De la deuda al déficit, advierten por ‘siete plagas’ que amenazan el rebote

PERFIL consultó a cuatro economistas que ponen énfasis en los “puntos débiles” de la gestión económica. La estrategia oficial podría conducir a una recuperación lenta y efímera.

Redacción Fortuna

Por Paola Quain (*)

“Lo peor ya pasó” y “Vamos a crecer” son los leitmotiv del Gobierno a la espera de la reactivación. Sin embargo, hay múltiples riesgos que economistas como Martín Redrado, director general de Fundación Capital y miembro del Frente Renovador, Daniel Artana, economista jefe de FIEL, Diego Giacomini, economista jefe de Economía & Regiones, y Diego Coatz, director ejecutivo de la UIA, detallaron a este medio y le ponen un interrogante a cómo, cuándo y cuánto durará el rebote, si llega.

1 - Déficit fiscal. Después de un crecimiento del rojo fiscal en 2016, para Redrado es una de las mayores preocupaciones: “Hay un desequilibrio fiscal que está siendo financiado con emisión de deuda y eso genera presión cambiaria, y no hay una hoja de ruta clara”.

Para Giacomini, que trabaja en la consultora fundada por el hoy ministro del Interior, Rogelio Frigerio. “En 2017 Cambiemos hará lo mismo con la política fiscal que el Gobierno anterior incentivando en forma no sostenible el consumo pero a través del pago a jubilados y la obra pública que aumentan un 35% y 38% respectivamente, el doble de la inflación esperada”. Es por eso que el hueco fiscal que esperan para el año que viene si no median cambios “es de 8,8% del PBI”.

Artana, en tanto, recuerda que “ya hemos pasado por períodos de alto déficit fiscal financiado con endeudamiento externo en una economía cerrada a las importaciones y con regulaciones prebendarias”. Aseguró que después de un período de atraso cambiario, siempre llegó una crisis externa cuando los mercados de capitales dejaron de financiar los déficits gemelos, pero por las elecciones habrá que esperar un año para ver si el Gobierno quiere revertirlo.

2 - Endeudamiento creciente. Después de una defensa del Gobierno de que cancelar los pasivos por US$ 47.035 millones sin recurrir al crédito hubiera agotado las reservas del Banco Central, Redrado señaló: “Lo que sabemos es que no puede volver a emitir US$ 30 mil millones en 2018, como en 2017, y por lo tanto ese nivel de endeudamiento no es sostenible”. En la misma línea, Giacomini destacó: “Me preocupa que la emisión de deuda termina generando una apreciación del tipo de cambio”.

3 - Tasa de interés elevada. La política del Banco Central también está en la mira. Coatz apuntó que “la industria sabía que éste sería un año con recesión pero se esperaba una tasa más baja para esta altura del año, con lo que creemos que el piso de la caída del sector llegará a fin de año”. De acuerdo con el referente de la UIA, “inevitablemente fue necesaria para la salida del cepo cambiario y eso marcó el primer semestre, pero en la segunda parte del año pienso que está relacionado con las políticas de Gobierno”. La tasa y el costo de la energía son sus principales preocupaciones.

4 - Stock de Lebacs. Hacia abril, el Banco Central aseguraba que cerraría el año con $ 400 mil millones de letras que usa para sacar pesos de la calle. Pero ya hay más de $ 600 mil millones y llegaría a $ 800 mil millones. A su titular, Federico Sturzenegger, no lo inquieta porque estima que una recuperación “remonetizará la economía y desarmará” esa deuda cuasi fiscal. “Lo mejor sería que la Tesorería compre las Lebacs, como las que se emitían entre 2010 y 2015 para cambiarlo por letras, porque no hay que dejar solo al Banco Central”, apuntó Redrado.

5 - Atraso cambiario. Que la inflación de costos supere el ritmo del aumento del dólar (usado como ancla proconsumo) alarma a industriales. “Esperamos que en el tipo de cambio no sea el único ancla para la inflación porque después hay problemas”, resaltó Coatz. “Creemos que el dólar tiene que acompañar la evolución de los precios y sabemos que la respuesta a los problemas no puede ser sólo devaluar”. De acuerdo con Artana, siguen sin aparecer buenas noticias por el lado de las exportaciones y el balance cambiario de caja muestra algunos datos preocupantes. “El déficit de la cuenta corriente promedió en los primeros nueve meses del año casi US$ 1.300 millones al mes (cerca de 3% del PIB)”.

6 - Recesión en Brasil. La venta de productos industriales a ese país cayó a la mitad de lo registrado en 2015 a cerca de US$ 15 mil millones, según la UIA. Si bien se espera un rebote, el comercio global no ayuda. “Hay que sumar la sobreproducción de China que genera presión sobre nuestras cuentas”, remarcó Coatz, quien destacó “el comercio mundial está estancado” y obliga a mirar con detalle las importaciones.

7 - Recuperación suave y corta. “En 2017 veremos un rebote de 2,5 a 3% del PBI por la comparación con un año malo, no significará un crecimiento de la economía y no se sentirá en la calle porque será estadístico”, apunta Giacomini. “Habrá un rebote selectivo”, señala Redrado, quien llama a ver de cerca el “flujo de capitales”. Coatz puntualiza que la infraestructura traccionará si tiene “base de producción nacional”.

(*) Publicado en la edición impresa de Diario PERFIL.