La volatilidad de Bitcoins está incentivando la investigación en otro tipo de criptomonedas que ligan su valor a activos que cotizan en mercados regulados.
La “stablecoin”, también denominada el Santo Grial de las criptomonedas por la revista Forbes, es una criptomoneda cuyo valor está ligada activos estables como el oro o el dólar. Es una divisa global, pero no está sujeta a un banco central y tiene baja volatilidad. Esto permite que sea más práctico su uso a la hora de pagar por los bienes diarios.
Las monedas digitales como Bitcoin y Ethereum son sumamente volátiles. Así como en un día pueden aumentar su valor entre un 10 o 20%, también puede desplomarse. Esto hace que usar este tipo de criptomonedas en transacciones diarias sea un inconveniente. Un artículo de la revista Forbes, pone de ejemplo ir un día a comprar café y que cueste u$s 5 y al día siguiente enterarse que cuesta u$s 4. Cambios en los precios de esa manera pueden ser muy chocantes para el consumidor.
Una criptodivisa ideal debe tener cinco rasgos: precio, estabilidad, escalabilidad, privacidad y descentralización. Otros rasgos que facilitaran la adopción de cualquier tipo de moneda estable son la simplicidad, la elegancia de su concepto, puntos de integración fáciles para los usuarios, etc. Igualmente, la estabilidad es el aspecto más importante. La estabilidad en el corto plazo es importante para las transacciones, mientras que en el largo plazo es importante para los que buscan tener algún ahorro.
Hasta el momento se está trabajando en muchos proyectos, cada uno con sus ventajas y desventajas. De hecho, IBM se asoció con la tecnológica Stronghold para explorar el uso empresarial de la que, aseguran es la primera moneda estable ("stablecoin") cuyo valor está ligado a dólares estadounidenses.