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Eduardo Elsztain se transformó en el accionista mayoritario de una minera australiana

El dueño de IRSA tomó el control de Challenger Gold, compañía que está a cargo del proyecto Hualilán, tras una inversión de US$6,6 millones.

Eduardo Elsztain, presidente del grupo IRSA, anunció la apertura de Ronda. Foto: IRSA

Eduardo Elsztain comenzó el año de manera contundente. El dueño de IRSA acaba de convertirse en el mayor accionista de la minera australiana Challenger Gold (CEL), compañía que está a cargo del proyecto Hualilán, en la provincia de San Juan.

La operación fue por una inversión de US$ 6,6 millones por parte del empresario que se queda con el 12,7% de las acciones.  En abril, había hecho su primer ingreso a la firma tras haber adquirido un 5% de la participación con un desembolso cercano a los US$3,6 millones.

“La compañía colocó 147.726.678 acciones ordinarias de Inversiones Financieras del Sur (IFISA), parte del Grupo Elsztain, a un precio de 4,5 centavos por un producto neto de 6.647.700,50 dólares australianos. Cada acción tiene adjunto un warrant de compra de acciones ordinarias de la Compañía. Los warrants de compra de acciones tendrán un plazo de dos años a partir de la fecha de cierre a un precio de ejercicio equivalente al precio de colocación más el 10% durante los primeros 12 meses y luego al precio de colocación más el 20% después de 12 meses”, detalla el comunicado presentado desde Challenger Gold, según informó La Nación.

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Elsztain, a fondo con la minería

Junto con la adquisición de la minera, Elsztain cerró un acuerdo de procesamiento por peaje con Casposo Argentina. Ya se realizó el pago inicial de u$s 2 millones y se garantiza el procesamiento de 150.000 toneladas anuales de material de Hualilan.

“El objetivo principal de la estrategia de tratamiento por peaje es capitalizar el alto precio actual del oro (por encima de los US$2.500/oz) para generar un flujo de efectivo temprano. Este flujo de efectivo se asignará a la construcción del proyecto de oro Hualilan, que solo cuenta con estándares”, aseguraron.

La planta de Caposo, en Calingasta, está ubicada a 176 kilómetros y ya consiguió la aprobación ambiental del gobierno de San Juan para ser reactivada. El objetivo es claro: aprovechar el elevado precio actual del oro (por encima de 2.500 u$s/oz) para generar un flujo de caja anticipado. Este flujo de caja se destinará a la construcción del proyecto independiente Hualilan Gold.

RM