Juan José Llamosas, el intendente electo.
“Está terminando un semestre que ha sido complicado para el sector productivo porque hubo medidas de la macroeconomía que impactaron en la industria, como las tarifas, la apertura de importaciones y la inflación, que han generado dificultades”, ponderó el gobernador de Santa Fe, Miguel Lifschitz, que de todas formas sostuvo que “si bien las empresas no están invirtiendo, están pensando a futuro. Probablemente el año que viene se note con más intensidad” la recuperación.
Para Oblan, uno de los puntos que el Gobierno tendría a mano sería reglamentar la Ley 23.101, de promoción de las exportaciones, de 1984. “Mucho de lo que se habla de promoción comercial ya está contemplado en esta ley”, ponderó.
La pérdida del tipo de cambio frente a la inflación, en tanto, podría agravarse a partir de un mayor ingreso de fondos externos para financiar el gasto con el que ahora el Gobierno intenta reactivar la actividad.
“Se necesita que el financiamiento del gasto provenga de fondos externos, lo cual podría complicar aún más la caída del tipo de cambio y reducir la potencia de las exportaciones”, detallaron desde Fundación Mediterránea, en Córdoba.
