Por Ceferino Reato* y Mario Rodríguez Muñoz** / El empresario automotriz habla de las quejas de los industriales por las exportaciones, entre otros temas.
Desde el piso 27 del edificio de la zona de Retiro, Cristiano Rattazzi, tiene una vista espectacular de la ciudad y el río. Esa ubicación le permite una mirada global, de toda la escena, que es la misma que él recomienda para analizar lo que está sucediendo en la economía argentina sin perderse en los detalles, es decir en los inconvenientes, las trabas y las quejas que ahora afectan a sectores de la industria nacional. “Son dolores de cambio”, le dice a FORTUNA en su despacho de presidente en el país de la multinacional Fiat Chrysler Automobiles (FCA).
Si bien nació en la Argentina, Rattazzi vivió varios años en Italia, donde fue al secundario y a la universidad; por eso habla un castellano bastante aporteñado aunque con un nítido acento italiano.
Rattazzi es conocido en el ámbito empresarial porque suele decir lo que piensa; lo hizo también durante el kirchnerismo, cuando tantos callaron. “La diferencia es que él no está pensando en el bono de fin de año”, comenta alguien que lo conoce muy bien, en relación a que “El Tano” pertenece a la familia Agnelli, es decir a los fundadores de Fiat.
Fortuna: ¿Parece extraña la controversia entre Macri y los empresarios porque siempre dijeron que éste es un gobierno pro empresarios?
Ratazzi: La verdad que el centro sea el tomate no me parece que pueda ser el verdadero problema del desarrollo industrial de la Argentina y de hacia dónde va la Argentina. La Argentina está cambiando fuerte, se importa y se exporta. Cosas a las que no estamos tan acostumbrados. La importación era una especie de traba continua y de quien podía sacar algo importado que hacía un gran negocio. Ahora va ser normal importar y exportar, en lo cual van a estar los tomates, se exportarán arándanos, limones a Estados Unidos, frutillas si las hacés lo suficientemente buenas. Hay miles de cosas que se van a exportar. ¿Cuál es la duda que hay? El costo argentino.
Fortuna: ¿Dónde está el exceso de costo argentino?
Rattazzi: Uno, en el sistema impositivo; es una tragedia, todavía es malo, pero vos sabés ya que en cuatro años Ingresos Brutos van a desaparecer, el impuesto al cheque desaparecerá. Empezará a haber por lo menos impuestos racionales; pueden ser demasiado altos todavía, pero racionales. El problema es que todos somos vivos acá. Algunas provincias firmaron el pacto fiscal, acuerdo que baja Ingresos Brutos en cuatro años, y en el fondo están diciendo: “¡qué sé yo si en serio bajan, pero en el entretiempo lo llevo al máximo, aunque lo tenía al 2% lo llevo al 6%!”. Entonces todos fueron al máximo de Ingresos Brutos para empezar a destrabar en cuatro años. Entonces, hay impuestos que crecieron en algunos sectores y eso pone lógicamente muy nerviosa a mucha gente. Pero yo trato de ver más allá: si en cuatro años ha desaparecido Ingresos Brutos, ya una parte importante del sistema distorsivo argentino se va resolviendo. El IVA es un impuesto racional; puede ser demasiado alto pero es un impuesto racional. Eso es un poco lo que hoy crea ruido. Yo digo que hace 85 años que la Argentina exporta lo mismo y no tiene incentivos para exportaciones industriales de todo tipo.
Fortuna: Ahora, lo que dijo el ministro Cabrera de los empresarios parece que va mucho más allá del tema impositivo.
Rattazzi: No, está diciendo: “En vez de quejarse, inviertan”. Después somos una especie de kermés diciendo: “Nosotros no lloramos pero invertimos; en realidad, el problema es impositivo, de infraestructura”. Pero, se está trabajando fuerte para hacer una estructura e infraestructura competitivas. Ahora, cuando cambien todos los sistemas de distribución a favor de un costo inferior pero se pierdan algunas intermediaciones, alguien va a protestar porque tenía una intermediación que no existe más.
Fortuna: ¿Y cuál es el tercer punto?
Rattazzi: Y el tercero es el costo laboral, no salarial. En nuestro sector, por ejemplo, en México, la contribución que al obrero no le llega al bolsillo es el 15%; el 85% de lo que le cuesta a la compañía le llega al bolsillo. Acá, la contribución es del 56%; al obrero le llega el 44% al bolsillo, entonces el costo no salarial se hace el doble o triple que en cualquier lugar del mundo.
Fortuna: ¿Usted ve todo esto como dolores de cambio?
Rattazzi: Yo creo que son dolores de cambio. Obviamente, hay otros que te dicen que tenemos problemas graves, pero hay algunas industrias que se han desacostumbrado a exportar y entonces protestan por la importación. Pero es normal en el mundo que un país exporte e importe.
Fortuna: ¿Y la inflación?
Rattazzi: En Miami, vos compras una de espuma de afeitar de una marca conocida que sale de 1,05 dólares a 0,96, y acá vas al supermercado y la misma latita de espuma para afeitar cuesta 89 pesos, o sea 4,4 dólares aproximadamente. ¿Qué pasò ahí? Además, la calidad de la que se fabrica acá es totalmente diferente de la calidad que se vende en Estados Unidos. Eso es lo que hay que ir a averiguar.
Fortuna: ¿Y en el caso de su sector?
Rattazzi: En el caso de nuestra industria lo podríamos explicar porque la mayoría son componentes impositivos. Nosotros sabemos las diferencias: 80% son impositivas. Pero, en el ejemplo que les mencionaba, ¿cómo puede ser que se cuadruplique el precio de un producto que además tiene el mismo envoltorio y se parece pero cuando te ponés la espuma de afeitar, resulta que no es de la misma calidad? Eso es lo que hay que ver y eso es lo que hay que estudiar. Evidentemente, hay algunos industriales a los que no les interesa eso. Están acostumbrados a: “Yo protejo mi mercado interno y no veo por qué tiene venir otro producto importado”.
Fortuna: ¿Ésa es una tarea de estudio que tiene que hacer el industrial o el Gobierno?
Rattazzi: No, lo tiene que hacer el Gobierno. Y después tiene que liberar las importaciones. No es que podés encontrar normas técnicas de cualquier cosa para frenar las importaciones. Se libera. Por eso es que el dólar no tiene estar demasiado bajo porque se libera y con un dólar más alto se incentivan las exportaciones y se desincentivan las importaciones. Para un país que viene de una serie de desastres, es normal que en un cierto periodo el dólar esté alto y después lentamente vaya bajando de la mano de la productividad y de que todo vuelve a funcionar bien en el país.
Fortuna: Pero, eso no sucede acá.
Rattazzi: No, pero tiene que suceder. Ahora, el dólar se volvió un poco más interesante. Cuando lo congelaron a 14, la verdad es que eso no era bueno.
Fortuna: ¿Hay como un engaño a creer que el dólar puede ser un ancla inflacionaria?
Rattazzi: Según el BCRA, no era un ancla inflacionaria. Porque la teoría correcta se vio en países que devaluaron un 60-70% con cero de efecto sobre la inflación. Por ejemplo, el caso de Europa cuando fue de 1,54 a casi 1 a 1 con el dólar, ahora está de nuevo 1,23 pero devaluó 40% con cero de inflación; lo mismo Colombia: devaluó 80 con cero de inflación, y México devaluó 70 y pico con cero de inflación; Brasil devaluó el 120% porque pasó de 1,50 a 3,20 la inflación quedó en 10%, que era demasiado, pero siguió así. Entonces, la relación entre inflación y valor del dólar no necesariamente está atada cuando el país está abierto y circulan los productos. La respuesta en la Argentina suele ser: “Ah no, pero acá está totalmente atado inflación con dólar”. Lo que está tratando el gobierno, pienso yo, es crear un país más moderno, en el cual la inflación no esté atada al dólar; algún efecto habrá, pero no debería estar atada como está ahora.
Fortuna: En ese sentido, ¿no le parece una tragedia la cantidad de divisas que se fueron por turismo al exterior?
Rattazzi: Pero eso es por el dólar barato. El colmo es luchar para que el dólar esté barato. Dejálo más arriba y la gente no va a comprar tantos dólares. Pero, por el otro lado tenés que seguir haciendo una política dura de contención monetaria porque a la inflación la tenés que matar. Porque es el impuesto más injusto hacia las clases de menos recursos; no hay ninguna duda de eso. Entonces, tenés que luchar contra la inflación. Y contra el déficit fiscal que tienen: no es tan fácil esa lucha. Si tuvieras superávit fiscal, sería bastante más fácil comprar más dólares y mantener la moneda más cerquita, pero tenés un déficit fiscal bastante pesado. Yo creo, tomando todo en cuenta, que están yendo hacia el camino correcto; es complicado, difícil, pero no han creado una recesión porque si evidentemente decís: “OK, mato la inflación con una política monetaria durísima y llevo las tarifas a lo que tienen que estar en tres meses”, la economía se resiente mucho de este fuerte shock. Han decidido hacerlo como se hace en los países normales: lentamente, pero llegando a una meta.
Fortuna: O sea que está de acuerdo con este gradualismo.
Rattazzi: Me gustaría menos gradualismo, pero entiendo que estoy de acuerdo porque siguen ganando las elecciones, el país sigue creciendo y están yendo siempre hacia el camino correcto. Entonces, es lo que hay. A mí me encantaría que las tarifas ya estén estabilizadas, que eso sea más rápido. También me encantaría que no haya este miedo a que el dólar suba un poco, que no ocurra esto de vender reservas para que quede el dólar bajo. Tampoco estoy de acuerdo, y lo he hablado con el Banco Central, en que para hacer una política monetaria tengas que tener la tasa de interés tan alta. Las tasas son muy altas; yo siempre he insistido en que no veo por qué haya que tener la tasa tan alta, y de hecho ahora bajó un poquito. Claro que hay problemas y hay gente afectada, pero dentro de cuatro años vamos a parecer un país rico; dentro de cuatro años ya los impuestos distorsivos van a desaparecer, dentro de cuatro años va a haber muchas cosas interesantes, y dentro de diez años, me encantaría ver a una Argentina un poco similar a la que estaba entre los primeros diez países del mundo. Eso va a llevar diez años. Pero hay que hacer las cosas correctas, entre otras cosas insertarse al mundo, no tener miedo a las importaciones.
Fortuna: Usted que hace tanto tiempo que vive en la Argentina, ¿siente algún temor, algún miedo?
Rattazzi: Sí, odiaría una nueva frustración. Me encantaría poder decir que veo a una Argentina que se proyecta a estar entre los primeros diez países del mundo, entre los primeros siete, los primeros cinco. Eso, sería una enorme satisfacción. Frustración son los 85 años que hacemos macanas.
Fortuna: Y en su sector, ¿cómo estamos?
Rattazzi: El sector mío ha cambiado mucho este año. Nosotros con la fabrica nueva, otras empresas también entraron a exportar mucho ya el año pasado y después aparece una inversión muy grande de varias automotrices. Otras sacan productos nuevos.
Fortuna: Como dice (Luis) Pagani: “Dentro de la fabrica, somos muy competitivos”.
Rattazzi: La productividad en la fábrica es buena. Los tiempos en fábrica, con las mesas súper automatizadas, son buenos, y la calidad es buenísima, y después están los autopartistas, que nosotros hacemos más del 53% del nuevo coche (el Cronos) en el país, y ese contenido local va a ir al 56%, que es una cifra muy alta a nivel mundial. Hay solo cinco países exportadores netos del sector automotriz; todos los otros son importadores. La Argentina es importadora.
Fortuna: ¿Llegará algún día a ser exportadora?
Rattazzi: Neto de todo es imposible, olvidáte.
Fortuna: ¿Es más fácil venderle a Europa hoy?
Rattazzi: Mucho más fácil.
Fortuna: Pero en el sector suyo no están todos de acuerdo.
Rattazzi: Y quien no hizo inversiones nuevas, no tiene un producto exportable que le interese a Europa. El único riesgo es que venga más competencia de Europa. Entonces van a decir: “No, no, no; tardá quince años para hacerlo”. Lo mismo pasa en la Unión Industrial Argentina: hay sectores que dicen que sí y otros sectores que dicen: “Pará, pará que a mí me compiten”.
Fortuna: ¿Usted cree que puede salir el acuerdo con la Unión Europea?
Rattazzi: Está saliendo; de alguna manera va a salir. Pero está saliendo con mucho condicionamiento. En este momento, el que más frena es Brasil. Fue Francia el que más frenaba, pero ahora el que más frena es Brasil.
Fortuna: Pero Brasil, ¿por temor a qué?
Rattazzi: Porque nos controla a nosotros los argentinos. Entonces absorbe y controla, ¿para qué tiene que ir a competir?
Fortuna: ¿A nosotros nos vendría bien salir de esa tutela?
Rattazzi: Yo estoy convencido que sí. Estoy de acuerdo en que habría que salir del yugo de Brasil. Lo tengo clarísimo.
Fortuna: ¿Objetivos para este año? Producción, ventas.
Rattazzi: A ver, esperamos pasar las exportaciones de los 5.000 del año pasado a los 55 mil, once veces más, y la producción, pasarla de 22 mil unidades a 75 mil unidades.
Fortuna: Lo vemos con un espríritu optimista.
Rattazzi: El otro día uno de los grandes empresarios me dijo que, como no anda todo bien, hay que decir que anda todo mal. Y yo le dije: “Pará pará, ¿vos creés que el desquicio en el cual estaba la Argentina lo resolvés en dos años?” Esto es una cosa lenta. Hay todavía un 30% de pobreza, será 27% hoy. Todavía hay mucha economía en negro, que lentamente tenés que llevar al blanco, pero tampoco tenés que sacarlos totalmente de la economía en negro porque eso puede ser muy perjudicial. Todo va hacia lo correcto. Había que hacer un equilibrio interanual, intertemporal del sistema previsional. No está dicho, pero probablemente los jubilados van a ganar un poco más, pero en la manera intertemporal, como estaba el sistema previsional, era imprevisible saber si dentro de un año te explotaba todo en la cara. Entonces se hizo algo que da un equilibrio intertemporal. Esas son cosas importantes.
Fortuna: ¿Tiene la Argentina chances de entrar como socio pleno en la OCDE? ¿No es un país poco predecible?
Rattazzi: Para entrar en la OCDE vos tenés que hacer muchas cosas muy bien hechas. Hay algunos que ya preguntan por qué tenemos que hacer el esfuerzo para entrar. Yo contesto que es porque queremos estar en ese nivel de país; en la OCDE están los primeros 30 o 40 países del mundo; yo no quiero estar con Venezuela, quiero estar con la OCDE y efectivamente estamos haciendo un esfuerzo que nos llevará tres años o cuatro años. ¿Y vos decís para qué? Y quiere decir que sos de los países que respetan las reglas generales de funcionamiento de lo que se consideran buenos países. Ahora, la historia del pago al FMI de Néstor Kirchner: ¿para qué le devolvimos la plata al 4,5%? ¿Para ir al día siguiente a tomar 10 mil millones, que es lo que le devolvimos al FMI, a Venezuela al 15/16%? Tiramos mil millones de dólares de la Argentina por los diez años sucesivos porque ése es el diferencial de tasa de interés. ¿Para qué? ¿Para no tener que escuchar al FMI? Yo prefiero como ciudadano auditar al gobierno con el FMI que dejar de auditarlo. Ésa es mi visión, la visión de ellos es diferente, aparte que en ese 15% de Venezuela quién sabe cuánto era la tasa de interés real y cuánto había de más. Pero digamos que si fuera sólo eso, ¿para qué corno voy a devolver al 4,5% para endeudarme al 15?... y eso es lo que se hizo. Pero, así no tengo al FMI. ¿Qué me importa? Yo, como ciudadano, quiero que el Gobierno sea lo más chequeado posible, y la OCDE chequean mucho. Para salir de todo eso, tenemos que abrir más el país.
Fortuna: ¿La guerra comercial que inició Donald Trump no puede ser un escollo para esto y para otras políticas del gobierno?
Rattazzi: Claro que es insólito que el mayor país del mundo empiece de nuevo una guerra comercial a la suba. Porque la guerra comercial es cuando yo bajo todo. Y acá es a la suba. Es muy peligrosa una guerra a la suba, pero evidentemente es el gran país del mundo. Ahora algunos consumidores de acero que de golpe se encuentran con que el acero les aumenta un 8/10% no van a estar contentos porque qué pasará con la competitividad de su producto.
Fortuna: Además, está dirigido especialmente a empresas que tienen un lobby muy fuerte en Washington.
Rattazzi: Desde el punto de vida legal, lo único que se puede hacer es decir que por seguridad nacional vos te guardaste algunos productos que son estratégicos, como seguramente son el acero y el aluminio, y así habrá otros. ¿Por qué tuvo que bajarlo por México y Canadá? Porque no puede Estados Unidos decir que por seguridad nacional lo perjudica a Canadá y a México. Vale mucho lo que hizo Macri de llamar allá diciendo: “¿Vas a decir que por seguridad nacional me hacés un problema a la Argentina, que es tu aliado?”. Con Europa es una lucha de egos. Es horrible que esto suceda en el mundo de hoy, pero es así. Para Inglaterra, el Brexit es un desastre; si tuvieran que rehacer el referéndum, ahora lo pierden. ¡Y en Italia ganaron los antisistema! Un desastre.
* Editor ejecutivo de revista Fortuna y ** editor jefe de la revista y editor de Fortunaweb