Construir una casa es un proceso complejo que requiere de una planificación cuidadosa y una visión clara. Con estas recomendaciones, es posible minimizar gastos y asegurar que el proyecto culmine exitosamente.
A la hora de comenzar el proyecto de construir una casa, lo más importante es poder realizar una puesta en común de cuál es el objetivo. Esto pareciera ser obvio, pero hay cuestiones como dimensiones, estilo, y por sobre todo, monto a invertir, que es fundamental definir con precisión, para poder transmitírselo a los profesionales que lo acompañarán durante el proyecto.
En nuestra experiencia, haciendo bien los procesos y la planificación, se puede evitar hasta entre un 15 y 20% adicional de gastos.
Un estudio de arquitectura puede realizar el diseño, la dirección de obra, o ambas cosas. Algunos se especializan más en un tema que en otro, por eso es importante entender hasta dónde propone llegar cada uno. Lo recomendable es que se pueda validar su expectativa de monto a invertir junto con el estudio de arquitectura, para partir a diseñar la casa desde una base sólida.
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Para el caso de las construcciones dentro de barrios cerrados, va a ser un paso necesario que el estudio de arquitectura tome el reglamento de construcción del barrio como punto de partida para su diseño, ya que el mismo delimita no sólo retiros y demás parámetros que pide cada municipalidad, sino también parámetros de diseño internos del barrio que son importantes para mantener una cierta cohesión. Suele ocurrir que se proyectan casas que no cumplen con alguno de los retiros reglamentarios, y eso genera que tenga que volver a redefinir temas de diseño y eso cause demoras.
También es fundamental consensuar con el estudio de arquitectura el tipo de documentación que van a confeccionar, y validar si es lo suficientemente detallado como para que los constructores puedan realizar cotizaciones serias y luego que el constructor adjudicado pueda llevar adelante la obra.
Para la obra en sí, se puede licitar todos los rubros de la construcción juntos, comúnmente llamado “llave en mano” o por separado (“por administración”). Pero como con toda solicitud de cotizaciones, lo recomendable es solicitar 2 o más, para poder tener un punto de comparación y poder de negociación con los oferentes. Es muy importante que el proceso de licitación lo lleve adelante el estudio de arquitectura, quien va a estar luego realizando la dirección de obra. Este es el gasto más grande en el proyecto de una casa, y si no se hace a conciencia, con experiencia, bases de comparación sólidas, y con todo el detalle necesario, los sobrecostos pueden llegar a ser sorpresivos. Con este contrato, se sientan las reglas de juego para lo que va a ser un proceso de aproximadamente 1 año, por lo cual es sumamente importante definirlo con la mayor cantidad de información posible.
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Recomendaciones a tener en cuenta:
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Medir 2 veces, cortar sólo 1 vez. Al tener una planificación sólida, se puede llegar a ahorros de entre el 15 y el 20%. Esto tiene que ver con que con una planificación a conciencia, se pueden llevar adelante licitaciones de construcción para obtener precios competitivos de mercado.
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Dejar que cada experto se ocupe de lo que más sabe. Es habitual que los clientes quieran resolver algunas cosas directamente, y no ven el riesgo que conlleva tomar decisiones de temas sobre los cuales no tienen experiencia. Es fundamental que haya un profesional idóneo liderando todo el proyecto, desde el diseño hasta el final de obra.
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Tu tiempo también vale. Algunas compras o resoluciones parecieran que van a ser más económicas si las hacemos nosotros mismos, pero es fundamental factorizar que el tiempo de uno también vale. Y si consideramos que alguien que no tiene experiencia en el tema va a insumir más tiempo que alguien con un recorrido profesional en el rubro, es altamente probable que se termine gastando más tiempo del necesario, sin mencionar las frustraciones que conlleva no poder destrabar los temas.
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Tu casa es una inversión. Por más que la construcción de una casa está más relacionada con un proyecto personal o familiar, es importante considerarlo también como una inversión. En este sentido, si se considera que quizás en 10, 20 o 30 años se va a querer vender la propiedad, es prudente que el diseño de la misma contemple esto, y eventualmente también se pueda adecuar a otra familia con un bajo nivel de inversión para remodelaciones.
Construir una casa es un proceso complejo que requiere de una planificación cuidadosa, colaboración con profesionales calificados y una visión clara. Siguiendo estas recomendaciones, es posible minimizar gastos y asegurar que el proyecto culmine exitosamente.
* Gerente General de Micelio Desarrollos