Qué es y para qué sirve la inteligencia lúdica

Por Marcos Cristal / Esta inteligencia abre oportunidades para aquellos individuos que se animen a la exploración.

Redacción Fortuna

El futbol es un juego finito: tiene principio y final, reglas claras, sabemos quienes son los jugadores y cómo se gana o se pierde. Existen también los juegos infinitos, afirma Sinek en su nuevo libro, como los negocios o las relaciones, en donde no hay ganadores, pueden aparecer nuevos jugadores, las reglas pueden cambiar y el juego no tiene un final predefinido.

Una excelente metáfora sobre el mundo cambiante, complejo, incierto y ambiguo de los Negocios hoy.

En “Tiempos Modernos”, Chaplin inmortalizó al trabajador de la revolución industrial, al que se le pedía que no se distrajera, que simplemente hiciera lo que se le pedía. Inhumanamente, se le exigía que no pensara, que se convierta en un engranaje más. Paradójicamente, esa inhumanidad posibilitó el desarrollo económico inusitado de los últimos 200 años.

Justamente todo lo contrario de lo que se necesita hoy. El desarrollo de los negocios requiere de colaboradores que piensen todo el tiempo en lo que hacen y sobre todo en cómo hacerlo mejor y diferente. Se requiere que el “Carlitos-engranaje”, sea reemplazado por el “Carlitos-creativo” y aporte toda su creatividad, como cuando dirigió varias de las películas más originales de la historia del cine.

Detrás de todo lo que hacemos están las emociones. Para “no pensar” bastaba con generar en los trabajadores miedo a perder su trabajo. Para que los colaboradores piensen, el miedo no es suficiente. Las empresas deben lograr que su gente alinee su pensar/sentir/hacer.El concepto de inteligencia se asoció durante mucho tiempo a lo racional. Luego apareció la inteligencia emocional y la idea de una inteligencia práctica. En mi nuevo libro desarrollo el concepto de inteligencia lúdica, basado en numerosos ejemplos y una práctica de más de 20 años llevando lo lúdico a las organizaciones: esta metáfora alude a la integración entre lo que sentimos, pensamos y hacemos.

La inteligencia lúdica está indisolublemente ligada a la práctica y por eso se traduce en actitudes lúdicas: explorar, innovar, adueñarse de proyectos, cooperar, aprender, cambiar, dando un sentido de trascendencia a la tarea de cada uno. Mi experiencia confirma que estas son las actitudes que requieren hoy las empresas y, no casualmente, también son las que buscan desplegar las personas al pensar en su trabajo ideal. Son estas actitudes lúdicas las que contribuyen a desarrollar personas y estructuras más ágiles, flexibles y promotoras del cambio.

Un impulso lúdico irrefrenable nos acompaña desde pequeños, que empuja nuestra curiosidad, y nos ayuda a descubrir y aprender a interactuar con el mundo. Jugar es imaginar mundos que no existen. Freud explica que este impulso no desaparece. La gran diferencia es que de grandes soñamos con mundos nuevos y tratamos de llevarlos a la realidad. Cada vez que estamos por empezar un trabajo nuevo, o vamos al encuentro de alguien nuevo, fantaseamos un mundo que no existe y que nos gustaría que suceda. Jugamos con él, nos preparamos y tratamos de hacerlo realidad.Los adultos canalizan su impulso lúdico imaginando nuevos proyectos, que se traducen en actos continuos de creatividad y aprendizaje. Al hacerlo ponen en juego las actitudes lúdicas mencionadas. Comparto dos ejemplos de los muchos que analizo en mi libro Inteligencia Lúdica.

Amazon nace en 1995 con la venta de libros online. Hoy es líder en ventas de innumerables productos. Su meteórico crecimiento lo convierte en un adalid del e-commerce. Quién dudaría que ese era el camino a seguir. En su voraz carrera, Jeff Bezos, su fundador, identifica un espacio de mercado de la venta online, en el que no es líder: en la venta de comestibles y frescos, Walmart le llevaba la delantera. ¿Cuál fue una de sus últimas movidas? Compra Whole Foods, una cadena “física” de supermercados.

¿Volvió a las tiendas “físicas” contradiciendo totalmente sus “principios”? Ese sería un análisis lineal. Un tema fundamental que desarrollo en mi libro Inteligencia lúdica, se refiere a cómo navegar paradojas. Bezos demuestra que su estrategia paradójica de volver a las tiendas físicas para mejorar sus ventas on-line resultó sumamente inteligente y eficaz. Whole Foods era una cadena de elite con precios altos y una de las mejores retornos en la industria. Siguiendo su estrategia paradójica, lúdica, Bezos baja los precios. Su objetivo principal no era mantener una alta rentabilidad, sino generar más tráfico en la cadena y potenciar la venta online. Un pensamiento lúdico, flexible, capaz de cuestionar sus mismos principios. La inteligencia lúdica en acción.

Otro ejemplo. ¿Cómo la institución financiera más grande del mundo atrae a los mejores MBAs de las mejores escuelas de negocios y se posiciona como uno de los empleadores más atractivos? Éste fue el desafío que nos presentó uno de nuestros principales clientes hace unos 10 años. Junto a la institución, desarrollamos un Programa, al que se invita a estudiantes que están terminando su MBA en algunas de las quince escuelas de negocios más destacadas de USA, Europa y Latam.

A casi 100 candidatos seleccionados, se los invita, todo pago, a uno de los mejores hoteles de Miami. ¿A qué se los invita? A jugar. Durante dos días dirigen un banco en un juego de simulación especialmente diseñado. Se invita a 25 altos directivos de la institución, de diferentes países. ¿A qué se los invita? A observar a los participantes jugar. Estas dinámicas emulan el entorno de trabajo y los desafíos del negocio real: toman decisiones, trabajan en equipo, sometidos a la presión del tiempo, a la complejidad e incertidumbre que caracterizan al momento actual. En esos dos días, los directivos obtienen una radiografía precisa de cada candidato.

Las universidades preparan a los candidatos para sortear casi cualquier entrevista, lo que puede terminar desorientando a más de un experto. En eventos como el descripto, los participantes, inmersos en una dinámica lúdico-competitiva, sometidos a situaciones imprevistas, “olvidan” que están siendo evaluados y se comportan como son, permitiendo observar las actitudes lúdicas mencionadas, que son las que las organizaciones necesitan hoy.

La Inteligencia Lúdica abre oportunidades infinitas para aquellos individuos y organizaciones que se animen a la exploración y cocreación proactiva de estos nuevos mundos. No se trata de llenar los pasillos con metegoles o mesas de ping pong. Se trata de desarrollar en las personas y en las organizaciones las actitudes lúdicas mencionadas, para potenciar la innovación, la cooperación, la agilidad y el aprendizaje.

*fundador de Business Skills y profesor de MBA