Javier Goñi: "El problema son los costos"

Por Ceferino Reato* y Claudio Celano Gómez** / El gerente general de Ledesma afirma que la competitividad depende de mejorar la infraestructura.

Redacción Fortuna

Cuál es la división del trabajo entre el Gobierno y las empresas para colocar al país en el sendero del crecimiento sustentable? Para Javier Goñi, el nuevo número 1 de Ledesma, básicamente le toca al oficialismo de turno la mejora de la infraestructura y una serie de reformas, impositiva y laboral, entre ellas. ¿Y al empresariado? “A nosotros nos toca arriesgar, invertir y generar empleo”, le dice a FORTUNA. En todos los cambios, Goñi, que también es el titular de IDEA, incluye al sindicalismo, como un actor ineludible y cooperativo.

Algo de eso había dicho Goñi, un ingeniero de 53 años, en octubre en la apertura del tradicional coloquio que IDEA organiza todos los años en Mar del Plata.

Él, como tantos CEOs y dueños y accionistas de compañías, no se sustrae del papel que el empresariado tiene en la evolución del país hacia rangos más acordes con su dotación de recursos naturales y humanos.

En ese marco, también Ledesma está redefiniendo cuál será el papel de un grupo que lleva décadas en el país ocupando posiciones de liderazgo en azúcar, energía, papel y frutas. Pero, que en los últimos años acumuló una deuda que, si bien permitió que siguiera invirtiendo en el país, creció más allá de lo deseado.

–Fortuna: ¿Cuál es el desafío para las empresas argentinas en el actual contexto?

–Goñi: El principal desafío que tenemos las empresas es cómo encontramos y mejoramos la competitividad para ser más eficientes y poder generar desarrollo. Tenemos que ser un país que se encamine a un modelo más racional en términos de una estructura tributaria mucho menos pesada y una infraestructura mejor para ser lograr ser competitivos.

–Fortuna: En la industria azucarera, por ejemplo, ¿la Argentina no es competitiva?

–Goñi: La industria azucarera puede ser una buena fotografía de lo que pasa en términos generales. Vamos a compararnos con Brasil, que es el líder mundial del azúcar. En términos de rendimiento del campo y de productividad de lo que producen las fábricas, somos totalmente competitivos. No hay diferencias. El tema está en los costos. Los costos logísticos que tenemos en el país son el doble que en Brasil y los costos laborales son mucho más grandes que en el país vecino. En esto es en lo que tenemos que trabajar, que tiene que ver con las eficiencias e ineficiencias de productividad, impuestos y bajas de costos logísticos para ser competitivos. El problema son los costos, de esto no hay duda. Costos que tienen que ver con la infraestructura del país y costos impositivos. Como país tenemos la capacidad de innovación, tenemos muy buenos recursos humanos y talento. El principal desafío es cómo trabajamos sobre los costos en forma conjunta entre las empresas, el gobierno y los sindicatos, y estamos muy enfocados en esto en IDEA.

–Fortuna: Ya se están negociando las paritarias en varios sectores y el año pasado Ledesma cerró un acuerdo mejor que otros ingenios. ¿Este año irán por el mismo camino? ¿Ve racionalidad en lo que demanda el sindicato?

–Goñi: Han pasado muchas cosas en la industria azucarera en los últimos años. Por un lado, el precio internacional del azúcar ha estado para abajo y ha habido bastantes incrementos en los costos locales. Nosotros tuvimos en 2017 una situación fuerte con el sindicato y nos pusimos firmes de que podíamos llegar a un incremento salarial del 23,5%. Otros ingenios, en cambio, dieron aumentos superiores al 30%. Esto generó tensiones, pero nosotros dijimos que era insostenible porque, si bien en el corto plazo significaba más dinero en el bolsillo para esos trabajadores, la realidad era que estaban perjudicando a toda la gente y al sector, porque tendría un impacto negativo en el largo plazo. Así no iban a poder mantener los costos y eso fue lo que efectivamente les terminó pasando a algunos ingenios, que hoy están tratando de no cerrar. Es preocupante, pero nosotros tenemos claro que este tipo de cosas son insostenibles. Estamos en una situación de definición de si harán la zafra o no. Los costos son inviables para la industria, y esto no es solo de un año, sino que viene de varios años.

–Fortuna: Usted habla de mejoras impositivas y de infraestructura. Esta es tarea del sector público. ¿Qué hay de la responsabilidad de ustedes como empresarios? ¿Cómo están las inversiones del sector privado, porque el Gobierno se queja mucho en este tema?

–Goñi: A nosotros los empresarios nos toca arriesgar, invertir y generar empleo. Creo que es una de las partes más importantes que puede aportar el sector empresarial al desarrollo de un país. En Ledesma, puntualmente, invertimos el año pasado más de u$s 30 millones y acabamos de anunciar una inversión de u$s 8 millones en el negocio de frutas para la extracción de derivados y aceites. Internamente estamos analizando cómo será la Ledesma de los próximos cuatro o cinco años, pensando y definiendo en qué negocios tenemos más posibilidades de crecer, en cuáles estaremos estables y en dónde nos conviene invertir. Estamos pensando en el largo plazo y en que la Argentina se encamine hacia un país donde será interesante invertir porque está mejorando todo lo que hay que mejorar. Y vuelvo a hacer foco en la infraestructura, que para nosotros, que estamos a más de 1.500 kilómetros de Buenos Aires, es clave. Y el mejor ejemplo que encontré para explicar las ineficiencias con las que nos enfrentamos en términos de infraestructura es que el tren de Jujuy hasta Buenos Aires tarda 23 días. Si uno pone en Google Maps el mismo trayecto para hacerlo caminando, se tardan 13 días y 8 horas. Entiendo que el Plan Belgrano está encaminado y que esto llevará tiempo, porque para que tren funcione bien habrá que esperar por lo menos un año más. En la medida en que la infraestructura se empiece a corregir, se retoquen los impuestos distorsivos y empecemos a trabajar en la productividad, creo que estas inversiones que tenemos se van a multiplicar y la Argentina estará mejor. Yo tuve la oportunidad de irme afuera del país y elegí quedarme porque siento la obligación de aportar y trabajar en pos del desarrollo del país.

Desafíos en números. El balance público de Ledesma cierra el 31 de mayo. Formalmente, Javier Goñi asumió como Gerente General de la compañía el 1ero de junio de 2017, con lo que recién en el próximo ejercicio fiscal se verá reflejado su trabajo al frente de la empresa. Los números 2016/2017 no fueron nada positivos para la empresa, que registró una pérdida post impuestos de $ 149 millones, un 188% más que el ejercicio anterior, cuando el rojo había sido de $ 51 millones. Además, la deuda registrada es de casi $ 4.405 millones, un 60% de ella en dólares y un 40% en pesos.

–Fortuna: Con números tan negativos para Ledesma en los últimos dos balances, ¿qué medidas ha tomado para tratar de revertir esta realidad?

–Goñi: En Ledesma estamos en un proceso de reenfocar y redefinir los negocios que consideramos que nos darán el cash, y cuáles son estratégicos en el mediano y largo plazo, y cuál será nuestra apuesta. El de la caña de azúcar siempre será la esencia de la empresa y es el pilar, porque tenemos muchos potenciales negocios que estamos explorando, como la parte de biotecnología junto a otras compañías y todo lo relacionado con la energía que estamos investigando. Nosotros producimos energía, y estamos pensando en presentarnos en Renovar 3 para vender energía. Es un proceso que lleva su tiempo, pero definirá lo que será la compañía en los próximos años. Mi trabajo, desde el primer día, está enfocado en dar vuelta los números. Todavía falta, pero nuestro objetivo es ese y en eso está enfocado el cambio y la visión que estamos pensando en la compañía.

–Fortuna: “La reducción de deuda es una de las prioridades para Ledesma en el corto y mediano plazo”. Es un textual del último balance. ¿Cómo han trabajado para tratar de reducir esta deuda de $ 4.405 millones?

–Goñi: Es una prioridad la deuda. Mientras el endeudamiento sea con proyectos de crecimiento y a niveles lógicos, no lo vemos como problemático. El mandato de los accionistas es tener un endeudamiento menor, porque ni ellos ni yo nos sentimos cómodos con este nivel de deuda y empezamos un proceso para poder ir reduciendo gradualmente esa deuda. Y hago foco en lo gradual, porque sería fácil hacerlo de manera rápida, ya que podríamos frenar las inversiones y listo. Pero no es nuestra idea. Lo que estamos es deshaciéndonos de algunos activos que no son fundamentales para nosotros, como el negocio de Haras. Es un proceso gradual y estamos en buscar otras formas de reducir el endeudamiento, como el de manejar de manera más óptima el tema de los stocks y su gestión. Son procesos largos. La meta es a un nivel de endeudamiento más bajo y enfocarnos más en los que consideramos nuestros negocios core.

–Fortuna: En el primer bloque de reformas impositivas, ¿cómo quedó parado Ledesma, porque muchas medidas afectaban directamente a varias de sus unidades de negocio?

–Goñi: Fueron días intensos con el Gobierno, porque el impuesto a las bebidas gaseosas nos impactaba mucho, pero finalmente se eliminó. El otro tema que tuvimos que conversar mucho con el Gobierno fue el del precio del bioetanol, que se había bajado unilateralmente y estamos dialogando con el Ministerio de industria y energía, porque se eliminó el decreto 814 y eso no afectó. Este decreto permitía que las cargas sociales que paga la industria sean en función de la distancia de Buenos Aires y las empresas tenían la posibilidad de compensarlas con el IVA. Esto quiere decir que hoy las cargas sociales son del 17%. Entonces, en Jujuy, que es la zona más alejada donde está Ledesma, el 11% de ese 17% lo podemos compensar con IVA. Para esto tienen que pasar dos cosas, que es tener toda la gente y las ventas en blanco. Son una estimulación positiva al blanqueamiento de todo el sector y al desarrollo e industrialización de zonas alejadas de Buenos Aires. Entonces, la industria pagaba 17% y los servicios 21%. Con los cambios, los dos pasaron al 19,5%, con lo cual los servicios bajan y la industria sube. Entonces, si queremos industrializar, esta medida no está buena. Además, la medida también da de baja la 814, y al hacerlo para una industria como nosotros y las regionales, empezamos a pagar el doble de cargas sociales. Y no tiene lógica, porque se están favoreciendo a los servicios de Capital y GBA; y la verdad es que este país va a crecer con servicios, pero la base industrial es importante y regional.

–Fortuna: Otro cambio fue la baja en Ingresos Brutos…

–Goñi: La dirección en este tema es la correcta, el tema que algunas provincias se hicieron las vivas. Por ejemplo, para las industrias, IIBB quedó en tres y algo por ciento, salvo para papelera que en Misiones el máximo era 7%. Entonces, algunas provincias, como ahora es más libre el tema, en vez de bajarlo lo subieron a 7%, como hizo Salta. Pero en general es una rebaja gradual, y es una dirección correcta porque es un impuesto absurdo. Por eso hago hincapié en que cuando uno mira los cambios impositivos generales la dirección es la correcta, porque se están atacando los problemas y corrigiendo algunas cosas.

–Fortuna: ¿Cómo ve la relación entre los empresarios y el Gobierno? ¿Cómo se llevan ustedes con el Gobierno, que es pro empresas?

–Goñi: No sé si es un Gobierno pro empresa o no. Si puedo decir que tenemos llegada y buena relación. Y le pasa lo mismo a otras compañías. Entiendo que se están haciendo muchas cosas y en la vorágine quizá hay cosas que se hacen que podrían corregirse. Pero es importante que nos escuchen.

*Editor Ejecutivo y **Subeditor de revista Fortuna